El cierre ideal pide tensión
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El Sevilla de Sampaoli aspira a un triunfo que ponga la guinda a su gran trayectoria en el adiós a un 2016 casi perfecto
El joven Málaga, amenaza ante tanto azúcar
La afición del Sevilla tiene una atractivo partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán para echar el telón a un año casi perfecto. Dejando al margen la cita familiar del miércoles en la Copa del Rey, el cierre de 2016 ofrece la gran ocasión de disfrutar de nuevo del equipo de Sampaoli y de homenajear a un equipo que deja el año bisiesto con otro título europeo, en un envidiable tercer puesto en la Liga y con la mira ya puesta en los anhelados cuartos de final de la Liga de Campeones. Y precisamente el cóctel azucarado que han producido la dulce resaca del triunfo en Balaídos y el sorteo de la Champions ha dejado en un segundo plano la visita de un rival que se toma estos partidos como un auténtico derbi y que llega, además, con Juande Ramos en su segundo regreso a Nervión.
Muchos son los alicientes para acudir hoy al coliseo sevillista. Y el más importante es hacerlo con la idea de meterle guindilla a un partido que tiene un peligro sordo. Mantener el listón arriba es lo más difícil y cualquier tropiezo puede producir un inesperado jarro de agua fría entre tanta alegría acumulada. Jorge Sampaoli ya se ha encargado de advertir del peligro que significaría no darle al encuentro la tensión que requiere. El Málaga aún no ha ganado fuera de casa, pero ha sido capaz de empatar en estadios de enjundia. Más allá de la proeza en el Camp Nou, donde resistió pese a la expulsión de dos jugadores, está en la retina la disertación de fútbol que ofreció su joven equipo en Mestalla, donde este desconocido Valencia que está tonteando con los puestos de abajo expuso todas sus vergüenzas ante el vendaval blanquiazul que se le vino encima. Si, además, los jugadores malaguistas llegan con la intención de aguar la fiesta sevillista, pues se multiplica ese peligro.
El regreso de Juande Ramos al banquillo visitante, tras aquel partido en el que logró remontar con el Real Madrid para dejar en anécdota la lluvia de billetes con su rostro con que fue recibido, queda demasiado lejos. El aluvión de títulos que ha logrado el Sevilla desde aquella tarde de abril de 2009, cuatro nada menos entre una Copa del Rey y tres Ligas Europa, han dejado en el olvido la herida que dejó abierta el entrenador manchego, que entonces se presentó como el único dueño de la pócima mágica. Hay que centrarse, por tanto, en lo meramente futbolístico.
Sucede que Sampaoli tiene que rehacer su equipo base por la suma de inconvenientes en forma de lesiones y sanciones. Dos de los protagonistas del gran triunfo en Balaídos no podrán estar en el campo por acumulación de amonestaciones. Mariano y Franco Vázquez deben dejarles su sitio habitual a dos compañeros y esto se une a que Escudero, ausente en Granada y Vigo, no ha llegado a tiempo tampoco a la cita de hoy. Se trata de tres bajas de peso, como ha reconocido el propio Sampaoli, que ha calificado a sus dos laterales como dos de las "llaves para abrir las defensas". En cambio, el técnico argentino tiene a su disposición otros argumentos. Entre éstos, el buen momento de Iborra, después de sus tres goles al Celta, y el influyente regreso de Nasri. La ecuación se puede traducir en más juego interior que exterior.
Con ambos en el equipo repartiéndose la medular con N'Zonzi, el técnico sevillista tiene que buscar soluciones para el juego exterior. Podría acudir a su habitual esquema de tres centrales dando entrada a Kolodziejczak o Diego González para que Mercado actúe de lateral/carrilero en la derecha y Sarabia realice ese papel en la izquierda. Aunque también podría ubicar al argentino como central/lateral dada su escasa vocación ofensiva. No es la primera vez que Sampaoli usa un sistema mixto, con defensa de cuatro en la fase defensiva y disposición de tres en la ofensiva. Y por ahí podrían ir los tiros si no quiere darles los carriles a Mercado y Sarabia.
Otro cantar es el ataque. El buen papel de Ben Yedder en el rato de Lyon ya le dio el premio de la titularidad en Vigo. Y volvió a responder, con lo que, después de una semana limpia y antes del trámite copero para los no habituales del miércoles, no sería raro que repitiera el franco-tunecino en la punta del ataque, con Vitolo de posible acompañante ante la baja de Franco Vázquez. Nasri tiene bien asido su rol como organizador unos metros atrás.
Enfrente estará un Málaga que llega con un joven e inquietante grupo que tiene en Pablo Fornals, Juanpi y Sandro sus baluartes ofensivos. Juande les está dando rienda suelta y el cóctel empieza a dar resultado, aunque aún no han ganado fuera y tienen el prurito de hacerlo en Nervión. Impedirlo está en manos de este Sevilla que tiene tan ilusionada a su afición.
Diego González y Ganso entran en una lista sin Escudero y con Pareja
Las bajas por sanción de Mariano y Franco Vázquez, quienes vieron la quinta tarjeta amarilla en Balaídos, les han dado la alternativa a dos futbolistas con escaso protagonismo y que hoy podrían tener la oportunidad de volver a reivindicarse. Ganso vuelve a la convocatoria de la que se cayó para la cita de Vigo, después de su última titularidad, en Riazor; y Diego González fue citado para paliar las bajas en la defensa después de bastantes jornadas ligueras sin aparecer con el primer equipo, desde el derbi, ya que Escudero aún no se ha recuperado de sus problemas en los isquiotibiales. En cambio, sí pudo entrar en la lista y es más que probable que esté en el once uno de los capitanes, Pareja, después de haber estado entre algodones al principio de la semana por una inflamación en la rodilla izquierda.
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