Ante el epílogo del mito Jesús Navas

El futbolista palaciego afronta sus dos últimas semanas como jugador profesional con el deseo de una despedida digna de Nervión ante el Celta

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Jesús Navas espera el balón en un rondo con Valentín Barco y Kike Salas.
Jesús Navas espera el balón en un rondo con Valentín Barco y Kike Salas. / Antonio Pizarro

Sábado 14 de diciembre de 2024. Es la fecha que quedará grabada en letras de oro en la historia del Sevilla como la del día en la que por última vez corrió la banda derecha del Ramón Sánchez-Pizjuán Jesús Navas González, Jesús Navas en las alineaciones, un mito vivo que afronta la despedida en un encuentro oficial de la que siempre será su casa. La cita es frente al Celta, a las 18:30, mientras la noche se cierne sobre una ciudad ya metida de lleno en la preparación de una Navidad tras cuyo paso Jesús Navas dejará de ser futbolista para ser sólo figura. Una figura inconmensurable. El jugador con más partidos y más gloria en los prolíficos anales del club de Nervión. El penúltimo de sus posiblemente 705 encuentros con el Sevilla lo jugará este sábado.

Para el 30 de diciembre llegará el homenaje en este mismo escenario. Pero él donde se siente y disfruta de verdad es corriendo la banda de Nervión con la camiseta del Sevilla y un rival enfrente con el que porfiar por el balón. El palaciego está en un estado de nerviosismo positivo llevado por los momentos que ya prevé que tendrá que vivir cuando salte y abandone por última vez el césped de su hogar futbolístico. Porque el sábado será su último encuentro oficial en el Ramón Sánchez-Pizjuán, en el estadio de su equipo del alma. 

Será la despedida de algo más que un simple club para él, el lugar donde echó los dientes y donde ganó hasta ocho títulos, cuatro europeos y cuatro nacionales. A saber: las Copas de la UEFA 2006 y 2007, las Copa del Rey 2007 y 2010 y las Supercopas de Europa 2006 y de España 2007 en su primera etapa; y las UEFA Europa Leagues 2020 y 2023 en su segunda etapa. En medio, ganó con el Manchester City la Premier League 2014 y las Copas de la Liga 2014 y 2016. Y antes y después de su paso por Inglaterra ayudó a la consecución de cuatro títulos de la selección española, más que nadie en la historia también: el Mundial 2010, las Eurocopas 2012 y 2024 y la Liga de Naciones 2023.

La suya es una historia jalonada por hitos gloriosos. Uno detrás de otro. Le falta algún título con los escalafones inferiores de la selección, en la que habría sido un fijo de no haber sufrido aquellos iniciales problemas de ansiedad que fue abandonando poco a poco hasta comprender que su destino era trascender en la historia del fútbol universal, hasta convertirse en un futbolista de época que ha ganado otro título que no está en ninguna vitrina pero que lo señala como un jugador único: el respeto absoluto del fútbol nacional e internacional, de entrenadores, compañeros, prensa y aficionados, y el reconocimiento en los estadios que va visitando mientras se acerca la hora de colgar las botas con 39 años.

No pudo despedirse del Metropolitano. No estaban el partido ni el ambiente para homenajes, hay que apuntar inmediatamente. Pero Jesús Navas, tras descansar frente al Atlético, quiere ponerlo todo de su parte para jugar contra el Celta y además ansía hacerlo como titular. Esto coloca en un brete a García Pimenta, que ya abandonó su idea de intentar convencerlo para que siguiera después del 30 de diciembre. El técnico sólo lo ha puesto titular tres veces –Getafe y Valladolid en casa y en Olot, en la Copa del Rey–. Y además lo está colocando de extremo. Pero en su sitio natural es intocable el máximo goleador del equipo, Lukébakio, que suma 7 tantos.

García Pimienta necesita ganar no sólo como homenaje a Jesús Navas. Y el palaciego no puede responder ya a la exigencia del catalán, según se colige de sus decisiones. El lastre de su cadera lo ha echado del fútbol anticipadamente. Pero todavía tiene por delante sus dos últimos envites. Ante el Celta jugará su partido 704. Luego quedará el cierre del telón del Bernabéu. El domingo todo será nostalgia en Nervión, donde muchos dirán “yo vi jugar a Jesús Navas”.

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