La comparación con el insulto del atlético José María Giménez que enfada al Sevilla

El Sevilla está muy enfadado con el Betis por su papel activo en la sanción a Isaac Romero, Juanlu Sánchez y José Ángel Carmona, que no pudieron jugar ante el Celta en la despedida de Jesús Navas por la actuación del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras la denuncia del club verdiblanco, que se sintió ofendido con la bandera que los canteranos enarbolaron tras el triunfo sevillista en el derbi y que, según los juristas béticos, fue ofensiva hacia el club heliopolitano.

El Sevilla ya hizo público un comunicado contundente e incluso ha anunciado una comparecencia de su presidente, José María del Nido Carrasco, en la que piensa abordar este asunto que, al margen de la rivalidad sevillana, algo que parecía haber normalizado las relaciones y que se torcieron tras el derbi de Copa en 2022, también ha dejado un poso de inconformidad con las actuaciones habituales de los comités dependientes de la Federación.

En el Sevilla, y la afición así lo entiende también, no comprenden que se sancione con claro signo ejemplarizante este hecho supuestamente con la intención de no fomentar la violencia y dejar sin sanción alguna los graves insultos del jugador del Atlético de Madrid José María Giménez a la afición sevillista desplazada a la capital de España y presente en las gradas del estadio Metropolitano. Para los sevillistas, ese grito desafiante de “a chuparla” a los aficionados sevillistas genera mucha más violencia que el gesto de los canteranos nervionenses, para los que esperaba una simple sanción económica.

El Sevilla intentó por todos los medios que sus jugadores pudieran estar disponibles para García Pimienta en el partido ante el Celta, pero fue imposible, sintiendo un gran agravio en un partido muy importante y un castigo muy desproporcionado comparado con otras infracciones.