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El derbi como clavo ardiendo de García Pimienta

El técnico barcelonés sigue minando en Nervión su carisma ante el sevillismo, que lleva más de tres meses sin ver nada en su feudo, con señales de conservadurismo y falta de decisión

Dos semanas para preparar el derbi... sin 10 internacionales más otros 6 de cantera

García Pimienta se muestra serio entre un grupo de futbolistas del Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

García Pimienta sigue dejando al sevillismo dividido entre los que ven la botella medio vacía y los que la ven medio llena. El entrenador barcelonés es defendido por los que atacan la planificación de Víctor Orta y hacen apología de su gestión de una plantilla muy cogidita con alfileres. Pero también los hay que atacan su incapacidad para dar el paso adelante que parece temer dar su equipo, en una eterna promesa por cumplir sobre todo cuando juega en casa. Y es en casa donde más se erosiona la imagen del técnico porque en su propio estadio presencia unido el sevillismo ese continuo dechado de insustancialidad. Un equipo “previsible”, como asumió él mismo.

Al barcelonés se le agota el crédito ante su gente. Lo que va ganando fuera lo va desperdiciando en casa. Y ya son cinco veces las que ha desechado poder sumar un segundo triunfo consecutivo ante su gente, después de haber ganado el partido anterior, ya fuera en casa o a domicilio. Le pasó tras sus victorias sobre Espanyol fuera (Sevilla-Real Sociedad, 0-2); Rayo en casa (Sevilla-Osasuna, 1-1); Girona fuera (Sevilla-Espanyol, 1-1); Valladolid fuera (Sevilla-Mallorca, 1-1); y Real Sociedad fuera (Sevilla-Athletic, 0-1).

Errores individuales de los futbolistas

Esa constante frustración está sumándose a la impresión que se lleva cada 15 días los sevillistas en Nervión de estar presenciando a un equipo que no exprime sus virtudes, con un juego a ratos inane y poco fiable. Pero lo peor es que siempre hay algo que discutirle al entrenador, pese a que frente al Athletic se acumularon los errores individuales de forma grotesca. A saber: los dos piscinazos vergonzosos de Ejuke en el área, el primero cuando podía enfilar la portería; las manos de Nyland fuera del área en un saque que dio lugar a la falta que Berenguer estrelló en el travesaño; la mano intencionada de Saúl sancionada con el penalti que tuvo que parar Nyland; y el error de la zaga en la falta final con dos jugadores, Juanlu y José Ángel, un metro retrasados y rompiendo el fuera de juego... Eso por no contar los fallos de Lukébakio o Ejuke ante Unai Simón.

Parecía que el Sevilla se empeñaba él solito en tirar por la borda la ocasión de sumar por fin un segundo triunfo seguido que lo enganchara de verdad a la lucha por los puestos europeos. Y encima el entrenador, incapaz de zamarrear el árbol con cambios tácticos o de jugadores, dejaba asomar la patita de conservadurismo por debajo de la puerta. “El Athletic ha estado bastante cómodo porque ha sido un partido muy previsible por nuestra parte. Es una pena, por lo menos no haber perdido el partido ya que no lo podíamos ganar. Una pena”, dijo en los medios del Sevilla, dejando caer que ya se conformaba al final con un empate que, una vez salvada la categoría, ¿para qué le sirve a un Sevilla cuyo único aliciente es intentar luchar por Europa sumando triunfos?

Quitar a Sow y no Agoumé: los dos sancionados

Al técnico también se le afeó que, ya que no podía ganar, al menos hubiese gestionado mejor los cambios pensando en el derbi. ¿Por qué cuando metió a Akor Adams quitó a Sow en lugar de Agoumé, si éste estaba apercibido y el primero ya había visto la quinta amarilla? “Cuando hacemos el cambio de Sow vamos por el partido con toda la intención. Pensaba en el partido de hoy, no en el partido siguiente. Si yo hubiera sabido que le iban a sacar la tarjeta a Agoumé y que íbamos a perder el partido pues hubiese hecho el cambio al revés”, explicó.

Ahora el derbi se le aparece como una posibilidad de recomponer su imagen... o de terminar de hundirla. El Betis llega a la cita henchido, en su mejor momento, con su hinchada volcada. Y el Sevilla, muy tocado, al menos está rindiendo en 2025 mucho mejor a domicilio que en casa. Es el clavo ardiendo de García Pimienta.

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