La contracrónica: Reescribir la gloria como rutina... y soñar
Sevilla - Granada
El Sevilla de Lopetegui se mete en la Champions con inusitada solvencia, tiene a dos tiros el récord de puntos y se sitúa ¡a tres puntos del liderato!
"Los jugadores tienen un mérito tremendo, enorme...". Extraordinario, añadiría luego. La frase es de Julen Lopetegui y la pronunció mientras saboreaba el triunfo sobre el Granada con el añadido de haber llegado ya a la meta. Porque el Sevilla de Lopetegui ya ha logrado el objetivo fijado, aunque todavía tiene por delante cinco metas volantes que, si las va superando, ay si las va superando: ya está a tres puntos del líder. De momento, el logro es histórico por dos factores: es la primera vez que el Sevilla se mete en Champions con ¡cinco jornadas de antelación! Y la primera que va a jugar dos años seguidos la fase de grupos por la vía de la Liga.
Llevado por la euforia, y también por el prurito de ensalzar aún más la proeza de sus futbolistas, Lopetegui incluso se confundió, diciendo que era la primera vez que el Sevilla se clasificaba dos años consecutivos para la Champions como cuarto... Bueno, con matices. En 2010 todos los sevillistas recuerdan que el equipo de Antonio Álvarez, tres días antes de ganar la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, ese líder que ve cómo la jauría de perseguidores no ceja en la carrera de caza, se clasificó como cuarto para la Champions... Claro que entonces la UEFA no le daba a la Liga cuatro plazas directas para el máximo torneo continental y aquel equipo caería en agosto en la previa ante el Sporting de Braga.
Se frustró entonces la opción de jugar, vía Liga, dos años seguidos la fase de grupos, la que da dinero y prestigio, después del tercer puesto que logró el equipo de Manolo Jiménez en 2009 con una jornada de antelación. Cómo se celebró en el estadio aquel gol de Perotti al Deportivo...
Más tarde, el Sevilla logró el hito de clasificarse tres veces consecutivas para la Champions: entre 2015 y 2017. Las dos primeras veces tras ganar la Europa League ante Dnipro y Liverpool, siendo el primer equipo europeo en aprovechar el nuevo bonus con que la UEFA premiaba al campeón de su segundo torneo, y la tercera vez quedando cuarto. Primero con Unai Emery, luego con Jorge Sampaoli.
Lopetegui va camino de hacer añicos aquellos 76 puntos que margan el récord en el año 2015. Es el caballo de la grata rutina en el que se ha montado este grupo que dirige con disciplina, capacidad de gestión, reparto de roles y un modelo de juego perfectamente definido el técnico guipuzcoano. José Castro accedió a la petición de Monchi de renovarle el contrato por dos años más, teniendo uno y medio por delante, el pasado 10 de enero, tras convertirse en el técnico sevillista con mejor porcentaje de victorias tras ganar al Villarreal. Luego seguirían llegando más récords, en una bendita rutina de superarse a sí mismo en cada cita. Sin sacar pecho, poco a poco y sin apenas descanso... El mérito de Lopetegui es tremendo, enorme... extraordinario.
La repetición del minuto final, otra cosa inédita
Parece que este Sevilla está hecho a ser testigo o protagonista de hechos inéditos. Además de su gesta futbolística, el equipo de Lopetegui sufrió en sus carnes el error de De Burgos Bengoetxea, al que el cronómetro le jugó una mala pasada, pitó el final del partido en el minuto 93, cuando había decretado cuatro de alargue, los granadinistas reclamaron y los sevillistas tuvieron que volver de vestuarios para jugar ese minuto añadido. Algo casi esperpéntico, como algunos futbolistas ya descalzos teniendo que recolocarse espinilleras, medias y botas, como Acuña. Un hecho inédito ante una gesta inédita.
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