Una asignatura que sigue pendiente
Valencia CF-Sevilla FC
El Sevilla debe confirmar su reacción tras las dudas de sus dos últimas visitas en el estadio de un grande, históricamente una especie de criptonita
El Sevilla de Lopetegui llega al punto de encuentro, puede que al partido clave de la temporada... o a uno de ellos. Aquí en Mestalla cambió el equipo sevillista su tendencia ganadora la temporada pasada con Pablo Machín. En el mismo tramo de Liga, casi en la misma jornada, tras un gran inicio de campeonato... el Sevilla fue perder dos puntos, como los perdió en el descuento con un gol de Diakhaby, y perder su identidad.
Y Mestalla, otra vez, puede ser la prueba de fuego para este nuevo Sevilla que ha sacado adelante sus dos últimos compromisos en el Sánchez-Pizjuán a base de insistencia, de paciencia, y a golpe de banquillo.
Porque este Sevilla en los últimos años se clona, cada curso con sus matices, de una temporada a otra. Mucha autoridad y elogios para instalarse arriba, pero un descarado paso atrás en cuanto toca visitar a los grandes, metiendo en ese saco ya no sólo a Real Madrid, Barcelona y Atlético, sino las visitas a estadios como Mestalla o San Mamés. Ahí el Sevilla pierde todo ese halo de grandeza con el que se mueve y es respetado en LaLiga y ahí es donde al final se le escapan los objetivos.
El equipo nervionense se presenta en la valenciana avenida de Suecia sin haber podido celebrar un triunfo en la Liga en los últimos siete años. Ha salido otras veces victorioso de aquí, incluso perdiendo, en aquella noche mágica del cabezazo de Mbia, pero históricamente es un escenario que achica a los futbolistas que visten de rojo, generalmente el color elegido en sus partidos ante el Valencia.
Y, además, va a ser clave esta cita por doble motivo. Sin olvidar que el enemigo es un rival directo y que será recibido con hostilidad, tampoco hay que pasar por alto la crudeza que el calendario depara para los de Lopetegui en este mes de noviembre y particularmente en esta semana. El mismísimo sábado se presenta en el Ramón Sánchez-Pizjuán el Atlético de Madrid, el adversario más abrasador posible y que amenazará –igual que hoy el Valencia– la posición de privilegio que ocupa el conjunto que dirige el que fuera seleccionador español y entrenador del Real Madrid, que precisamente ayer se cumplió un año de que lo destituyó tras perder por 5-1 en el Camp Nou.
Y por esa saturación de esfuerzos viene una de las incógnitas de la noche. ¿Dosificará Lopetegui a su equipo titular como hizo ayer Simeone dejando a tres de sus fijos en el banquillo? Nadie negará que un partido ante el brioso Atlético requiere a once futbolistas a pleno rendimiento en el plano físico que aguanten el ritmo que imponen los rojiblancos, pero, atendiendo a la máxima de Lopetegui, el partido de Mestalla es el inmediato y ahí también va a necesitar glucógeno fresco el Sevilla si quiere mantener su rendimiento en la Liga.
Rezando para que no se resfríen ni Koundé ni Diego Carlos, sí es cierto que en el resto de líneas sí tiene Lopetegui para escoger. Banquillo se está demostrando que tiene a su disposición y en los dos últimos triunfos ante Levante y Getafe se ha demostrado, pues fueron claves jugadores que salieron a refrescar al equipo como Franco Vázquez, Óliver Torres o el propio De Jong, autor en el minuto 87 del tanto con que el Sevilla derrotó a los granotas.
También cuenta el entrenador del Sevilla con la ventaja de saberse al dedillo la manera en la que procesa fútbol la cabeza del entrenador rival, un Albert Celades que también es cierto que conoce las fuentes de las que bebe su amigo, pues son las mismas que las suyas.
Así, se presenta un encuentro atractivo, que promete ser duro en los duelos y que exigirá una intensidad alta y una concentración a prueba de bombas. Un partido que probablemente tarde en decantarse de un lado a otro y que premiará al que soporte mejor el desgaste, tanto físico como mental.
En las filas valencianistas se echarán en falta jugadores importantes, sobre todo en ataque, como Guedes, Gameiro, Rodrigo Moreno o Cheryshev, un alivio para la defensa sevillista pero para nada algo definitivo, pues la plantilla levantinista está confeccionada con uno de los mayores presupuestos de la categoría.
Ya nadie se acuerda entre los aficionados sevillistas de las dudas que se plantearon en torno a Lopetegui fundamentalmente por las derrotas a domicilio ante Eibar y Barcelona, pero da la casualidad de que ésta es la siguiente salida de los blancos y deben variar esa tendencia perdedora que ha trazado en sus partidos como visitante.
Es una prueba dura, nadie lo niega, pero es precisamente ahora cuando el proyecto debe demostrar que va en serio. La afición está algo desencantada por cómo se ha comportado año tras año su equipo en sus visitas a los grandes y Mestalla y el Valencia lo son.
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