![Arouna Sangante, durante un partido con Le Havre.](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 16 9"%3E%3C/svg%3E){kind=small}
20 años desde el último ejercicio con tres entrenadores
Con Rafael Carrión pasaron por el banquillo hasta ocho técnicos entre 1997 y el ascenso en verano del 99
La destitución de Berizzo retrotrae al Sevilla a una de las etapas más negras de su historia, cuando, con el equipo en Segunda División y con Rafael Carrión como presidente, pasaron hasta cuatro entrenadores por el banquillo en una misma temporada. En realidad, fueron seis en dos campañasa consecutivas, pero especialmente desastrosa fue la Liga 97-98 cuando después de descender en Oviedo, el Sevilla no fue capaz de volver a la máxima categoría quedando el octavo al final de temporada después de tres cambios, a la desesperada, en el banquillo del Sánchez-Pizjuán.
Comenzó la temporada en Segunda quien había acabado la anterior, Julián Rubio, después de los sonados fracasos de José Antonio Camacho (gran apuesta de José María González de Caldas) y Carlos Bilardo (huyó tras estar sólo cuatro partidos). Sin apoyo ninguno de la directiva, el manchego fue destituido tras la sexta jornada con dos partidos perdidos y uno empatado, ocupando su puesto Vicente Miera, quien llegó por amistad de algunos consejeros y que fue un auténtico fiasco.
Juan Carlos Álvarez, un hombre de la casa, fue una opción interina que tampoco resultó, mientras que Carrión se embarcaba entonces en una de las decisiones más criticadas y controvertidas en el fútbol de entonces (se consideraba inaudita): pagar por liberar a un entrenador del club en el que trabajaba. Fue el gallego Fernando Castro Santos, por el que el Sevilla abonó al Sporting de Braga portugués 40 millones de las antiguas pesetas, el que acabó aquella campaña de funesto recuerdo para el sevillismo, con el equipo incapaz de ascender y muy lejos de los puestos de arriba: quedó octavo en Segunda.
Empezó al año siguiente, la temporada 98-99, el gallego, fue sustituido por Juan Carlos Álvarez y finalizó Marcos Alonso, artífice del ascenso en un buen final de campaña junto al Profe Ortega como preparador físico.
Montella ha dibujado una trayectoria decepcionante en la Liga, si bien centró sus esfuerzos en generar ilusiones en la Copa del Rey y en la Champions. Con el italiano el Sevilla sumó 19 puntos de 51 posibles, cogiendo al equipo quinto y dejándolo octavo en la tabla, fuera de los puestos europeos.
Berizzo, en las mismas jornadas, 17, llegó a los 29 puntos, que son los que hoy día permiten al Sevilla soñar aún con la opción de seguir un año más en Europa.
Una nueva imagen de un N'Zonzi distendido enciende al sevillismo
Caparrós tendrá que abordar un difícil asunto a su llegada, pues de nuevo Steven N'Zonzi parece querer jugar un pulso con la entidad similar al que ya protagonizó cuando tuvo un fuerte encontronazo con Eduardo Berizzo. El francés fue fotografiado en una discoteca de Madrid horas después de la final y tuvo que pedir perdón por ello, tras lo que José Castro anunció medidas disciplinarias contra el jugador. Pero N'Zonzi no fue convocado por Montella para el partido ante el Levante sin que hayan quedado claros cuáles eran los motivos. El club hablaba de una lesión en el tendón rotuliano, pero al mismo tiempo explicaba que "podía haber viajado", pero que no lo hizo "por decisión del técnico". Otra foto de N'Zonzi circuló por las redes sociales sonriente en una terraza junto al río justo unas horas antes de que sus compañeros se midieran al Levante, y ayer era visto en el aeropuerto de San Pablo tomando un vuelo a Inglaterra. El francés puede estar forzando con estas estrategias su salida del club, aunque el Sevilla espera una oferta que satisfaga sus intereses económicos tras renovarlo al alza.
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