Lopetegui: "Somos un equipo campeón, como el Bayern"
Sevilla FC | Entrevista
El entrenador que metió la Sexta en las vitrinas del Sánchez-Pizjuán se ilusiona con ganar la Supercopa pese a medir fuerzas con “el mejor equipo del mundo”
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El Bayern Múnich destroza al Schalke 04 en su estreno en la Bundesliga (8-0)
Un vasco no mira hacia atrás. Ni los recelos que motivó su nombraniento, ni el debate Dabbur-De Jong, ni el bajonazo de Miranda de Ebro. Julen Lopetegui Agote (Asteasu, 28-8-66) ni siquiera recuerda ya sus lágrimas en Colonia. El Bayern Múnich ocupa ya cada una de sus conexiones neuronales.
–¿Cómo va la preparación?
–Es una pretemporada muy diferente, no es una pretemporada normal. Por las circunstancias, que son históricas, nunca ha habido una experiencia previa a una situación como la actual. Y más en las circunstancias nuestras. Tenemos ocho jugadores que sólo han descansado cinco días y el resto doce días prácticamente. Es algo complicado y más con la intensidad de la temporada que nos espera. Si a ese poco descanso añades que condensamos una temporada entera o casi entera en un mes y medio de competición, la Champions incluida, y arrancando dos partidos más tarde que el resto, pues tienes que va a ser un calendario de miércoles-domingo, miércoles-domingo o martes-sábado con muy poco tiempo de preparación. Me preocupa un poco el aspecto físico, pero a ver cómo somos capaces de prepararnos y también el aspecto mental, porque lógicamente no sólo tiene que descansar el cuerpo sino también un poco la cabeza. Trataremos de equilibrar y adaptarnos a una circunstancia diferente e histórica.
–Una temporada que acabó con final feliz, pero muy dura, con situaciones nuevas, complicadas.
–Te obliga a adaptarte y la complicación viene de la diferencia porque la exigencia siempre existe, tanto en el club como en la competición. Hemos tenido que hacer frente a situaciones totalmente diferentes donde el factor principal al principio de la preparación, a la vuelta del confinamiento, es el contagio y luego tenemos que desmontar todo eso para la preparación del objetivo principal que es la competición. Ser capaces de unir esos escenarios y adaptarlos a la realidad te exigía tener una adaptación importante y nos vuelve inclusive a exigir. El propio protocolo, que te limita un montón de situaciones… tienes que tratar con todo esto de hacer un anclaje como equipo a nivel emocional. La dificultad de la temporada pasada, aparte de la exigencia de un club como el Sevilla, es que hicimos una temporada de trece meses, ésa fue la realidad. Y luego una adaptación individual, durante el confinamiento, igual al esfuerzo que nos hizo tener una preparación diferente.
–Ajustar microciclos, en una situación también tan cambiante, no poder hacer sesiones con contacto, disputas… no es fácil.
–Bueno, las líneas rojas las pone el protocolo y nosotros lo que teníamos que hacer era adaptarnos a ese escenario pero sin perder el foco y el foco es la exigencia de la competición. Por eso decía que conseguir equilibrar el respeto y la precaución al contagio cumpliendo el protocolo pero sin perder el foco de la competición y la competitividad que se le exige a un futbolista cuando entrena no es fácil, porque estás intentando a veces mezclar el agua con el aceite. Tratamos desde el principio de enfocar eso con naturalidad, que el jugador entendiera que ambas cuestiones eran factibles y combinables e intentar cada paso darlo de manera sólida. Nosotros hemos tratado de cumplir el protocolo como todos los equipos, supongo.
–Y ahora el triple salto mortal, preparar una final con muy poco tiempo y contra el Bayern...
–Tenemos mucha ilusión, mucha ambición y muchas ganas. Nos tenemos que adaptar al poco tiempo y a las circunstancias de la preparación. Evidentemente, unos jugadores llegan en unas condiciones y otros en otras, unos jugadores nos llegan de las selecciones que han competido y otros no… y eso tienes que equilibrarlo. Hay que fusionar los momentos de forma de cada uno para el equipo. Sabiendo que la ilusión la tenemos que llevar por encima de todas las dificultades y nos tiene que empujar a dar lo mejor en los entrenamientos que tenemos.
–El sevillismo sigue en bucle. Se ilusionaba en la Europa League y ya tiene otra ilusión. Se le vio muy emocionado con el título. ¿Era un poco que el fútbol le había devuelto algo que le debía?
–A mí el fútbol no me debe nada, al contrario, le debo yo mucho al fútbol, es mi vida. Llevo desde los 18 años como profesional y desde que nací llevo el sueño del fútbol en la cabeza. El fútbol me ha dado muchísimo. Simplemente fue la emoción, ganar un título es muy, muy difícil, la Europa League más, y ante rivales con los que jugamos y con las circunstancias tan complejas que teníamos, más todavía. Fueron lágrimas de alegría, cada uno la expresa de una manera, pero el fútbol no me debe nada, al contrario. Y ahora tratamos de ilusionarnos otra vez con otra final que todavía no la hemos ganado y vamos con toda la ilusión y la sana intención de competir con un rival grandioso como el Bayern y la doble intención de prepararnos para ese partido y para una temporada que arrancará inmediatamente después de la final, a los tres días. Por eso te decía que es un escenario complejo, difícil, ilusionante y diferente que nos va a obligar a dar lo mejor de nosotros en cada momento, es la única manera de adaptarte a las dificultades, a los retos o a las adversidades.
–El Sevilla ha jugado Supercopas apasionantes, la de Tiflis ante el Barça, la de Trondheim con el Madrid, pero con el Bayern no se juega todos los días.
–Las finales de Supercopa tienen dos cuestiones. Una que juegas contra el mejor equipo de Europa del útimo año, en este caso el Bayern Múnich de manera muy merecida y muy contundente, ganando los tres títulos que tenía en liza y además de manera muy brillante, con una superioridad futbolística y haciendo un trabajo extraordinario. Luego además sacando brillo a un elenco de futbolistas extraordinario. Bueno, el rival es de enjundia y es lógicamente de los mejores. Para mí actualmente es el mejor equipo, con fama mundial y eso es lo que te exige un partido como éste. Pero estamos en la final porque hemos ganado la Europa League, también nosotros somos un equipo campeón, ante rivales como tú decías no sólo con glamour e historia sino con grandísimos equipos y entrenadores como la Roma, el Wolves… para mí fue un partido complejísimo el del Wolves, el Manchester, el Inter… y ahora pues vamos a afrontar el partido ante el Bayern igual, con ilusión y con la sana intención y la mentalidad de ganar aunque sabiendo las dificultades que nos vamos a encontrar.
–¿Puede ser también una medida para ver dónde puede llegar esta plantilla en la Champions?
–No, no estamos pensando en dar una medida para el futuro. Simplemente estamos pensando en dar la mejor medida nuestra de cara a la final y a la exigencia del Bayern. Luego después de eso vendrán otras competiciones que habrá que analizar y que serán sin duda serán exigentes.
–Se ha destacado la capacidad del Sevilla con una plantilla que se fue debilitando y que fue superando cada contratiempo. Se fue Carriço, Nolito aunque contara menos, luego lo de Gudelj…
–Sí, la verdad es que la fase final de la Europa League la afrontamos con sólo 17 futbolistas de campo por todas las salidas que se produjeron, pero es cierto que todo el mundo afortunadamente pudo llegar con buena salud a la competición y también en un buen estado mental. Y sobre todo con un gran compromiso en todo lo que hacíamos. Ahora se ampliará, o estamos ampliando la plantilla y nos estamos preparando para una temporada muy, muy exigente, con muchas competiciones y sobre todo con mucha intensidad de partidos. Lo decía antes, la temporada arranca con mes y medio menos de competición, pero con muchos más partidos en menos tiempo puesto que lógicamente nosotros arrancamos más tarde al habérsenos aplazado los primeros partidos. Más la Champions, etcétera… todo nos va a dar una densidad muy grande de partidos y nos va a obligar a tener un fondo de armario grande y a darle mucho sentido a las palabras plantilla y equipo. Necesitamos fondo de armario para que podamos ser competitivos en todas las competiciones. Y va a ser complejo. Los inicios de la Europa League son diferentes a los inicios de Champions. La exigencia de la Champions de alguna manera seguramente te permite menos, no voy a decir pruebas pero sí menos alternancias y en este caso sí tenemos que tener ese fondo para poder competir dentro de la propia plantilla en todas las competiciones.
El título de Colonia
El fútbol no me debía nada, al revés; mis lágrimas tras la final eran de emoción porque ganar un título es difícil”
Esfuerzo doble
A Alemania fuimos con 17 jugadores de campo; con Champions vamos a necesitar un gran fondo de armario”
–En este sentido, ¿qué puede aportar Marcos Acuña?
–Lo mismo que puede aportar Iván (Rakitic) u Óscar (Rodríguez). Hemos tenido dos salidas muy importantes, como la de Éver, y sobran las palabras de todo lo que nos ha dado y lo que representaba para nosotros y también de Reguilón, que ha sido un futbolista muy importante esta temporada. Ahora pues los que vienen van a dar lo mejor de sí mismos y trataremos de apoyarlos para que puedan ayudarnos igual que lo hicieron sus compañeros a ser un equipo cada vez más completo y más fuerte y competitivo. De Marcos esperamos que nos ayude a conseguir nuestros objetivos.
–El equipo con él, con Óscar, más Jordán... gana en golpeo.
–Su golpeo es una de sus cualidades y hay otras muchas que va a tener que ponerlas en liza, con el golpeo solamente no vale. Pero bueno, al margen de su golpeo, tiene otras cualidades que seguramente serán más importantes para poder optar y para confiar en que nos puedan ayudar. Marcos lleva tiempo sin entrenar en grupo y tenemos que adaptarlo rápidamente al trabajo colectivo, a que entienda a la velocidad a la que jugamos aquí. Él se tiene que adaptar esa velocidad competitiva para que cuanto antes sea capaz de adaptarse a nuestro equipo y a nuestra manera de jugar.
–El sevillista se pregunta cómo será el nuevo Sevilla sin Banega.
–Esperemos que sea un equipo igualmente competitivo, igual de solidario, de trabajador y que tengamos ese punto de fútbol y de calidad para poder superar a los rivales. A nivel colectivo que sea un grupo solidario, un grupo esforzafo, concentrado y con una gran mentalidad. Eso es lo que tratamos de hacer. Evidentemente, ya hemos hablado de Éver, le vamos a desear toda la suerte del mundo para su futuro pero creo que ya toca hablar de los que están aquí, agradeciendo a los que se han ido y reconociendo la calidad que tenían, pero ahora toca hacer sitio a los que han llegado.
–Monchi se atrevía a decir que es el jugador de más calidad que ha visto por aquí. ¿Lo comparte?
–No voy a decir si el mejor o no el mejor, porque hay muchos jugadores, lo que sí voy a decir es lo que he dicho siempre, que Éver es un jugador de grandísimo, de máximo nivel en todos los sentidos, no sólo de calidad futbolística sino también de mentalidad competitiva. Es un jugador que cuando más difíciles estaban las cosas más la quería, mejores respuestas daba en los momentos más complejos y sobre todo esa competitividad le hacía ser capaz de ser algo mucho más allá de un jugador de calidad. Un jugador sufrido, un jugador que arrastraba también en su comportamiento a los compañeros y que nos ayudó a ser mejores.
–Cito dos virtudes, personalidad y mentalidad, tanto del equipo como de una dirección técnica fiel a su idea. He visto técnicos que apuntaban alto (y que luego lo demostraron), pero que por dejarse llevar por las dudas y la prisa del entorno no desarrollaron lo que podían haber dado...
–Los debates futbolísticos forman parte del contexto de nuestro trabajo y es normal. Nosotros hemos tratado de vivir al margen de esos contextos que de alguna manera unas veces son hacia un lado y otras hacia otro y sean de un lado o de otro tratamos de focalizar nuestro trabajo en lo que creemos que tenemos que hacer cada día para mejorar el equipo, centrar nuestra atención en lo que está bajo nuestro control e intentar crecer permanentemente. Al margen de que hubiéramos ganado el domingo anterior o no. Es cierto que hemos estado toda la temporada arriba, desde el principio, y eso no es fácil, es difícil. Es verdad que hemos tenido momentos algo más complicados pero también creo que eso forma parte del fútbol, si alguien piensa que en una temporada no hay momentos malos o difíciles está lejos de la realidad. No para nosotros sino para todos los equipos, para todos los entrenadores y sobre todo allá donde está la máxima exigencia.
–¿Y hay menos paciencia con los que arman un bloque defensivo?
–Nosotros no hemos creado un bloque defensivo, hemos creado un equipo. Hemos sido el equipo que más ha atacado de toda la Liga, el que más veces hemos llegado al área de toda la Liga y que más balón ha tenido. Hemos tratado de atacar mucho, pero sí creemos que para atacar mucho y bien hay que defender mucho y bien. Hemos tratado en definitiva de ser un equipo, a veces lo hemos conseguido más y a veces menos. Todavía tenemos que mejorar en aspectos defensivos y ofensivos, nunca hay límites en la mejora. Hay muchas maneras de construir un bloque defensivo. Una jugando en el área contraria y apretando arriba y otra metiéndote en tu área. Nosotros tratamos de hacer la primera.
–Por un lado el virus ha privado al equipo del apoyo y la energía de la afición, ¿pero ha podido liberar de presión al futbolista?
–Te puedo contestar esa pregunta diciéndote que estamos ansiosos por jugar con nuestro público y en estadios con público. El fútbol tiene mucho más sentido cuando tienes ese ambiente que nos hace sentir a los futbolistas y a los entrenadores, a todos los partícipes de este magnífico juego de otra manera. Pero hemos tratado de adaptarnos a esa situación, dar lo mejor de nosotros en ese escenario sin público y tenemos que seguir haciéndolo así. Al final tenemos que adaptarnos a la realidad que nos toca vivir, a coger la curva que toca, no la siguiente sino la que toca y eso va a ser también esta temporada, el día a día. Ahora va a ser la final, luego arrancaremos la Liga con partidos más tarde. Nos tocará adaptarnos a todo.
–En fútbol los directivos siempre son más osados que los técnicos. ¿Se ha oído y leído demasiado lo de ganar la Liga?
–No nos tiene que motivar ni inyectarnos ambición nadie, somos los primeros en motivarnos y muy ambiciosos en todo lo que hacemos. Pero la ambición pasa por por intentar dar lo mejor de uno mismo cada día, no hay otro escenario posible. Hablar de lo demás es utopía y algo que no te ayuda. Lo que nos va a ayudar a ser mejores es exigirnos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Vamos a dar lo mejor, yo como entrenador, los jugadores como jugadores, el club como club y los empleados como empleados. A partir de ahí vamos a ambicionar ganar cada partido, ése es el escenario que nos marcamos el año pasado y el que nos vamos a marcar este año. Así hemos ganado la Europa League y hemos conseguido clasificarnos para la Champions, algo realmente difícil y muy complicado, muy difícil y complicado (repite) en la Liga española y ahora tenemos que tratar de volver a ilusionarnos con lo que te he dicho, ganar el primer partido y el primer partido que toca es el Bayern, después contra el Cádiz, y va a ser asi y va a seguir siendo así. No hay otro secreto en el fútbol, lo demás no vale.
El emotivo recibiemiento de su padre y el particular elogio de David Vidal
De sus cortas vacaciones vio la luz un emotivo vídeo de un padre recibiendo a un hijo campeón. “Lo bueno de la familia es que te recibe igual aunque no ganes, pero en este caso habiendo ganado… Fueron momentos bonitos, tengo una familia extraordinaria y soy muy afortunado por ser el entrenador del Sevilla y por tener esa familia, que tiene ya sangre sevillista, incluido mi padre”. Por otro lado, el técnico comenta un apunte curioso de David Vidal, que destacó que ningún portero triunfó como entrenador en la historia del fútbol... a excepción de Lopetegui. “No creo que haya una relación directa, pero le tengo un cariño especial, fue mi entrenador varios años”.
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