La fe en Nianzou de García Pimienta y el laberinto de los centrales

La plantilla del Sevilla está básicamente configurada, aunque Víctor Orta ya advirtió en su última rueda de prensa, la de la presentación de Iheanacho y Agoumé, de que “queda bastante trabajo por hacer” y que está “activo en el mercado” para las necesarias salidas y las posibles entradas. ¿Afectará esa actividad al eje de la zaga?

La llave para que haya cambios en el eje de la zaga la tiene Badé, única y exclusivamente. Pero Nianzou parte como una pieza del proyecto, por mucho que no termine de convencer de puertas afuera. Y Marcao, pues… sigue continúa siendo una especie de china en el zapato por sus problemas con las lesiones y la imposibilidad de que pueda salir.

De puertas adentro, la inquietud sigue otros caminos a los del eje de la zaga, tan en entredicho. En el sevillismo sigue preocupando el rendimiento de los centrales, aunque Xavi García Pimienta se mantiene más tranquilo sobre la línea defensiva que aficionados y prensa. El técnico catalán es conocedor de primerísima mano de la realidad del Sevilla, de la necesidad de ajustarse al límite salarial. La prueba es que a 9 de agosto, una semana antes del inicio de la Liga, sólo figuran inscritos en la Liga los cuatro primeros fichajes: Saúl y Lokonga se inscribieron el 30 de julio y Ejuke y Peque, un día después, el 31 de julio. Aún no constan Iheanacho ni Agoumé, aunque Orta se mostró tranquilo. “Estamos ocupados en las inscripciones”, dijo calmoso en su última comparecencia.

La realidad es que Nianzou y Marcao tienen un peso enorme en el coste de la plantilla por ficha y amortización y esto no cambiará ni aunque hubiera un jugoso traspaso de Badé a la Roma, lo que requeriría el fichaje de otro central por él. Poco puede hacer Víctor Orta para paliar esa falla arrastrada de la época anterior, en la que el coste de la plantilla duplicaba al de la actual, que es hija de la economía de guerra tras la abrupta salida de las competiciones europeas. De hecho, el director deportivo ha sido muy estricto en la fórmula de reducir a la mitad el coste anual de cada fichaje realizado sobre el de cada cada salida que ha ido dejando hueco. La necesaria ecuación del 50%. 

Ante esta situación, García Pimienta ha optado por adaptarse a lo que hay. Sabe que es imposible que salgan Nianzou y Marcao y, si en el caso del segundo todo dependerá de la recurrencia en las lesiones, en el caso del primero tiene una gran confianza en sus posibilidades. Hasta tal punto que espera pulir los defectos del central francés, a sus 22 años. Esos excesos de confianza en la salida del balón que producen fuegos, errores al medir en sus salidas a campo abierto sobre su marca, despistes en centros paralelos… Errores que volvieron a manifestarse frente al Fulham. Aunque Nianzou va creciendo en confianza, sobre todo a la hora de salir valiente a anticiparse a su marca.

La seguridad con el balón en la salida será el gran caballo de batalla de García Pimienta. Nianzou llegó como relevo de Koundé en 2022, del Bayern Múnich por 16 millones de euros. Y además firmó un contrato creciente en los emolumentos según iba cumpliendo temporadas. Va a empezar la tercera de los cinco que firmó. Y a la tercera espera Víctor Orta, de la mano de García Pimienta, que sea la vencida. Algo así como hacer de la necesidad virtud. 

Caso aparte es el de Marcao, que llegó también en 2022 a cambio de los 13 millones de euros que se embolsó el Galatasaray, lo que produce un coste anual de ficha y amortización de traspaso también muy elevado. Ahí poco pueden hacer los técnicos sevillistas, más allá de cruzar los dedos para que no vuelva a lesionarse.