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José María del Nido ha vuelto a emitir una comunicado público, a través de la agencia Efe, mientras espera que la justicia le dé la razón en su última demanda. Después de que el Juzgado Mercantil número 2 desatendiese su petición de medidas cautelares, el ex presidente "confía" en que la justicia le dé la razón en su "legítima" aspiración de "expulsar" de la dirección del club a José Castro y su actual consejo de administración.
A éstos los culpa de lo que califica como "desastrosa situación" por la que atraviesa el Sevilla en lo deportivo y lo económico, lo que, según afirma, está "llevando a la ruina a pasos agigantados" al club. Además, asegura que fue "víctima de un engaño" y por eso rompió en 2020 el pacto de gobernabilidad que suscribió en noviembre de 2019.
Del Nido precisa que cuando comenzó a manifestarme en contra del actual consejo de administración, a mediados de 2020, lo fue porque fue "víctima de un engaño derivado de la suscripción de un pacto de supuesta estabilidad, que contemplaba unas retribuciones para los dos máximos directivos" de la entidad.
"En realidad, en los tres años que lleva de vigencia dicho pacto, se han visto injustificadamente incrementadas en un 50%, según ha certificado el propio Club hace pocos días. Desde entonces, no he sido yo quien ha judicializado al Sevilla Fútbol Club, sino que primero fueron D. José Castro Carmona y sus socios quienes me demandaron para exigir el cumplimiento de ese pacto de supuesta estabilidad por ellos incumplido, originando un procedimiento en el que obtuvieron unas injustas medidas cautelares, revocadas por tal motivo por la Audiencia Provincial de Sevilla", argumenta.
"Después, fueron nuevamente el Sr. Castro Carmona y sus socios los que me demandaron por incumplir supuestamente el referido pacto de estabilidad que ellos mismos habían incumplido previamente, siéndome reclamada la nada despreciable cantidad de 30 millones de euros como penalización, encontrándose este pleito en tramitación en la actualidad", añade al respecto.
"El actual consejo de administración no sólo ha sido reprobado por la mayoría del capital en la última Junta General de Accionistas celebrada a finales del pasado mes de diciembre, sino que la misma mayoría votó a favor de su cese, no adoptándose el acuerdo por la ilícita maniobra del Sr. Castro Carmona de impedir injustificadamente el voto de más de 30.000 acciones, de forma y manera que, de haberse permitido, todos los miembros del Consejo de Administración se encontrarían destituidos", dice en su escrito.
El expresidente añade que, "como accionista mayoritario" del Sevilla, al ser "propietario a título personal de prácticamente el 25% del capital social" y que cuenta "con el apoyo de familiares, amigos y otros socios afines" que le permiten controlar la mayoría del capital" de la entidad, es "inconcebible que se tache de ambiciosa una aspiración, que no obsesión, como la de expulsar del órgano de gobierno de aquélla a quienes la están llevando a la ruina a pasos agigantados".
Una "aspiración que no sólo es legítima y lícita por venir amparada por la mayoría del capital social, sino que es incluso obligada por la desastrosa situación" a la que los actuales gestores han llevado al club, "no sólo en el plano deportivo, sino también en el económico", señala.
Del Nido destaca que "se han generado pérdidas objetivas en el ejercicio 2021-22 de alrededor de 25 millones de euros, que abundan en la desastrosa gestión económica del ejercicio anterior 2020/21, en el que el mismo Consejo de Administración perdió 41,4 millones de euros, de manera que, en los dos últimos ejercicios sociales, que han sido los de mayores ingresos de la historia del SFC (186 millones de euros en la temporada 2021-22 y 170 millones de euros en la temporada 2020-21), se han generado 66 millones de euros de pérdidas, que han supuesto la desaparición de 2/3 del patrimonio neto de la Compañía".
También apunta que el "incremento de los gastos operativos ha sido en los últimos cuatro años, de 46 a 70 millones de euros, es decir un 50% más" y que el deterioro financiero de club es "descomunal, pues ha pasado de tener un saldo positivo en bancos de más de 52 millones de euros en la temporada 2019/20, a un saldo negativo de más de 5 millones de euros en la temporada 2020-21, y a un saldo negativo de más de cuarenta millones de euros en la campaña 2021/22, es decir, un deterioro financiero de más de 92 millones de euros".
"Todo ello se une que, como es público y notorio, el actual Consejo de Administración ha llevado a la Entidad a un conocido deterioro institucional, a la devaluación significativa de la plantilla deportiva del primer equipo -su valoración es de 180 millones de euros menos que el año anterior según la prensa especializada-, a la falta de liderazgo en el mundo del fútbol siquiera nacional y a que rivales que estaban a una distancia sideral compitan hoy día a un nivel muy superior al del primer equipo", relata el que fuera presidente entre 2002 y 2013.
Reprocha, además, que Castro le impida "el ejercicio del derecho de voto no a un socio cualquiera, sino al socio mayoritario que, con su acciones, controla la mayoría del capital social; todo ello con la idea de perpetuarse en el gobierno de un Club cuyos socios le han reprobado explícitamente y acordado su destitución", por lo que considera que el cargo de presidente lo "ocupa sin ninguna legitimación, percibiendo además por ello una altísima retribución que no sólo no ha dejado de percibir a pesar de que su gestión ha provocado descomunales y multimillonarias pérdidas".
"Por mucho que le pese al Sr. Castro Carmona, mantendré mis reclamaciones en los Tribunales, porque son justas y legítimas y, vista la situación, son también obligadas. Que algunas de las medidas cautelares que hasta el momento he solicitado no hayan resultado acogidas no desvirtúan mi absoluta confianza en que los Tribunales resolverán los pleitos a mi favor", anuncia.
"Otro juicio, que es el de la gestión institucional y económica del Sevilla Fútbol Club, ya fue sentenciado por los accionistas en la última Junta General, reprobando la gestión social, rechazando aprobar las cuentas anuales y apoyando la mayoría del capital social la destitución del Consejo de Administración. Por último, el juicio sobre la gestión deportiva se viene celebrando desde hace tiempo en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, donde jornada a jornada se corea por la afición el grito de "¡Pepe Castro, dimisión!", subraya Del Nido.
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