La esperada jerarquía de Saúl en el necesitado Sevilla

García Pimienta ya podrá contar en Vitoria con el ilicitano, cuyo liderazgo en el vestuario no ha tenido aún traslado al césped por sus sanciones

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Saúl observa el balón en un rondo de calentamiento del Sevilla.
Saúl observa el balón en un rondo de calentamiento del Sevilla. / José Ángel García

La nueva moda, auspiciada por LaLiga y secundada por los clubes, de abrir las puertas de los vestuarios a los medios de comunicación permite acceder a aspectos como el mando de los futbolistas. En uno de esos vídeos que se transmiten por las redes sociales, el Sevilla ubica la cámara antes del partido contra el Getafe. La victoria permite difundirlo a posteriori para reforzar la confianza y el compromiso que mostraban los jugadores antes de una cita de tal trascendencia, con el ambiente crispadísimo. En la escena de gritos de ánimo, con las pulsaciones camino de las 180 por minuto, se destacan las voces de varios líderes: Nyland, Jesús Navas... y Saúl de paisano.

El mediocampista ilicitano cumplió frente al Getafe el segundo partido de sanción, tras perderse también el encuentro contra el Girona previo al primer parón. Es decir, ya está disponible para jugar el viernes en Mendizorroza, un partido en el que el Sevilla debe ratificar que el rumbo ha virado. La vuelta de Saúl debe ayudar a ello.

En el vídeo difundido por el Sevilla se oye al mediocampista cedido por el Atlético de Madrid muy metido en las arengas previas al encuentro. “A ver, gente, hay que entender los momentos de la Liga. Y éste es uno, éste es uno de los importantes. ¡Dale! Es un punto de inflexión para nosotros”, dice en voz muy alta, mientras Nyland también anima a sus compañeros: “Todo el tiempo para nosotros, ¡eh! Somos nosotros”. “Orgullo, orgullo. Lo damos todo, todo aquí, salimos fuerte. Cada detalle, cada detalle”, dice Jesús Navas, cuya voz se solapa con la de un muy activo Saúl: “¡Positivo, positivo, dale, dale!”. Luego todos se reúnen en la piña de conjura. “Uno, dos, tres. ¡Sevilla!”.

La rebaja del 80% de su sueldo

Saúl accedió a las especiales condiciones que le ofreció el Sevilla porque quería volver a sentirse futbolista, y con peso. No ha venido a Nervión a pasar de puntillas y así lo ha expresado recientemente él mismo: quiere comerse "los marrones". Y su predisposición dice mucho. De hecho, está cobrando una quinta parte de su sueldo en el Atlético, rebajándoselo en un 80%, para poder firmar por el Sevilla, que también pactó con él las condiciones de su posible continuidad. En el Metropolitano tiene contrato hasta 2026 y el ilicitano espera poder asentarse ya que no cuenta para Diego Pablo Simeone, pese a que la temporada pasada jugó 49 partidos oficiales. Ve que el Sánchez-Pizjuán puede ser un buen sitio para continuar su carrera a sus 29 años. Cumplirá los 30 años el mismo día que Jesús Navas cumplirá 39, el 21 de noviembre.

Víctor Orta también lo fichó para que fuera un líder de un vestuario que iba a seguir perdiendo a muchos pesos pesados desde que en enero salieran Fernando y Rakitic y luego Sergio Ramos, Acuña y Ocampos. Y tanto la dirección deportiva como el cuerpo técnico están esperando que esa jerarquía que Saúl demuestra en entrenamientos o arengas, en el día a día, empiece a trasladarse al césped, algo que hasta ahora no ha podido hacer por culpa de las sanciones.

De cinco jornadas ha jugado dos partidos, debido a la sanción que arrastraba de la temporada pasada y a la expulsión en Mallorca por su niñería. Una salida de tono que no encaja con lo que viene buscando en Nervión: el liderazgo. 

Su regreso palia las necesidades de un centro del campo casi huérfano de mando, con Lokonga lesionado además. Saúl será titular y Badé, tras superar su lesión muscular, también debe fortalecer la zaga, que sigue mostrando muchas dudas. Ambos están llamados a consolidar al equipo de García Pimienta tras el primer triunfo.

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