El macrocrédito de Goldman Sachs y el inquietante vencimiento del sexto año

El informe de auditoría y las cuentas anuales correspondientes al ejercicio cerrado el 30 de junio de 2024, que ha elaborado el nuevo auditor designado por el registrador mercantil, Netadia, y que el consejo va a llevar a la Junta General del próximo 10 de enero revela inquietantes compromisos firmados con entidades financieras que ponen en duda la viabilidad futura de la sociedad. Incluso los auditores aclaran que serán “los administradores los responsables de la valoración de la capacidad de la sociedad para continuar con la empresa en funcionamiento”.

La auditoría, como ya adelantó Diario de Sevilla, avisa que el Sevilla, a 30 de junio, cuenta con un patrimonio neto negativo de 68,7 millones de euros que sin el crédito firmado con Goldman Sachs de 108 millones (más otro en factorización de 23) haría entrar al Sevilla en causa técnica de disolución –cuando el patrimonio neto es inferior a la mitad del capital social–, y así lo aclara también el informe de Netadia. Gracias al préstamo y a no contar con las pérdidas de los ejercicios de 2020 y 2021 (por el Covid), el patrimonio neto “a efectos de reducción del capital y causas de disolución previstas en la legislación mercantil ascendería a 76,9 millones”. Éste es el líquido en el que el consejo basa la subsistencia del club y la recuperación económica en los próximos años con la importante losa de los 167,2 millones de pérdidas acumuladas en cuatro años: a saber, 81,7 en 2024 (que serán presentados el 10-E), más 19,3 en 2023; 24,8 en 2022; y 41,4 en 2021.

Claro que, como todo préstamo (y el Sevilla también tiene que pagar a 50 años el de CVC de 127 millones), tiene unas obligaciones. Del Nido Carrasco cuando lo anunció –hay que recordar que no se sometió a la aprobación de la Junta al rechazarse el punto en el que lo pedía Del Nido padre sin el voto de éste– habló de unas condiciones de interés muy favorables y de que en los dos primeros años el Sevilla no tendría que pagar nada.

Y así es. Lo recogen las cuentas anuales del ejercicio, que, no obstante, reflejan el calendario de vencimientos de dicho crédito por el importe total de 131,26 millones de euros que se firmó el 12 de marzo de 2024. En este calendario, efectivamente, en los dos primeros años no se prevén vencimientos, que sí llegan a partir del tercero (5,2 millones) y que van subiendo en ejercicios sucesivos (5,6 y 6 millones en el cuarto y el quinto). Lo que sí llama la atención son los 22,1 millones que el club deberá liquidar en el sexto año, es decir en 2030. El préstamo está firmado a diez años. Después de este altísimo sexto vencimiento la cantidad a devolver baja otra vez al rango de 5-6 millones de euros para acabar con una cuota final de nada menos que de 51,4 millones.

El crédito, al ser participativo, supone que el prestador asume los beneficios de la empresa a la que adelanta el dinero y, en caso de impago, pasa a entrar en la titularidad de la misma con arreglo a las cantidades no atendidas.

Hay que notar que, como ocurrió hace un año, el consejero Enrique de la Cerda no firmó las cuentas por “desacuerdo con la posición del club, que no da participación al consejo” y que en su caso otro miembro del consejo, Francisco Guijarro, tampoco las firma por encontrarse “ausente”.