La banda de Dodi Lukébakio obra un pequeño milagro en Vallecas (1-1)

Rayo Vallecano-Sevilla | | La crónica

Un terrorífico Sevilla arranca un punto ante el Rayo gracias a otro golazo del belga cuando el equipo estaba grogui y sin reacción de García Pimienta

Nyland se redime de su lunes negro con sus providenciales paradas

Dodi Lukébakio se marcha de Balliu antes de conectar el tiro del empate.
Dodi Lukébakio se marcha de Balliu antes de conectar el tiro del empate. / Zipi Aragón (Efe)

La banda de Dodi, porque el Sevilla actual es una patética banda que se agarra a los goles de Lukébakio, arrancó un punto de Vallecas no sabe cómo. Debió tomar el camino de vuelta a Sevilla la expedición nervionense con la sensación del vaquero que sale indemne del salón con todos los de su alrededor muertos. Y aunque ese empate acorta sus miras europeas, cualquiera que viese los 99 minutos se terminó de convencer de que el limitadísimo equipo que se le ha ido de las manos a García Pimienta se marca su mediocre techo: 43 puntos. No hay más. Y si a falta de tres o cuatro jornadas lo ha conseguido y la séptima e incluso la octava plaza están a tiro, ir a por un mayúsculo milagro.

De momento, lo que sucedió en el minúsculo campo vallecano ya fue un pequeño milagro anticipado. Porque Nyland, en una apresurada redención tras su grosero error ante el Mallorca del lunes pasado que costó dos puntos, hizo hasta media docena de paradas de mérito ante los rayistas; porque peor de lo que jugaron José Ángel, Pedrosa, Juanlu, Saúl o Isaac, la mitad del equipo, es muy complicado hacerlo; porque peor de lo que lo hicieron Agoumé o Ejuke cuando salieron desde el banquillo es improbable. Y porque más bloqueado y desnortado de lo que hoy está Xavi García Pimienta en la gestión de los partidos también es muy difícil estar.

El Rayo había tenido que cambiar en la primera parte a dos jugadores por lesiones musculares, Nteka en el minuto 25 y Mumin en el 36. Y a pesar de ello, Íñigo Pérez, que tiene a los suyos saltando en la palma de su mano a diferencia de su colega sevillista, no dudó en meterle candela a su centro del campo con Óscar Valentín y Gumbau (70’) para defender el golazo que Ratiu había hecho un cuarto de hora antes. Decisión. Actuación. Firmeza. A su lado, Pimienta no sólo no movió una pieza en el intermedio a pesar de la pésima primera mitad de los suyos, sino que esperó también un cuarto de hora desde el certero trallazo de Ratiu a la escuadra izquierda de Nyland para su tímido movimiento de ajedrez: Ejuke al campo por José Ángel, Juanlu al lateral derecho, Vargas a la derecha. Ejuke perdió todos los balones en la izquierda, Juanlu fue una sombra en el lateral ante Álvaro García, Agoumé lo único que hizo fue adelantar en un pase muy fácil a Idumbo el balón que acabó en el gol de Dodi, e Idumbo, pasársela al belga en la acción decisiva.

Los cambios volvieron a reflejar que el Sevilla no tiene profundidad de banquillo. Pero algo había que hacer ya en el intermedio. Y el técnico nada hizo.

La primera parte ya había discurrido por los mismos derroteros de juego mediocre, tedioso, de la reciente visita a Getafe. Al Sevilla no le hace falta negarle los espacios para encerrarlo y quitarle la pelota, sus propios jugadores la regalan una y otra vez por sus limitaciones técnicas y por su obtusa visión del juego: las contadas ocasiones en que Lukébakio, Juanlu o Saúl dispusieron de un balón para arrancar la moto y buscar la portería de Batalla, porque el Sevilla ya había roto la primera línea de presión de los rayistas, siempre adoptaron la medrosa medida de cederla pelota a la defensa. Y así, tanto segaban de raíz un ataque prometedor como complicaban la vida a su compañero de retaguardia, que optaba por quitarse la pelota de encima ante la llegada de Álvaro García, Trejo o Nteka.

Fue un espejismo la primera llegada de Pedrosa desde el costado izquierdo, a los cuarentaitantos segundos de juego, resuelta con un tiro relativamente fácil en el que Batalla no blocó la pelota para que Mumin la enviara a córner. El propio lateral chutó al rechace de un córner desde la izquierda y Mumin, de nuevo, desvió cuando la pelota buscaba el palo, sin quedar claro si en dirección a la portería o no (7’).

Cuando los equipos se fueron asentando sobre el pequeño rectángulo vallecano, fueron los anfitriones quienes llevaron el agua que no paraba de caer a su molino. El centro del campo sevillista, con Sow guardando más la posición y Juanlu y Saúl escalonados, empezó a perder esas pequeñas batallas que tanto peso tienen en el rodeo madrileño. No había salida.

Y para este Sevilla que tan poco fútbol genera cuando el enemigo está bien posicionado y defendiendo en situaciones estáticas, es fundamental encontrar a Lukébakio o Vargas en irrupciones que sorprendan a las defensas descolocadas y replegándose. El belga no dio una a derechas hasta el minuto 81, que recibió en el extremo tras un balón parado del Rayo, quebró a Balliu y soltó un misil cruzado con su zurda, imposible para Batalla.

Antes de esa jugada aislada que valió un punto, Nyland se encargó de mantener en pie a los suyos y hacerse perdonar: le sacó remate muy cercano y a contrapié a Nteka (19’), corrigió un error terrible de Kike Salas, que se la regaló con su derecha a Trejo para que el argentino encarara al portero, que le sacó la pelota con el pie (47’), le sacó otro tiro durísimo de Ratiu (66’) minutos después de que el rumano la pusiera imposible con su tirazo a la escuadra (54’) y, después de que Dodi levantara al Sevilla del suelo con su tanto, aún rozó el arquero noruego un zapatazo de Lejeune que se estrelló en el larguero (84’) y le sacó otra a Álvaro García junto al poste (85’).

El punto le puede parecer un botín escaso a todo el sevillista que no haya visto el partido. Pero cualquiera que lo haya sufrido lo verá de forma bien distinta. De hecho, lo verá como un pequeño milagro. Y como un pasito más hacia los 43 puntos. Es el techo.

Ficha técnica

1 - Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Lejeune, Mumin (Aridane, min.34), Pep Chavarría; Pathé Ciss, Pedro Díaz (Óscar Valentín, min.70), Embarba (Balliu, min.70), Óscar Trejo (Gumbau, min.70), Alvaro García, Nteka (min.25, Guardiola).

1 - Sevilla: Nyland; Carmona (Ejuke, min. 69), Badé, Kike Salas, Pedrosa (Bueno, min.90); Sow (Agoumé, min. 75), Saúl Ñíguez; Lukébakio, Juanlu, Rubén Vargas (Suso, min.90), Isaac Romero (Idumbo, min.75).

Goles: 1-0 min.55, Ratiu. 1-1 Lukébakio, min.81.

Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité asturiano). Amonestó a Gumbau (min.87) del Rayo.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 26 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio de Vallecas. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Javier Dorado, exfutbolista de equipos como el Rayo Vallecano y el Real Madrid.

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