Un desafío a los incrédulos

Sevilla/¿Dónde se van a meter los que daban por seguro un nuevo descalabro deportivo cuando se iban Acuña y Ocampos y los agoreros que hablaban de un descenso seguro cuando el proyecto se marcaba un decepcionante arranque de Liga? El Sevilla, este Sevilla de Del Nido Carrasco y Orta y a las riendas de García Pimienta, puede marcar un antes y un después si obtiene este domingo el refuerzo de un triunfo sobre la Real Sociedad, un rival que además asusta ahora mucho menos que este verano. 

Si el propio entrenador trata de liberararse de la presión –también es lógico– poniendo el parche de que el grupo no está para esos objetivos, ya han sido varios los jugadores que se han atrevido a mencionar una vuelta a Europa. 

Es pronto, sí, pero el duelo ante los txuri urdin es claramente un partido bisagra. O si, o no. Si el Sevilla suma los tres puntos frente a los de Imanol Alguacil, ahora mismo por debajo en la tabla, será una manera de decir muchas cosas sin decir, o sin querer decir nada.

El equipo nervionense, ente otras cosas, tiene la oportunidad de superar su techo en la clasificación en las tres últimas temporadas, un noveno puesto en la Liga 2022-23 en la jornada trigésima quinta, cuando, con José Luis Mendilibar, los blancos empataban en el derbi en Nervión ante el Betis (0-0) y ese punto les permitía subir un puesto justo después de ganar 0-3 en Valladolid. Pero aquello fue antes de tener el señuelo de la Europa League, inmediatamente disputaba las semifinales con la Juventus y el de Zaldívar rotó en la Liga pensando en el caramelito que tenía entre manos y que al final consiguió.

Desde entonces, el Sevilla no había estado nunca, en ninguna jornada, en la primera mitad de la tabla. El techo de la pasada campaña llegó también en la recta final del campeonato, en la jornada trigésima cuarta y con Quique Sánchez Flores en el banquillo, cuando los suyos vencían al Granada en el Sánchez-Pizjuán y se situaban en la undécima posición.

Esa marca está superada ya por el Sevilla de García Pimienta, que ahora mismo es décimo y que tiene la oportunidad de convertirse en el mejor desde la última campaña de Lopetegui y los posteriores intentos con Sampaoli, Mendilibar, Diego Alonso y Quique Sánchez Flores. Haciendo la salvedad –claro– de la primera jornada de esta presente campaña, cuando se situó sexto tras empatar en Las Palmas. 

Dos victorias seguidas

El Sevilla, además, tiene la oportunidad este domingo de enlazar por primera vez dos triunfos seguidos esta campaña (tres contando el partido de Copa ante Las Rozas). Los blancos, antes de caer con estrépito ante el Barcelona, habían logrado su mejor racha con tres jornadas sin perder, la victoria ante el Valladolid, el empate en San Mamés ante el Athletic y el 1-0 al Betis en el derbi. Pero ganar, lo que es ganar dos jornadas seguidas, ahora es cuando tiene la oportunidad el equipo de García Pimienta, que sorprendió con autoridad –y los dos latigazos de Lukébakio– ganando en Cornellà-El Prat al Espanyol.

La Champions, más cerca que el descenso

El Sevilla, gracias a esa demostración de personalidad ante los pericos, se ha situado relativamente cerca de las posiciones que dan acceso a las competiciones europeas. Con 15 puntos en 11 jornadas (tiene razón el entrenador cuando dice que no ha sumado ni la mitad de los puntos en litigio), está a sólo tres del quinto y el sexto, Athletic y Betis, respecticamente.

Y con 5 puntos de desventaja con la Champions (20 tiene el Atlético, cuarto) es técnicamente una realidad que está más cerca de la máxima competición continental que del descenso, que marca en la actualidad Las Palmas con 9.

Nada que ver con lo que se ha visto estos años por el lugar. El Sevilla tocó fondo hace algo más de un año en dos jornadas (tercera y cuarta) en las que estuvo colista con Mendilibar tras perder ante Girona (1-2) y no jugar ante el Atlético (partido aplazado por el riesgo de fierte lluvia).

Por todo ello, puede decirse que el Sevilla, y García Pimienta, tienen la oportunidad de dejar en mal lugar a los incrédulos. Todo un desafío.