Los detalles de la histórica manifestación del sevillismo: desde el luto "por los valores del club" hasta el vacío en el estadio
Miles de aficionados sevillistas protestaron antes, durante y después del encuentro ante el Barcelona
Del justo aplauso a En-Nesyri a las faltas inocuas lanzadas por Sergio Ramos
El pasado domingo en Nervión ocurrió algo histórico. Una estampa que se repitió desde las 19.40 horas y supuso un momento que se recordará durante décadas entre la afición del Sevilla. Una multitudinaria manifestación, propulsada por Biris Norte y secundada por miles de blanquirrojos que se unieron a la causa, caminó por su casa, el Ramón Sánchez-Pizjuán, con el objetivo de mostrar su absoluta disconformidad con la directiva actual de la entidad hispalense.
José María del Nido Carrasco y Víctor Orta fueron las principales dianas de la afición del Sevilla, la cual pedía su dimisión. Todo comenzó junto a la Estación de Santa Justa y acabó con numerosos cánticos en el feudo nervionense que inundaron hasta la megafonía: las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán celebraron el gol de Youssef En-Nesyri con un "directiva, dimisión".
Inicio silencioso
Una de las principales características de la afición del Sevilla es la de saber transmitir sus pensamientos. Es por ello que la manifestación echó a andar con una escenificación tremenda: parecía una verdadera procesión. Todos los hinchas de negro, en un silencio escalofriante y con siete banderas negras. Estas, incluían una cruz y sellaban siete palabras: historia, sevillismo, orgullo, valores, tradición, identidad y seriedad. Todas ellas sobre una gran pancarta con un lema directo y conciso: 'Ausencia de lo que nos representa'.
La gente que se fue uniendo a la protesta, sobre todo por la Calle Benito Más y Prat, respetó esa estampa de protesta. En silencio, se colocaron detrás de la pancarta que presidía la manifestación y mostró su disconformidad a base de mensajes en cartulinas. De nuevo, José María del Nido Carrasco y Víctor Orta como grandes 'protagonistas', al igual que Pepe Castro y Cordero, ayudante de la dirección deportiva.
La llegada al estadio, un punto fuerte
Tras aparecer por el descampado de Gol Norte, la manifestación de la afición del Sevilla comenzó su punto más fuerte. En vez de ir directamente al mosaico de Preferencia, dieron toda la vuelta al Ramón Sánchez-Pizjuán. Gol Norte, Fondo, Gol Sur y Preferencia. Por el camino se fueron uniendo cientos de aficionados que miraban la estampa.
Además, todo ello fue con un cambio de pancarta: ahora la manifestación la presidía el lema 'El sevillismo en pie de guerra'. El momento más tenso se vivió en la puerta que da acceso al palco del feudo nervionense, donde los cánticos en contra de la directiva afloraron hasta llegar a su máximo esplendor.
Para terminar la protesta en los aledaños del estadio, el mosaico, como era de esperar, fue el nexo común de todos los aficionados: se animó fuera del campo.
El vacío en el estadio
Una de las premisas del grupo Biris Norte para la manifestación era la de entrar al estadio diez minutos tarde en símbolo de protesta. Así, se vivió una estampa histórica: se escucharon pitos durante el himno y cánticos en contra de la directiva del Sevilla.
A partir del minuto diez, el Ramón Sánchez-Pizjuán comenzó a llenarse. Del Gol Norte nacieron numerosos cánticos de protesta, los cuales fueron secundados por toda la afición sevillista allí presente. Incluso en el gol de Youssef En-Nesyri las gradas se acordaron de José María del Nido Carrasco.
Un día tenso y, seguro, histórico.
También te puede interesar
Lo último