El consejo del Sevilla y aquello del burro...

JOSÉ Castro y José María del Nido Carrasco ya no tienen la excusa del mago Ramón, les toca a ellos tomar decisiones con el asesoramiento de Víctor Orta, claro está, pero el verano parece que avanza a paso de tortuga en lo referente a la planificación, si es que se sigue utilizando esa palabra a la vista de los balances de los últimos cursos. Sí, es verdad, no serán tan malos cuando vienen de ganar la Liga Europa, compremos ese argumento al menos.

Pero la realidad es que al Sevilla le pueden sobrar la friolera de ocho futbolistas dentro de su plantilla de profesionales y a ellos se le debería sumar alguno más. Entre los descartados por no disponer de ficha federativa siquiera están Óscar, Delaney, Idrissi, Augustinsson, Januzaj y Alfonso, pero también Tecatito, Montiel, Rafa Mir o Papu Gómez tendrían la misma puerta de salida abierta si algún club los quisiera de verdad.

A 14 de agosto, sólo han salido Rekik y Rony Lopes entre esos futbolistas que reciben una soldada muy por encima de su rendimiento, mientras cada vez se evidencian más las carencias de la plantilla en lo referente al nivel físico en la medular, cargada de años, y también en el centro de la defensa.

Ya se advertía en la primera jornada del año pasado, cuando los hombres dirigidos por Lopetegui cayeron en Pamplona frente a Osasuna. Entonces había por delante un par de semanas para solucionarlo y la huida hacia delante fue contratar a Isco, Januzaj y Dolberg, físico para el centro del campo y seguridad defensiva, dicho en modo irónico.

b Después del Sevilla-Valencia restaban 20 días hasta el cierre del mercado y en las manos de Castro y Del Nido Carrasco está la opción de no convertirse en ese burro que siempre tropieza en la misma piedra. El susto del pasado curso ya fue considerable por mucho que se produjera el maravilloso epílogo europeo y en los triunfos es cuando se toman las decisiones más trascendentes.