Antología del llamado fútbol del montón

Es la medianía hecha equipo de fútbol. La victoria ante el Rayo Vallecano volvió a dejar al aire las carencias de una plantilla que, por el nivel de los banquillos, no supera a la del equipo de Íñigo Pérez. Al lado del entrenador visitante se sentaban James Rodríguez –que ni jugó–, Isi Palazón, Embarba, Camello, Óscar Trejo... futbolistas que quién dice que no serían titulares en este Sevilla. 

Un Rayo Vallecano con diez se le subió a las barbas al equipo de García Pimienta, tuvo tres ocasiones clarísimas en la segunda parte y provocó que la afición local despidiera a los suyos con pitos pese al triunfo.

Fue, una vez más, la máxima expresión de la medianía, la antología del fútbol del montón, a granel... Nadie brilló. El operador televisivo proponía a cuatro aspirantes a MVP y el ganador era Isaac Romero, quien falló dos goles cantados, uno a pase de Sow y otro tras una asistencia de Peque. Le bastó para esa distinción una buena acción en un saque de banda para poner de gol al suizo y provocar a Unai López para una agresión que le costó la roja. ¿Donde está el brillo del heptacampeón de Europa?   

Defensa  

Es el fútbol en el que Isaac se gana el sueldo. El lebrijano hace el primer filtro, aunque hay días en los que está muy solo en esa tarea. Ayer, Sow fue su aliado a la hora de presionar arriba, pues Lukébakio se perdió en su intermitencia habitual (sin balón y con él) y Peque no es capaz de ganar ningún duelo ante un futbolista de Primera División. 

Fue preocupante que, tras lograr que el Rayo Vallecano no se acercara apenas en la primera mitad, en la segunda con un jugador menos llegara con tanta facilidad a las proximidades de Álvaro Fernández.

Carmona fue un flan pese a tener a Badé al lado esta vez y convirtió a Álvaro García en, con mucha diferencia, el mejor del partido. El eje Gudelj-Lokonga no tuvo solvencia en el centro del campo más a la hora de tener el balón que por lo que en realidad apretó el Rayo Vallecano en ataque organizado, ya que inquietó más en transiciones y tras las pérdidas locales. 

Ataque  

El modelo sigue intransigente en lo de arriesgar por arriesgar. Agoumé, Marcao, Lokonga... da igual. Es anecdótico quién sea la víctima. Recibir de espaldas a portería es jugar a la ruleta rusa. Ayer le tocó al belga en ese balón que perdió y que acabó en el poste tras el disparo de Álvaro García. 

El Sevilla estuvo muy errático. No hubo fluidez, Lukébakio entraba y salía de la escena sin decidir apenas nada y Peque es pura impotencia. La salida intenta ser pulcra desde atrás, atrayendo, pero al llegar a la línea de tres cuartos el ataque estático se hace demasiado estático. Por eso, es un crimen dejar pasar una ocasión de gol porque no hay muchas. El tanto llegó en un saque de banda.

Virtudes  

Hay jugadores que le ponen tesón, pero la calidad es muy poca. 

Talón de Aquiles  

La desconexión fue manifiesta con superioridad numérica, pero viene de la falta de criterios para darle a entender al rival quién manda en un partido. Buscarlo con los cambios, algún movimiento táctico...