Del daño que hace Ejuke si conduce y no regatea a la desidia de Agoumé en el 1-1

El nigeriano protagonizó una buena acción en la jugada que les dio el triunfo a los sevillistas, pues no buscó encarar sino ir de una banda a otra para aprovechar su velocidad y que el rival estaba muy descolocado

La crónica del Sevilla-Valladolid

Ejuke dispara para meter el gol del triunfo sevillista. / Juan Carlos Muñoz

Sevilla/Triunfo importante para los sevillistas en su carrera por asentarse en una zona tranquila para que se pueda ver el ideario futbolístico del respaldado García Pimienta. El gol de Ejuke le debe servir para otear mejor el horizonte, aunque esta vez sufrió la lesión de Saúl Ñíguez para incrementar las dificultades.

Ejuke | ¿Casualidad o causalidad?, marcó justo en la que no regateó

Ejuke celebra el gol del triunfo con dos volteretas espectaculares. / Juan Carlos Muñoz

Es llamativo que un futbolista que intenta la mayoría de las veces la jugada individual ante los rivales marcase su primer gol oficial como sevillista justo en la acción en la que no intentó ningún regate. Meseguer, agobiado por la presión de Peque y Gudelj y la posibilidad muy cercana de una pérdida peligrosa, le regaló el balón al nigeriano y éste en lugar de encarar al defensa más cercano optó por conducir de izquierda a derecha. Eligió magníficamente esta vez porque disparó cruzado y marcó.

Lukébakio | Esta vez sí tiró de los suyos y lo intentó mil veces

Lukébakio es derribado en una acción del partido en la que el rival le cayó encima. / Juan Carlos Muñoz

Lejos de la imagen de futbolista apático, esta vez sí se echó al Sevilla a las espaldas tanto cuando partió como extremo izquierdo, en todo el primer periodo, como cuando pasó a la derecha tras la entrada de Ejuke en la segunda mitad. Lo intentó una y otra vez y lo increíble es que no saque aún más provecho de su zancada. Los defensas no pueden pararlo cuando arranca.

Marcao | Le pueden sacar una tarjeta casi en cada acción

Marcao se lleva un balón ante Marcos André. / Juan Carlos Muñoz

Jugó con la máscara, se la quitó un rato, se la volvió a poner y acabó expulsado tras ver la segunda tarjeta amarilla en una acción con Sylla en la que en lugar de contemporizar optó por el derribo colocando su cuerpo para detener la carrera del rival. La primera amarilla, incluso, fue chistosa después de un saque de banda de José Ángel. El problema es que no mide y cada acción puede conllevar una amarilla.

Agoumé | Su desidia en la jugada del empate es de vídeo con los compañeros

Agoumé progresa por la banda en una acción del final del partido. / Europa Press

Acababa de entrar por la lesión de Saúl Ñíguez y su acción ante el joven Mario Martín es digna de que García Pimienta se la ponga en el vídeo junto al resto de la plantilla. Prácticamente se queda parado ante la virguería del ex jugador del Castilla, lo mira y ni siquiera esprinta para tratar de estorbar su pase. Después estuvo algo mejor y hasta protegió el balón junto al córner con criterio al final.