Los deberes se le acumulan a Víctor Orta para el mercado de enero

El Sevilla se va a mover en el mercado de enero. La cascada de nombres vinculados al Sevilla debe tener una consecuencia objetiva en forma de algún cambio en la plantilla pese al duro fielato del límite salarial. Sorprendió muchísimo el anuncio por parte de LaLiga cuando publicó en septiembre la actualización de los límites salariales de sus equipos en Primera y Segunda División. El Sevilla era el que presentaba el más bajo: 2,5 millones de euros. Pese a este control fiscalizador por el organismo que preside Javier Tebas en el Sevilla entienden que tienen margen suficiente para acometer algún fichaje. Incluso un par de ellos según los costes que implicasen. La cuestión es que las necesidades de la plantilla se multiplican.

En principio, la prioridad era un extremo izquierdo. Xavi García Pimienta se ha hartado de decir que lo más apremiante es buscar un extremo. Un extremo preferiblemente izquierdo aunque el técnico se ha mostrado abierto a que tuviera polivalencia y pudiera ejercer también en la derecha. Ha hecho este exhorto casi en cada una de sus comparecencias. Cada vez que se le ha preguntado y a veces hasta sin que mediase una pregunta directa.

El argumentario era variado: la salida inesperada de Ocampos el 3 de septiembre como traspaso al Rayados de Monterrey; la retirada anunciada de Jesús Navas para finales de año con el 30 diciembre ya fijado para su partido homenaje; la lesión de larga duración de Ejuke después de que el nigeriano se hubiese apropiado del flanco a babor...

El margen que dejó Ocampos

Precisamente el traspaso al Rayados de Ocampos por más de siete millones de euros ofrece el principal margen que tendrá el Sevilla. Tanto por la cantidad acordada por su pase como por lo que deja de pagar el club de Nervión. El argentino tenía una de las fichas altas de la plantilla. Una de las escasas que quedaban de la época de vacas gordas con Monchi en la dirección deportiva, y eso también es un factor a tener en cuenta aunque LaLiga impida que el Sevilla pueda aplicar la regla de 1:1. Es decir, la posibilidad de invertir todo lo ingresado por un futbolista, algo que ahora mismo no podría.

El caso de Jesús Navas es distinto puesto que firmó su renovación por media temporada y con unas condiciones económicas a la baja dado que se ofreció a no cobrar. Esto no es posible según el convenio de la AFE, aunque el palaciego anunció que lo poco que cobrara la cedería de forma benéfica. O sea, que apenas libera masa salarial.

La ausencia de gol y el lateral izquierdo

Aun así, el escenario que manejan José María del Nido Carrasco y Víctor Orta es el de acometer dos fichajes al menos. Las posiciones están definidas porque a la del extremo hay que sumar dos realidades: la falta de gol de los delanteros -y García Pimienta ya reclamó un delantero en verano-, sin marcar ninguno de los tres que están en nómina en 14 jornadas disputadas; y el problema sobrevenido en el lateral izquierdo, una posición en la que no aparece Valentín Barco desde su titularidad en San Mamés y en la que apenas está Pedrosa, cuya aportación defensiva ha dejado algunas dudas.

La sombra de Acuña es alargada y a ello se suma ahora el rumor de que el Brighton se plantea cortar la cesión del joven argentino en enero ante su falta de minutos.

Éste es el contexto del puzle que manejan los mandatarios mientras van surgiendo nombres como el de Rubén Vargas. Ahí tienen que medir bien si el coste de unos 2 millones del extremo izquierdo suizo es compatible con la realidad económica del Sevilla. Una salida importante es otra opción que aliviaría la situación. El nuevo director general del Sevilla, José González-Dans, ya habló del sentido común como línea a seguir y éste indica que es necesario vender a jugadores cotizados -Badé o Lukébakio- o dar salida a los excedentes de la plantilla con altos salarios -Marcao, Montiel...-. Pero si la venta crea otra necesidad se desatenderían las que ya tiene el equipo. En definitiva, a Orta se le acumulan los deberes para el mercado de enero.