Cinco cambios forzosos en dos partidos seguidos
La calidad física de la plantilla vuelve a ponerse en duda en cuanto Berizzo la ha forzado sin rotar
Sevilla/Quizá todo sea producto de la casualidad, o quizá sea un claro ejemplo de causalidad. En cuanto ha abandonado Eduardo Berizzo su sistema de rotaciones, para salvar de la zozobra a su equipo, y haciendo coincidir este giro con un leve toque táctico y con el regreso de N'Zonzi, se han empezado a producir en cascada los percances musculares. Ninguno es de tal gravedad como el que apartó del equipo a dos de sus capitanes, los centrales Carriço y Pareja. Pero uno de los lesionados, Correa, aún no tiene fecha de vuelta. Y otros son duda para el partido de mañana en el Camp Nou. La calidad física de la plantilla vuelve al foco.
Berizzo ha sacado adelante las primeras reválidas tras su semana negra. Con más apuros de los esperados, y también una patente mejoría en el juego, el Sevilla venció a Leganés y Spartak por la mínima... sufriendo más de la cuenta especialmente ante los rusos. En ambos partidos se sucedieron las lesiones y los consiguientes cambios inesperados. Hasta cinco sustituciones forzadas que impidieron a Berizzo rematar el partido tal y como tenía pensado, dándole al equipo otro aire con futbolistas que estaban calentando para salir y que se quedaron en el banquillo rumiando su mala fortuna o la elección del técnico.
Ante el Leganés, Berizzo tuvo que quitar a Correa, que había jugado en Cartagena, al filo del descanso tras un encontronazo con el forzudo Amrabat que le produjo una elongación muscular. Se trata por tanto de una lesión mitad traumática, mitad muscular. ¿Producto del agotamiento o del choque? Eso ya privó al técnico de un cambio táctico. Luego sacó a Banega por Krohn-Dehli, una elección más o menos planeada. Y por último, con Muriel estirando para saltar al campo y aportar más remate, Corchia, que también jugó en Cartagena, con problemas musculares, dejó su sitio a Jesús Navas, para que Sarabia fuera lateral.
Ante el Spartak, los tres cambios fueron obligados. Y además influyeron negativamente en el final de incertidumbre y nervios. Dos de los líderes del equipo, Sarabia y Banega, se lesionaron, el primero solo, al pisar mal y producirse un esguince (era su tercer partido en nueve días) y el segundo, por una leve sobrecarga. La salida de Jesús Navas y Krohn-Dehli empeoró al equipo. Luego fue Mercado, con Muriel otra vez y Franco Vázquez calentando, el que se lastimó muscularmente y salió Corchia. Berizzo, con cierta rigidez en los cambios de pieza por pieza, no tuvo mucho margen de elección.
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