Getafe y Sevilla, dos iguales que empatan a nada (0-0)
Getafe-Sevilla | La crónica
Azules y rojos perpetran un insulto al fútbol y firman una igualada inevitable cuando el juego es paupérrimo por parte y parte
Lukébakio tuvo la victoria en el minuto 94, pero esta vez su misil se escapó por poco

Prosa barata y trufada de erratas y borrones la que escribieron Getafe y Sevilla en el Coliseum, en un empate a nada (0-0). El partido no pudo deparar un perfil más bajo. Casi subterráneo fue. Con el agravante, además, de obsequiarle semejante engendro al aficionado a unas horas nada futbolísticas. De dos a cuatro de la tarde, lo normal y hasta saludable es disfrutar con la familia y/o amigos de un buen almuerzo. A cambio, los 11.730 estafados que fueron al estadio y los miles de telespectadores se tragaron un bodrio infumable que acabó como sólo podía acabar, sin goles y con escasas ocasiones.
Si Dodi Lukébakio hubiera ajustado su punto de mira como suele y su misil del minuto 94 hubiera alojado la pelota en la red de David Soria, el sevillista hubiera perdonado las casi dos horas que le robaron de su precioso tiempo. Y este domingo, la engañosa memoria hubiera realizado una labor de cirugía estética con el feísimo encuentro. Pero no fue así y el Sevilla se clava en tierra de nadie, en lo que fue su pleito, la nada. Está más cerca de Europa que del descenso, el dato objetivo está ahí, pero es tan pobre su juego, tan enorme la distancia entre la voluntad y el acierto en los controles, pases y tiros de los sevillistas, que sus miras y aspiraciones se acortan de forma irremisible. Así lo dictan con un martillazo los amargos empates ante Valencia, Espanyol y Getafe.
Capítulo aparte merece Saúl Ñíguez, que dio un recital de malas decisiones. En especial una contra clarísima, con Vargas abierto a su izquierda para recibir y que resolvió con un tiro desviadísimo, en el minuto 67.
Tampoco hace mucho Xavi García Pimienta por buscar alternativas. Isaac consume todas sus energías en la pelea con los pares y con la pelota es pura tosquedad, los medios no dan el paso adelante. Y de nuevo, todo permaneció igual tras el intermedio.
Y cuando el suizo Rubén Vargas se soltó algo, que fue tras el descanso, ya más fijo en el costado izquierdo y encarando y superando a Juan Iglesias, sufrió un inoportuno golpe en un hombro. Por el helvético entró Ejuke, por Pedrosa Kike Salas, corría el minuto 76 y mientras la búsqueda de revulsivos de los de rojo eran demasiado tibias, Bordalás miraba a Nyland: Borja Mayoral por el amonestado Coba en el 46, Aleñá por Carles Pérez y Sola por Uche en el 77, para mantener siempre a tres atacantes cerca de los terrenos de Badé y Gudelj.
Para hacer debutar a Akor Adams, García Pimienta se lo pensó mucho más que Bordalás con Juanmi. En el minuto 81 entró el nigeriano, que mostró potencia con espacios en los pocos balones que disfrutó.
Acertaron quienes se temían un juego trabado, embarrado, sin ataques limpios y constantes interrupciones. Es mucho más fácil emborronar y destruir que crear, y el Getafe se hace fuerte en esa especialidad para llevar los pulsos a su terreno. Y más aún si en el Sevilla sale con dos medios que juegan de puntillas, como diciéndole a los de enfrente “mírame y no me toques”, como son Sow y Lokonga. Esa actitud medrosa le alegró la batalla a los malotes de Arambarri y Djené, quien jugó por el ausente Luis Milla en la zona ancha (es un decir en los partidos del Coliseum).
Bordalás no exige que la posesión de la pelota sea de su equipo, pero tampoco su incomodísima tropa se hace fuerte desde el repliegue: ordenó apretar arriba, hostigar y forzar el error cerca de Nyland, quien empezó a arriesgar demasiado en salida de balón en corto al receptor de espaldas.
Los pelotazos de Badé
Con el centro del campo sembrado de minas, Badé desahogó algo a los sevillistas con sus pelotazos a la esquina donde aguardaban Lukébakio y su lapa, el lateral Rico. No sacó el Sevilla nada potable en ataque –de hecho, en la primera parte sólo estuvo cerca de la portería local en un balón enredado entre los hombros de Isaac y Arambarri con ambos abrazados y cerca de la línea de gol (5’)– aunque Vargas trató de sorprender saliendo de la izquierda y metiéndose por todo lo ancho del terreno de juego.
El Getafe tampoco hilvanaba juego, pero aguardaba su oportunidad. Y la tuvo en una falta de Saúl. Uche prolongó de cabeza, el debutante Juanmi se coló como suele y elevó la pelota por encima de Nyland, que reaccionó muy bien para forzar el córner (25’). Ya al borde del descanso, Sow, para abrochar su mala primera parte, asistió al delantero procedente del Betis con un irresponsable golpeo hacia su propia área y el malagueño perdonó lo que no suele con Nyland batido (44’).
Parecía que la segunda parte, con el cansancio y el escaso botín de un punto para cada uno, iba a deparar algo más de juego. No era difícil. Pero todo discurrió por la misma atonía. Con una prosa barata que contagió hasta al preciso cañón que Lukébakio posee en su pierna izquierda. En ese momento, la mayoría de los espectadores que almorzaban ajenos al partido, con la tele de fondo como un mueble más, prestaron atención. Pero la pelota no le cogió rosca. El empate a nada estaba escrito.
Ficha técnica
0 - Getafe: Soria; Juan Iglesias, Berrocal, Duarte, Diego Rico; Djené; Carles Pérez (Aleñá, min. 77), Arambarri, Uche (Álex Sola, min. 77), Coba (Borja Mayoral, min. 46); y Juanmi (Álvaro Rodríguez, min. 92).
0 - Sevilla: Nyland; Carmona, Badé, Gudelj, Pedrosa (Kike Salas, min. 76); Sambi, Sow, Saúl Ñíguez (Akor Adams, min. 81); Lukébakio (Juanlu, min. 95), Vargas (Ejuke, min. 76) e Isaac Romero (Agoumé, min. 95).
Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (vasco). Mostró cartulina amarilla a Isaac Romero (min. 19), Saúl Ñíguez (min. 24), Lukébakio (min. 50), Sambi (min. 54), Carmona (min. 91) y Gudelj (min. 97), por parte del Sevilla; y a Coba (min. 25), Berrocal (min. 37), Djené (min. 38) y Juan Iglesias (min. 56), por parte del Getafe.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Coliseum de Getafe ante cerca de 12.000 espectadores.
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