¿Del Nido sin carné? ¡Más madera, es la guerra!
El ex presidente tiene un plazo para elevar un recurso tras su sanción, pero si no pudiera acceder al último partido de Jesús Navas subiría muchísimo el voltaje de la Junta de Accionistas
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En realidad, la frase de Groucho Marx era “¡traed madera, es la guerra!”. La declama con su elegante y sarcástico histrionismo en la famosa escena del tren, que van desmantelando poco a poco para alimentar la caldera de la locomotora. En la película Los Hermanos Marx en el Oeste el tren se pierde en el horizonte sin saber dónde terminará. En el Sevilla actual tampoco se sabe cuál será el destino del continuo escenario bélico que se está viviendo en el plano institucional. Lo que está claro es que la cosa está a revienta calderas. Y en el día de ayer trascendió una noticia que echará mucha más leña al fuego. El club ya le ha notificado a José María del Nido la sanción por la que podría retirarle el carné por lo que resta de temporada. ¡Más madera, es la guerra!
Aún no se sabe cuál será la reacción del visceral máximo accionista del Sevilla ante la política severa que ha adoptado su hijo y actual presidente del club como respuesta a sus continuos intentos de hacerse con el sillón presidencial tras romper el pacto de gobernabilidad en 2020. De casta le viene al galgo. O de aquellos polvos vienen estos lodos. Refranero aparte, Del Nido Benavente tiene un plazo para enviar alegaciones contra la propuesta de sanción una vez notificada. Y luego, en el momento en que sea ejecutiva, podrá elevar un recurso contra la misma.
La retirada del carné es el castigo que la comisión de disciplina del Sevilla, sobre el código de régimen interno de sus abonados, le va a aplicar por su actitud en los prolegómenos del partido contra el Betis, el pasado 6 de octubre. Así lo aseguró ayer Radio Sevilla, aunque el expediente disciplinario sigue su curso y tiene pendientes alegaciones y recursos. No hay nada oficial todavía. Pero lo habrá y tendrá su reflejo en la lucha por el poder en la sociedad anónima deportiva.
El expediente, tal y como adelantó este diario, le fue abierto a Del Nido Benavente por los hechos acaecidos en el derbi. Antes del encuentro se dirigió en el antepalco al abogado del Sevilla Lucas Fernández de Bobadilla, en tono amenanzante e incluso con zarandeos, como atestiguaron otras personas presentes y también lo recogieron las cámaras de seguridad del interior del estadio. El entorno de Del Nido defendió en su día aquella actitud agresiva del ex presidente por un agarre jurídico en la vista oral que hubo el martes 2 de octubre, cinco días antes del derbi, en el Juzgado de lo Mercantil número 3, ante el que había solicitado unas medidas cautelares que le fueron denegadas. En esa vista, Fernández de Bobadilla, en su argumentación, infirió hacia Del Nido “una descalificación fuera de lugar”. Y éste le replicó ya en el estadio de forma abrupta, incluso agresiva.
Es más que obvio que detrás de todo esto está la tremenda guerra que existe entre padre e hijo, como reflejo paternofilial de la lucha entre las familias de grandes accionistas sevillistas. Y está claro que tendrá sus consecuencias en la próxima Junta General de Accionistas a celebrar el próximo 10 de enero. Cabe imaginar que si prospera la sanción y a Del Nido no se le permite el acceso al estadio en los próximos partidos antes de la Junta (según Radio Sevilla, ante el Celta ya no podría entrar), el máximo accionista no se quedará cruzado de brazos.
El hecho de que no pudiese acceder al último partido oficial de Jesús Navas en Nervión, ni que pudiera estar en el acto de despedida del legendario capitán previsto para el próximo 30 de diciembre, sería tomado como una ofensa gravísima para su figura y lo utilizará como arma arrojadiza. La tensión no deja de crecer.
El expediente le fue abierto a Del Nido Benavente un par de días después de que el pasado 15 de octubre Fernández de Bobadilla interpusiera una demanda por amenazas por el altercado. Aquel 15 de octubre Del Nido tampoco pudo votar para cesar al actual consejo en la última Junta General Extraordinaria que solicitó a tal efecto. Recientemente volvió a solicitar otra Junta Extraordinaria, con el mismo fin, que ha sido unida a la Ordinaria anual. Mientras, las calderas siguen calentándose. Y no hace falta traer más madera... En el Sevilla no se apaga el fuego.
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