Del excelso golpeo de Lukébakio al notable control del balón de Lokonga
Los dos belgas fueron los mejores jugadores sevillistas en el reencuentro con el triunfo como forastero
La crónica del Espanyol-Sevilla
Barcelona/Reencuentro de los sevillistas con el triunfo como forasteros después de mucho tiempo, concretamente desde que derrotaran al Las Palmas de Xavi García Pimienta precisamente en el Estadio Gran Canaria. La solidez de la pareja Badé-Nianzou fue fundamental para que después Lukébakio pusiera la calidad en los golpeos y Lokonga el fútbol en el centro del campo.
Lukébakio | Su calidad de golpeo le abre muchas puertas a todos
Su calidad con la pierna izquierda es impresionante y ya lo había demostrado tanto la pasada temporada como en la presente en muchas ocasiones. Su disparo en el cero a uno fue excelente, con el efecto justo para que se hiciera imposible para la estirada de ese gran portero que es Joan García. Se alejó de su posición para después entrar como un obús, pues llevaba mucha fuerza pese al golpeo con el interior del pie. Y en el segundo le dieron un metro y la puso fuerte y con precisión.
Lokonga | Es frío, pero eso también lo hace no precipitarse
Notable partido del medio centro por el que ha apostado Víctor Orta esta temporada para la creación del fútbol. Es frío, casi gélido, pero eso también le abre la puerta de la tranquilidad, de saber esperar el momento justo para dar el pase y superar las líneas del adversario. Parece que no se pone nervioso jamás y ve muy bien el juego por dentro para hallar las soluciones adecuadas.
Nianzou | Por fin, una buena pareja de centrales con él
Cuando Monchi lo fichó por un buen puñado de millones está claro que veía en él a un buen proyecto de defensa central, pero hasta ahora sólo había ofrecido sensaciones poco fiables desde su llegada, incluidas las continuas lesiones musculares. Sin embargo, parece que ha dado con la pareja ideal con su compatriota Badé y en el perfil izquierdo. En Cornellá tuvo un rendimiento bastante alto.
Isaac | Es necesario que se tranquilice y olvide la ansiedad
Quienes habían visto jugar al lebrijano en el filial sevillista e incluso en el tercer equipo tras su retorno a los escalafones inferiores pueden decir, sin duda, que están ante un futbolista diferente. Isaac ha entrado en un bucle en el que transmite ansiedad y precipitación, parece que quiere atropellar a los rivales. Necesita tranquilidad, serenarse, pues tiene calidad técnica para ello.
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