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Los jugadores del Sevilla hicieron exactamente lo que les pidió su entrenador, parecerse a sus rivales; partido perfecto entonces
Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Getafe

Los jugadores del Sevilla completaron en el Coliseum el partido perfecto. Hicieron justo lo que les pidió su entrenador, parecerse lo más posible a sus rivales. Y así fue. Dicho y hecho. Para hacer justicia al nombre del estadio, se comportaron como gladiadores en la arena. Apretaron los dientes y jugaron el partido que el Getafe juega.
Hasta ahí todo perfecto. El Sevilla sumó un punto más para asentarse en la medianía y asegurarse al menos dos semanas que no va a caer cerca de donde muerden los leones. Y es hasta meritorio y entendible que en todos los partidos haya que adaptarse a las condiciones, pero entonces cabe preguntarse, cuando ni siquiera se ha intentado imponer otro criterio de fútbol, el sentido de cambiar de estilo y apostar por un entrenador perfil Barça o como se quiera decir –que tampoco es exactamente eso– para acabar orgulloso de parecerse al Getafe de Bordalás.
Por lo demás, poco hay que explicar. El Sevilla se adaptó a los duelos individuales, la intensidad máxima, la disputa por la disputa, la segunda jugada... a estar atento a la caída, a reducir al máximo el espacio, a hacerse fuerte en el contrabalón, a vivir al borde de una segunda amarilla... Así, queriendo ser eso, a lo máximo que podía aspirar era a empatar con el mejor intérprete de ese fútbol. Y lo logró.
Defensa
El trabajo en el inicio defensivo de Isaac iba a tener menos sentido con el fútbol directo del Getafe, por lo que lo que importaba era hacerse fuerte en el bloque, en la disputa aérea y en la continuación del juego. El centro del campo y los laterales iban a ser claves para estar siempre muy encima del juego y equilibrar la superioridad numérica que los dos puntas que alineó Bordalás (Uche y Juanmi primero y Uche y Mayoral después) conseguían. Pimienta lo hizo defendiendo estas jugadas con una línea de cinco metiéndose Lokonga como uno más y a veces hasta de seis.
Carmona y Pedrosa se preocupaban de que el rival no sacara centros desde las bandas y que la defensa sacara como pudiera los frontales y diagonales. Eso y mantener al equipo con once, lo que con tanta fricción y tanta tarjeta no era nunca una garantía de éxito.
Los pupilos del barcelonés lo hicieron perfecto: siempre atentos a la segunda acción y evitando llegar en inferioridad numérica a las caídas de balón. Casi la única que el Getafe ganó fue la prolongación de Uche, que le ganó el duelo a Badé, en la primera ocasión de Juanmi.
Ataque
El Sevilla renunció a su estilo. En la primera parte se amparó en las entradas por dentro de Vargas, en el mogollón y en los córners para no tener más ocasión que la falta lejana de Gudelj. En la segunda las contras de Lukébakio y lo que pudiera dar Akor, aún un melón por calar, aunque dejó ganas y está claro que impone por físico. A ver por movilidad... Eso sí, Pimienta retrasó a Isaac cuando lo sacó.
Virtudes
Se adaptó a las condiciones.
Talón de Aquiles
Un paso atrás en criterio propio.
Uno por uno
Nyland Muy poco trabajo en un partido sin apenas ocasiones. Rozó para sacar la de Juanmi y estuvo sólido en los balones colgados.
Carmona Cuando todos van con intensidad y no sólo él es lógico que todo se iguale y, por ende, no destaque.
Badé Tuvo dudas y se dejó ganar con Uche ese duelo aéreo que fue la prolongación que dejó a Juanmi solo en la primera que tuvo. Aunque mantuvo el tipo.
Gudelj Se fajó bien en una papeleta complicada, con un rival muy incómodo que presionaba con dos puntas.
Pedrosa No era el partido de lucir arriba pese a que Vargas le dejaba libre el pasillo. En defensa sí se apretó los machos.
Lokonga Mucha fricción y juego en el centro en el que, sin alardes. nos se arrugó, pero sigue lejos de aquel que brilló en dos partidos una vez.
Sow Igual que casi siempre. Sin desentonar, pero sin brillo.
Saúl Tenía libertad y se dejó ver en la primera parte, pero sin marcar diferencias. Se sigue esperando al medio ilicitano.
Lukébakio Como siempre, el mejor y el hombre a vigilar. Pudo coronarse otra vez en la jugada final y creó peligro pese a atraer a varios marcadores a la vez.
Rubén Vargas De más a menos. Se metía por dentro y llegaba a hacerse indetectable, pero no logró acabar nada.
Isaac Pundonor y criterio, pero no logró ponerse de gol. Con Akor jugó unos metros atrás.
Ejuke Por la derecha sorprende bastante menos.
Kike Salas Cerró la banda.
Akor Adams Imposible saber en diez minutos si será carne o pescado. Impone por su físico, pero corre el riesgo de ser un punta muy pesado. Robó un balón interesante en el que podían haberle pitado falta.
Agoumé Cambio hecho descaradamente para perder tiempo y amarrar el empate.
Juanlu Ídem de ídem.
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