Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Ha pasado más de un mes desde el último triunfo del Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán. No debería ser un dato inquietante dado que desde aquel 6 de octubre en el derbi sólo ha vuelto a jugar una vez en casa, el 3 de noviembre frente a la Real Sociedad. Lo que inquieta en este equipo que se ha vuelto permeable a una crisis institucional ya cronificada es la imagen que dio en esa penúltima cita liguera con la Real unida a las dudas que hay desde el verano sobre el nuevo proyecto liderado por Víctor Orta y en manos del casi novel (en Primera División) García Pimienta. Ahora llegan dos citas seguidas en Nervión y es el momento de recuperar aquella comunión vivida en el partido de rivalidad.
Las dos próximas jornadas de Liga el Sevilla juega en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente al Rayo Vallecano y el Osasuna. Serán la antesala de un partido que tendrá un sabor acre, de fuerte tono agridulce: el último de Jesús Navas como profesional sobre el césped de Nervión. Ayer fijó LaLiga los horarios de la decimoséptima jornada, que corresponden a la última del Sevilla en su estadio en 2024, frente al Celta. Y el calendario invita a que las tres últimas del mito sevillista en su casa se conviertan en una conjura de equipo y afición, por dos razones de peso.
La primera razón responde al obligado homenaje al hombre que acaba de batir un registro inalcanzable, al jugar su partido oficial septingentésimo con la camiseta del Sevilla. Fue en Butarque donde cumplió su encuentro 700 al servicio del club de Nervión, con resultado negativo. Y la segunda obedece a las urgencias clasificatorias del equipo de García Pimienta, que tiene que aprovechar todas las energías posibles en esas tres citas caseras ante Rayo, Osasuna y Celta. Porque emboscadas entre ellas están dos salidas complicadísimas, al Metropolitano y al Santiago Bernabéu...
El último triunfo sevillista en Nervión llegó preparado con mimo con el leitmotiv de que era el último derbi que iba a jugar Jesús Navas. El club se remangó para encauzar toda la sinergia posible en pos de brindarle al capitán de la plantilla, que cumplirá los 39 años el próximo 21 de noviembre, un triunfo en el que iba a terminar siendo su postrero partido de rivalidad. El equipo de García Pimienta ofreció un buen partido, espoleado por un sevillismo volcado, para que Jesús Navas disfrutase de un día tan señalado antes del anterior parón.
Desde entonces, los blanquirrojos sólo han ganado en Cornellá. Goledos en Montjuïc por el Barcelona, ofrecieron una paupérrima imagen frente a la Real Sociedad y cayeron lastimosamente frente a un mediocre Leganés en el partido que significó el último gran récord de Jesús Navas, el susodicho septingentésimo.
El primero de estos tres encuentros llega tras un parón contaminado por asuntos socioinstitucionales: al anuncio de José María del Nido de una nueva solicitud de Junta Extraordinaria previendo que José María del Nido Carrasco no le permitirá votar de nuevo se unió la ausencia de representantes del club en la reunión de peñas sevillistas. En el Algarve se escenificó el cisma entre la Federación de Peñas San Fernando y la directiva de Del Nido Carrasco. Cada uno da su versión de este desencuentro. Y de trasfondo también está el déficit histórico -81,7 millones de euros- que presentará el consejo en una Junta General Ordinaria que está por convocar aún.
Todo este ruido y este clima bélico debe quedar apartado en esas tres citas en las que el sevillismo será testigo privilegiado de la inevitable cuenta atrás de Jesús Navas como capitán del Sevilla. El palaciego, apartado de la titularidad por su cadera, sólo ha sido titular frente a Getafe y Valladolid. Su adiós es irremediable y el club y la afición le deben un adiós digno.
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