Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
José María del Nido Carrasco reconoció en un desayuno informativo que las pérdidas del ejercicio 23-24, que debe presentar en la próxima Junta General Ordinaria, aún por convocar,s on de 80 millones de euros. En puridad la cantidad es algo superior, 81,7 millones de euros. En cualquier caso, el mayor resultado negativo en su historia.
El presidente del club blanquirrojo explicó cuáles han sido las razones de ese tremendo déficit. La primera, el tremendo bajón en Europa: el club cifró los ingresos por este apartado en llegar a octavos de la Champions o, en el peor de los casos, en caer a la Europa League y avanzar lo máximo en esta. Pero quedó cuarto de su grupo de Champions... Primer palo.
El segundo factor fue consecuencia también del bajo rendimiento deportivo en la Liga: el duodécimo puesto en la 22-23 y el decimocuarto en la 23-24 han significado en un sustancial bajón de ingresos televisivos por la Liga.
El tercero fue producto de una arriesgada apuesta. El Sevilla terminó la temporada 22-23 con 36 jugadores en una plantilla que había tenido un coste de 203 millones de euros, de los que 40 millones correspondían a futbolistas que estaban cedidos. Para zanjar esa inflación de fichas, el club buscó la regeneración por la vía rápida, no por la vía lenta. ¿Qué quiere decir esto? Pues que se puso a rescindir contratos o a dar la carta de libertad con un elevado coste de más de 20 millones de euros, que también repercutieron negativamente en el ejercicio 23-24.
Del Nido Carrasco explicó cuál es el plan para regenerar el club tras ese tremendo agujero y defendió que la plantilla 24-25 tiene un coste de 109 millones, casi un 50% menos que los 203 de la plantilla 22-23. Otro pilar es reducir la estructura corporativa. Ha habido despidos importantes, como los de Emilio de Dios o Fernando Navarro.
Por supuesto hay que incrementar los ingresos de forma sustancial en todas las líneas y para ello cuenta el directivo hispalense con la remodelación del Sánchez-Pizjuán. El estadio está proyectado para que sea una fuente de ingresos ordinarios durante los 365 días del año, una vez recalificado.
Y luego está la previsión de regenerar el “ADN sevillista”, el de de fichar (acertando, claro) jugadores de mercados desconocidos, rejuvenecer la plantilla y apostar por la cantera. Pero sin perder capacidad competitiva... Y ahí es donde por ahora le falla el axioma al Sevilla de Del Nido Carrasco. De momento, el equipo está decimotercero y sin competición europea. ¿Sin perder capacidad competitiva?
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