Sin calidad ni intensidad, derrota inevitable: así jugaron los futbolistas del Sevilla

Para pescar en Mendizorroza hay que igualar, al menos, la intensidad del Deportivo Alavés e imponer la teórica superioridad técnica de tu equipo. No sucedió una cosa ni la otra y la derrota parecía inevitable. Sólo Saúl Ñíguez y Dodi Lukébakio mostraron detalles de la calidad que se le presupone a un equipo como el Sevilla, que pierde fuerza compatitiva a chorros con la marcha de Acuña, Sergio Ramos, Ocampos o En-Nesyri.

Nyland Esta temporada ha bajado el nivel bajo palos, como refleja el primer gol que encaja. Él mismo creó un ángulo que no existía al tapar mal con su brazo izquierdo.

José Ángel Carmona Su pundonor no tapa a menudo sus deficiencias técnicas básicas, como pasar la pelota en corto o asegurarla.

Nianzou Al menos se impuso por arriba.

Kike Salas Un flan, dejándose ganar duelos como ese balón largo ante Toni Martínez. Nivel de confianza bajo mínimos.

Pedrosa Un desastre en colocación, movimientos y decisiones en defensa. Arriba se anima, pero también chirriaron sus centros. 

Agoumé Su fútbol anodino y vulgar no explica por ahora el esfuerzo de Orta por traérselo. 

Sow Había mejorado ante el Getafe, pero en Mendizorroza volvió a ser una sombra que juega de puntillas. 

Saúl Es de los pocos jugadores de la plantilla con calidad, pero es tan consciente de que es el amo, que quiere estar en todos los fregados y apenas resuelve. Buen pase a Lukébakio en el gol.  

Peque Muy incómodo en la banda izquierda. Luego, fuera de ella, pesadísimo de piernas.  

Lukébakio Otra excepción en cuanto a calidad, como Saúl, que debe salir de la irregularidad y ser más intenso y constante.

Isaac Tener que ir a todas las batallas y en desventaja a menudo abre la puerta a los golpes, las fricciones y las lesiones. 

Iheanacho Baja forma clamorosa. Estuvo un buen rato desaparecido, sin tocarla.

Ejuke De nada vale regatear si cada decisión es errónea.

Barco No solucionó nada.

Badé Al menos intimidó.

Gudelj Intrascendente.