García Pimienta, una fe a prueba de catastrofistas

Ni temporada de transición, ni nuevo proyecto, ni dudas sobre una planificación inconclusa y una plantilla que disputará tres jornadas ligueras, cuatro prácticamente, antes del cierre del mercado. Ni una duda. Xavi García Pimienta tiene un optimismo exacerbado, una fe inquebrantable y a prueba de agoreros.

Es como si se hubiera puesto una coraza contra los mensajes negativos y lo que trae arrastrado el Sevilla de las dos últimas temporadas, una deriva que, combinada con el contexto social y accionarial guerracivilista y con las dudas sobre un sistema de juego arriesgado con precedentes negativos, ha colocado en la mente de muchos sevillistas la visión más negra.

Contra todo eso, la luz y la ilusión casi infantil de García Pimienta. El brío del barcelonés no tiene refreno posible. Ha llegado con unas ganas tremendas a Nervión e incluso, para salir de la burbuja de la ciudad deportiva y la protección oficialista del club, tuvo el martes una reunión informal con varios periodistas que cubren la información del Sevilla para palpar el ambiente real, el de la calle.

Por ello aún sorprendió más su tremendo optimismo. Sabe ya de primera mano que tendrá muchos frentes abiertos. En lo deportivo, en lo social, en lo accionarial. Y sin embargo... “Somos el Sevilla y el Sevilla aspira siempre a lo máximo, a todos los títulos por los que compite y eso lo vamos a hacer, no vamos a tirar nada, ningún partido, ninguna competición”, dijo taxativo tras advertir que iba “a sonar raro” lo que iba a decir. Y tan raro.

Mientras muchos sevillistas agoreros y catastrofistas hablan de segundazo, García Pimienta quiere luchar por títulos. “Cuando tengamos la Copa entre semana nos tendremos que adaptar. Y estoy convencido de que el equipo y el club, sabiendo en la situación que está, va a estar preparado para luchar por lo máximo en la Liga y también, por qué no, en la Copa del Rey”. Ahí queda eso.

Todo lo fundamenta en la calidad que ve en la plantilla para ejecutar su idea de juego y en la permeabilidad de la misma para absorber sus ideas. El barcelonés desbrozó su ideario incidiendo en que es mucho más versátil de lo aparente. Le costará quitarse el sambenito del fútbol de posesión y control, con ese marchamo del juego al pie propio de La Masía del que tanto abomina el sevillismo. “Queremos ser protagonistas con el balón, pero con la intención de llegar lo más rápidamente posible a la portería contraria”, argumentó.

“Si tenemos la posibilidad de, con dos pases, llegar a la portería contraria, no vamos a ir jugando hacia atrás. A veces habrá que tener la paciencia necesaria en función de cómo defienda el rival. Pero lo que queremos es ser verticales, ser ofensivos, generar la mayor cantidad de ocasiones de gol para poder marcar y naturalmente ser contundentes a nivel defensivo, tanto cuando tenemos el balón como cuando no lo tenemos”, arguyó.

Y puso el ejemplo del partido con el Fulham para defender que su equipo también sabe defender con repliegue intensivo, frente a la crítica de sus temerarias líneas adelantadas. “En el partido contra el Fulham hubo un momento en la segunda parte en que nos sometieron, el equipo se replegó, se juntó muy cerquita de nuestra área. Y eso también es competir y saber jugar, aunque no tengas el balón. Y yo quiero un equipo competitivo que sepa jugar con balón, que sea vertical, que sea ofensivo, que suceda lo que nosotros queremos. Pero que al mismo tiempo a los rivales también les cueste generarnos ocasiones de gol y todo eso irá en función de nuestra concentración”.

Pero, ¿también está satisfecho con la planificación y con la plantilla que quedará configurada una vez concluya el mercado? Por su puesto que sí... “El 31 de agosto tendremos la mejor plantilla posible seguro, teniendo en cuenta la situación del Sevilla. Estamos a dos días de un partido, no sé qué pasará mañana o antes del partido", asguró.

Y prosiguió en esa línea de convcción: "Estoy seguro de que la gente que vamos a tener el día de Las Palmas en ningún caso va a ser inferior como para poder ganarlo. Y como para mí estos jugadores son los mejores que puedo tener voy a ir a muerte con ellos a ganar el partido, aun sabiendo que en 14 días -el viernes 30 de agosto cierra el mercado- pueden pasar cosas. Pero el club va a hacer todo lo posible para tener la mejor plantilla posible y podremos luchar para todo lo que nos propongamos durante la temporada”. Rotundo, inalterable.