En espera de que Roque Mesa perfile su nuevo contrato
Sevilla FC
El canario, cerca de abandonar el Sevilla, jugó 56 partidos oficiales (3 goles y cinco asistencias) y dejó momentos de liderazgo como aquel partido en la niebla de Leganés
Leganés-Sevilla: para rebelde, Roque Mesa
Los tres últimos directores deportivos del Sevilla apostaron fuerte por él: Monchi en 2016 y Óscar Arias y Joaquín Caparrós entre enero y julio de 2018
El Sevilla se mantiene a la expectativa de que Roque Mesa y el Galatasaray terminen de perfilar los extremos de su contrato en el campeón turco para que haya fumata blanca a la llegada de Fernando. Es el principal fleco de un trueque, inopinado en estos días de traspasos, comisiones y amortizaciones millonarias, que podría satisfacer a las cuatro partes: Sevilla, Galatasaray, Fernando... y Roque Mesa. La entente es muy cercana.
Pese a que los tres últimos directores deportivos del Sevilla apostaron fuertemente por él, desde Monchi en 2016 a Óscar Arias en enero de 2018 y finalmente Joaquín Caparrós en junio de ese mismo año, Roque Mesa no ha terminado de cumplir las expectativas y el regreso de Monchi y la apuesta en Julen Lopetegui fueron el prólogo de su previsible adiós del Sevilla.
La temporada pasada actuó en 49 partidos oficiales en total, una cifra muy considerable, marcando tres goles y dando cinco asistencias. Dejó momentos bajos, como su injusta expulsión en el derbi, y otros más memorables, como su liderazgo en la niebla de Leganés, tras la expulsión de Franco Vázquez al descanso, echándose el equipo a las espaldas en busca del empate. En total, con los de la media temporada anterior, jugó 56 partidos oficiales. Y dejó impronta de implicación, dentro y fuera del campo, aun con sus defectos tácticos.
El futbolista canario tiene una historia curiosa en el Sevilla, pese a que no terminó de rendir tal y como esperaba el club desde que estuvo a punto de firmarlo, aún con Monchi al mando de la dirección deportiva, en julio de 2016.
El Sevilla llegó a un acuerdo con Las Palmas por 8 millones de euros. Pero luego, el presidente grancanario, Miguel Ángel Ramírez, tan ciclotímico, adujo la lesión de Javi Castellano, que se había perdido toda la temporada anterior, para retener a Roque Mesa y pedir 10 millones de euros. Se frustró el acuerdo y Roque Mesa acabaría firmando por el Swansea.
Tras no terminar de cuajar en el Swansea, el Sevilla, ya con Óscar Arias como director deportivo, lo volvió a intentar. Y pese a que Ramírez de nuevo quiso torpedear la operación, esgrimiendo un derecho de tanteo que no podía ejercer tras la importante subida de emolumentos del jugador en la Premier League, el Sevilla lo firmó en enero de 2018. Pero apenas jugó con Vincenzo Montella.
Joaquín Caparrós sí le vio cosas interesantes: implicación, sacrificio, buena técnica y hambre. Tras el derbi en Heliópolis al final de aquella temporada (17-18), impelió a José Castro a pagar su opción de compra al Swansea. Finalmente, el Sevilla dejó correr el plazo de tal opción y acordó su traspaso por una cantidad algo menor, 6 millones de euros. Pero la pasada temporada no terminó de encontrar su sitio. En el Galatasaray, campeón de la Superliga turca en las dos últimas temporadas, lo espera una nueva aventura, una nueva pasión... y la Champions que el Sevilla no pudo lograr.
De momento, Roque Mesa sigue como uno más en la concentración de Lagos, ajeno al caudal informativo sobre su futuro inmediato, implicado como el que más y metiendo la pierna en los entrenamientos, tal y como se ha podido ver en la sesión de esta mañana.
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