Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Algarve, Portugal/Este fin de semana se ha celebrado en el Algarve (Portugal) el Encuentro de Peñas Sevillistas, organizado por la misma federación. Un evento anual que congrega a cientos de aficionados nervionenses para hacer una gran convivencia a final de cada año. Un fin de semana con varios actos donde suele haber una representación de miembros del club o de exjugadores para acercar el club a sus aficionados. No obstante, este año, el único representante que ha acudido al encuentro ha sido Enrique de la Cerda, debido a la ruptura de relaciones entre la dirección sevillista y la federación. Aún sin representación del club, como anfitrión del evento al celebrarse en Portugal, ha estado presente uno de los ídolos del sevillismo en la era reciente, Beto Pimparel.
El guardameta luso, campeón de tres Europa Leagues, aunque con un especial protagonismo en la temporada 2013-14, se ha acercado al sevillismo para rememorar su paso por el club de Nervión tras desenfundarse los guantes hace unos meses. Beto ha recordado su paso por el Sevilla y ha reconocido el eterno agradecimiento que le tiene a la afición de Nervión: “Para mí es maravilloso ser parte de la familia del Sevilla Siempre ha tenido una fuerza muy especial, fue uno de los equipos clubes que tuvo la fuerza de convertir a un portugués, no en español, sino sevillista. Pero no un sevillista lejano, un sevillista que ve los partidos y que habla del Sevilla. El sevillismo está presente a diario en mi vida. Esa fuerza que siento con mi familia no está pagada con nada y no se puede explicar por palabras. Sí, soy sevillista, aparte de portugués, con acento sevillano y casi de Triana, comentó”.
Durante su charla, fue recordando la Europa League de la temporada 2013-14, denominada como la ‘Copa Imposible’. Beto fue decisivo en la tanda de penaltis de la final ante el Benfica, eterno rival del guardameta portugués, que pasó por clubes como Braga o Porto antes de enfrentarse al equipo lisboeta. En una polémica tanda, donde ha reconocido en muchas ocasiones que se adelantó, comentó lo mal que pasó el verano siguiente al recibir amenazas constantes de aficionados del Benfica: “La final de Turín fue un partido muy especial. Jugué contra mi eterno rival, porque jugué en el Braga, Porto y en el Sporting. Los eternos rivales. Tenía ese ingrediente especial esa final para mí. Ahí di, literalmente, un paso adelante. Ya prescribió. Benfica venía de perder la final del año anterior contra el Chelsea en el 92’ y al año siguiente contra nosotros en penaltis. Siendo un portugués parando el penalti y, es verdad que adelantándome un poco de la línea, pues sí. Ese verano lo pasé fatal con la familia celebrando el título. En la playa, recibí muchas amenazas, tanto yo como mi familia. Lo pasé fatal. Tuvo que ir conmigo hasta la policía a la playa conmigo ese verano… una película”, aseguró Beto durante el acto de las peñas del Sevilla.
Asimismo, también habló sobre la determinante tanda de penaltis en los octavos de final de aquel mismo año. Beto detuvo el lanzamiento a Nono que permitió al Sevilla pasar a los cuartos de final del torneo después de remontar un encuentro que se puso cuesta arriba en la ida: “No creo que fuera tanto el penalti de Nono, sino el de N'diaye. Cuando ya nadie creía que podíamos, va el palo y el momento es que la pelota me da en la espalda y no entra. En una situación normal me pega en el culo y entra, pero no. Ahí pensé que había un cambio. Después, el penalti de Nono, fue mi capacidad psicológica. Me hice muy grande en ese momento. Psicológicamente estaba muy fuerte. Estaba convencido de que no iba a marcar y nos llevábamos el Euroderbi. Por mérito, lo paré”, comentó.
El portugués cerró su intervención, tras recibir un baño de masas en el hotel, lanzando un mensaje de sevillismo a los peñistas desplazados hasta Portugal: “Siempre a donde he ido he intentado dejar mi huella y creo que lo he hecho. Lo habré hecho mejor o peor en algunos partidos, pero el sevillismo me reconoce por haberlo dejado todo los que tenías. He jugado con grapas, con puntos, con sangre, con un hombro fuera, con huesos rotos… He jugado en todas las condiciones posibles por el Sevilla. Es mi complicidad por el escudo. El escudo está por encima de todo”, contó Beto.
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