Un feo periplo llega a su fin
Athletic | sevilla
El Sevilla culmina en San Mamés su decepcionante trayectoria liguera a domicilio. Sin nada en juego, la cita valdrá para ir activando piezas, como Kolodziejczak.
Fin del trayecto. El Sevilla echa el cierre a su decepcionante periplo viajero por esos campos de España en el nuevo San Mamés, donde curiosamente sí fue capaz de ganar en la ida de los cuartos de final de la Liga Europa. El remozado estadio bilbaíno ha sido uno de los pocos escenarios de donde el equipo de Unai Emery ha salido victorioso este curso que va a rematar la semana entrante con las dos finales de los dos torneos por eliminatorias. Salvando los primeros cruces coperos, Logroño, Heliópolis y Miranda de Ebro, y la susodicha cita vizcaína los sevillistas no han ganado más partidos fuera de casa, ni en la Liga, ni en Champions, ni en Liga Europa, ni en la cuarta y definitiva parada copera, Vigo. Van a jugar hoy su sexagésimo primer partido de esta larguísima y de nuevo vibrante temporada los blanquirrojos habiendo ganado únicamente cuatro partidos oficiales lejos de Nervión. ¡Cuatro de 30 que ha jugado sin el calor de su grada! Como ha reconocido el propio Monchi, la reflexión profunda sobre este mal de fondo es obligadísima.
Dieciocho citas ligueras, tres de Champions, cuatro de Liga Europa, cuatro de Copa, una de Supercopa de Europa (en terreno neutral, eso sí) y sólo cuatro partidos ganados lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán es un récord histórico, en negativo, claro. Una marca propia de cuando el fútbol era en blanco y negro, los balones eran de correílla y los arbitrajes no tenían la presión de la televisión y sí de la grada local.
Ya llegará el momento de averiguar cuáles han sido las razones para que esto haya sucedido, justo un año después de que el mismo cuerpo técnico, con la similar base de equipo que arrasó en la Liga Europa y logró el récord histórico de puntos en la Liga, 76, haya ofrecido este frustrante periplo que se salva a lo grande gracias a la clasificación para las finales de Basilea y Madrid. Hasta parece mentira viendo estos datos -cuatro partidos ganados fuera de 30 disputados- que el Sevilla y el sevillismo se apresten a vivir la semana más intensa que se recuerda por Nervión frente a dos gigantes del fútbol mundial, el Liverpool FC y el FC Barcelona.
Tras la tercera semana de mayo, y pase lo que pase en Basilea y Madrid, habrá tiempo para analizar las causas de este pésimo bagaje como viajero, que hoy tiene su última parada en San Mamés, donde sí hay algún pequeño premio menor en juego. El Athletic de Ernesto Valverde, después de haber intentado pelear la cuarta plaza con el Villarreal, se debe conformar con la Liga Europa y quiere arrebatarle al Celta la quinta posición, con el prurito de evitar las rondas previas clasificatorias para la Liga Europa. Un asunto menor que quizá no justifique la nueva afrenta de Javier Tebas al ningunear, otra vez más, como una provocación que no cesa, al equipo que, tras el poderoso Barça, le ha dado más títulos europeos en la última década a esa Liga española que dice querer promocionar a nivel mundial.
El Athletic saldrá con todo y el Sevilla reservará todo lo que pueda. El alto precio pagado por las semifinales ante el Shakhtar Donetsk, con las graves lesiones de Krohn-Dehli y Tremoulinas, aconseja a Emery no arriesgar lo más mínimo, si bien por reglamento y por parquedad de efectivos habrá situar hoy como titular a alguno de los hombres que están llamados a defender el pabellón sevillista en Basilea. En la defensa, Rami o Carriço deben actuar de central junto a Diego González. No hay más. Mientras que en la derecha debutará el joven Carmona y en la izquierda Escudero y Kolodziejczak deben repartirse los minutos en la idea de ir planificando los onces iniciales a elegir frente a Liverpool y Barcelona. Por delante, pese a que viajan Krychowiak y Nzonzi, lo lógico es que repita la pareja de medios centro que se alinearon ante el Granada. Por delante, cancha para los canteranos. La reciente paternidad de Llorente y la animadversión de San Mamés desaconsejan su titularidad.
Emery habló ayer de que, por sus características y por el menor cúmulo de minutos de calidad, algún titular de las finales podría actuar hoy. Pero no es cuestión de arriesgar más de la cuenta. Cualquier accidente puede mermar más a un equipo que tiene la reserva encendida y su selecto once titular guardado como oro en paño.
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