En las barbas de Lionel Messi
FC Barcelona-Sevilla FC | La previa
El Sevilla pretende repetir su espíritu ofensivo en el Camp Nou para plantar cara a un campeón herido y necesitado
Pablo Machín volverá a apostar por ese once de corte ofensivo que lo cambió todo
Dos semanas lleva el sevillista con el partido revoloteando como una mariposa en su imaginación. Porque no es un partido cualquiera a pesar de que se trate de la Liga y el mes de octubre. De repente, como quien no quiere la cosa, su equipo se ha plantado en el Camp Nou enseñándole la matrícula a todos en el campeonato. Y aunque quedan por delante treinta jornadas, nada menos, este duelo en la cima con el campeón y máximo favorito se ha cargado de un inusitado interés. No tanto porque el Sevilla se haya postulado para lo máximo, lo que aún parece ilusión, sino porque este pulso en la estratosfera va a calibrar las aspiraciones verdaderas de la tropa de Pablo Machín.
Los precedentes inmediatos de uno y otro indican que es el momento propicio, si es que lo hay, para visitar el Camp Nou. El anfitrión encadena cuatro partidos sin ganar en la Liga, al abrigo de su público –y del aluvión de turistas que pueblan sus gradas cada cita–, ya ha cedido sendos empates ante Girona y Athletic, y Ernesto Valverde atraviesa su momento más delicado desde que relevó a Luis Enrique en el banquillo.
Pero al otro lado de la balanza, para equilibrar, se encuentra Lionel Messi.
En contraste con la crisis azulgrana, el Sevilla aterriza hoy mismo en la Ciudad Condal en la cresta de una fabulosa ola. Con cuatro victorias seguidas gracias a seis goles ante el Levante en Valencia, tres al Real Madrid, otros tres en Eibar y dos al Celta. Catorce tantos nada menos. Su ataque está bien afinado. Y el factor campo parece que no le afecta de momento: trece tantos han sido capaces de hacer como visitantes en cuatro desplazamientos. Una carta de presentación que asusta.
Pero al otro lado de la balanza, para equilibrar, se encuentra Lionel Messi.
En el Barcelona, Gerard Piqué no compagina su emergente perfil de empresario con su habitual desempeño sobre la hierba. Varios errores suyos han costado goles y puntos. Para más inri, su mejor socio de la pasada temporada, Umtiti, sigue varado en la enfermería no se sabe por cuánto tiempo, y como Vermaelen volvió lesionado de su última convocatoria con Bélgica, resulta que sólo Lenglet está disponible para componer el eje de la defensa esta noche. Y el francés, por ahora, no termina de convencer a la parroquia. Visto el decorado, si los sevillistas son capaces de salir con arrojo y descaro y poner en apuros a la retaguardia azulgrana, no es difícil que el ambiente se emponzoñe para los locales.
Pero al otro lado de la balanza, para equilibrar, se encuentra Lionel Messi.
Tampoco Sergio Busquets, piedra angular del gran Barça contemporáneo y un dechado de regularidad, atraviesa su mejor momento, como bien dejó claro el pasado lunes en el España-Inglaterra. Y sin él a pleno rendimiento, el equilibrio del campeón se resiente por lo buenísimo que es y porque no tiene un recambio similar.
Pero al otro lado de la balanza, para equilibrar, se encuentra Lionel Messi.
Y arriba, Luis Suárez está nublado cara al gol y Coutinho y Dembele tampoco terminan de dar el paso adelante que se espera de ellos.
Pero al otro lado de la balanza, para equilibrar, se encuentra Lionel Messi.
Caparrós dice que “mejor no cabrear” al 10 argentino. Pero no hará falta soliviantarlo para que hoy salga enrabietado y con ganas de ajustar cuentas. También por su carácter ganador es el mejor de siempre. Y será una fiera desbocada.
Ante una pléyade a media luz, pero que reaccionará más temprano que tarde, saldrá el Sevilla dispuesto a no ceder. A imponer su ofensivo eje gravitatorio que dibuja ese triángulo con Banega, Sarabia y el Mudo... en las barbas del mismísimo Lionel Messi.
El microscopio
1. Machín afirma que van a buscar al Barça arriba como hicieron ante el Real Madrid, pero el reto es mayúsculo: se trata del Camp Nou, no de Nervión
2. El modo de recordarle al local sus dudas es no perder metros y dibujar ataques peligrosos con asiduidad, aunque atrás deba asumir más riesgos
3. La pasada campaña, en el Girona, Machín ordenó a su lateral Maffeo que fuera la sombra de Messi, y está por ver si no repite ese inusual recurso
4. Que el Barcelona reciba al Inter el miércoles en la Champions y al Real Madrid el domingo siguiente también puede distraer algo a los azulgrana
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