La cotización al alza de Badé ya lo sitúa en la órbita de la Roma

En la presentación de Iheanacho y Agoumé de este martes, se vio a un Víctor Orta con el gesto más seguro. Ha aparcado ese rictus grave del que se siente en el disparadero. Está progresando adecuadamente en la espinosa regeneración de la plantilla, tan condicionada por los números rojos, y la exigente –a veces demasiado– afición sevillista está aprobando, según se pulsa en las redes sociales, su arduo trabajo en los despachos. El director deportivo incluso se ha venido arriba y se confriesa “activo en el mercado”. Pero aún le quedan varias diabólicas trampas que salvar hasta el cierre del mercado, como colocar a Joan Jordán, que se aferra al contrato que Monchi le puso por delante hasta el 30 de junio de 2027 a razón de unos 2,4 millones de euros anuales. 

Otra trampa le puede surgir de repente por el camino, aunque en este caso al secretario técnico madrileño no le quedaría otra que aplaudir el reto de salvarla, vistas las penurias económicas: el traspaso de Loïc Badé.  

Después de salir Youssef En-Nesyri al Fenerbahçe, el central francés es uno de los principales activos que le queda al Sevilla en su primera plantilla para seguir haciendo caja, algo que sigue siendo perentorio. Y si bien una oferta satisfactoria sería acogida como agua de mayo por los responsables de cuadrar las cuentas, es indudable que a Xavi García Pimienta le haría una faena, pues el galo, ya sin Sergio Ramos, es el central con más galones de los cuatro que permanecen en la plantilla, por delante de Kike Salas y de una pareja a la que el entrenador pondría por delante de Badé, como todo el sevillismo, camino de la puerta de salida: Nianzou y Marcao.

Ocurre que el mercado es el que dicta, y más en el caso del apurado Sevilla. Orta se congratulaba este martes de la decisión de que Badé defienda a su país en los Juegos porque su cotización sube como la espuma. Por si a alguien le quedaba la duda de que en la planta noble sevillista arden en deseos de que alguien ponga una oferta convincente por el francés, por mucho que la versión oficial sea la contraria: “Loïc Badé es jugador del Sevilla. Está haciendo un gran torneo igual que Juanlu. Estamos muy felices por los dos. Tomamos la decisión de que fuera a los Juegos Olímpicos y creo que fue una decisión acertada, para el jugador y para todos ha sido una gran decisión”.

El francés está en la primera línea del escaparate. Y de momento, desde Italia, el periodista especializado en fichajes Gianluca di Marzio asegura que la Roma sondea la posibilidad, sólo eso de momento.

Orta lanzó un mensaje de tranquilidad: "Nunca trato de nombres propios, estamos tratando con varias salidas. En la defensa tenemos una hoja de ruta trazada y trataremos de tener como en todas las líneas lo mejor para afrontar la temporada”.

Mientras, García Pimienta espera tener pronto a Badé y que llegue algún central más. Ni siquiera tiene claro que Gudelj sea el quinto elemento para el eje de la zaga. El futuro del internacional serbio, además, se vincula al Al-Shabab árabe.

Con Marcao eternamente en la enfermería, Kike Salas también en el dique seco para el inicio de la temporada y Nianzou y Gudelj como circunstanciales centrales titulares, como ocurrió el lunes en el ensayo en Faro ante el Fulham, la creciente cotización de Badé por su buen trabajo con Francia en los Juegos (la final con España será el viernes a las seis en el Parque de los Príncipes) aparece como una noticia de doble lectura: el vacío que mantiene abierto el nuevo equipo de Xavi García Pimienta en el corazón de su defensa se puede agrandar con la marcha del galo, pero los gestores sevillistas cruzan los dedos por que alguien llame a la puerta con una oferta. Obligaría a Orta a ser aún más "activo", si cabe, en el mercado.