Las diferentes formas de ver la situación contractual de Isaac Romero

Pese a lo que se diga, pese a que unos ven la situación superpositiva y otros no tanto, nadie suelta prenda sobre la posible renovación de Isaac Romero. El Sevilla vende que está tranquilo, pero no lo está. No puede. El futbolista en tres meses entra en su último año de contrato. El 1 de enero puede negociar libremente con cualquier club. El Sevilla se aferra a una cláusula de rescisión que, además, es baja (20 millones, dicen, a partir de que juegue cuatro partidos).

Pero la cláusula es lo de menos finalizando contrato en junio de 2025. Casi papel mojado, diríamos. Y mientras, el jugador no dice ni más ni menos que lo que tiene que decir. Con la lección bien aprendida, de mojarse lo justo. Es decir, nada.

“No te puedo decir nada de cómo está mi renovación, porque no he hablado con casi nadie de este tema, pero sé que hay mucha gente que quiere que me quede, que me lo dice. Me queda un año de contrato más de contrato y por eso no hay problema”, dijo el jugador en 101 TV. Analizando sus palabras, nada. Ni para un lado ni para otro.

Su representante, Alejandro Campano, tampoco es que diga nada. Entre otras cosas porque no hay nada que decir, pues pese a lo que vende el Sevilla, su caso no tiene nada que ver con el de Kike Salas. “Es una pregunta complicada. Por lo que yo conozco y sé por él, está cómodo. Está haciendo las cosas muy bien y es el Sevilla el que le ha dado la oportunidad de triunfar o de dar este siguiente paso. A partir de ahí, se decidirá lo que crean mejor las dos partes. Está abierto a todo y a mejorar cualquier tipo de condiciones”, dijo en declaraciones a Relevo.