Cinco años sin el genio gitano
Sevilla FC | Historia
El 1 de junio de 2019 perdía la vida en un trágico accidente la joya más valiosa salido de la cantera sevillista, José Antonio Reyes
Parece que fue ayer y han pasado cinco años. Parece que fue ayer cuando la fatal y escalofriante noticia rasgaba la luz ya veraniega de una mañana de sábado, como hoy. El sevillismo se removía inquieto entre incredulidad, estupor e infinitas preguntas. La carretera sesgaba la vida del mayor talento salido de la cantera nervionense, un fenómeno desde que pegó el estirón y Monchi tuvo que atarlo con un contrato profesional porque se lanzaban sobre él todos los grandes clubes de España y de Europa.
El 1 de junio y el 28 de agosto son las dos fechas más negras en la historia del Sevilla. La figura de José Antonio Reyes entraba en el Olimpo de leyendas inmortales como años antes lo había hecho Antonio Puerta.
El utrerano perdía la vida cuando regresaba de Almendralejo de entrenar con el Extremadura y se acercaba a su pueblo, en el término municipal de Alcalá de Guadaira. Perdió el control de su vehículo, un Mercedes S550 Brabus, se salía de la vía y en el mortal accidente perdía la vida un primo del futbolista, resultando grave también otro pariente de Reyes que llegó a salvar la vida pese a sufrir quemaduras en el 60% de su cuerpo.
Todavía se recuerda aquella mañana y el sevillista se sigue sintiendo como presa de una pesadilla. Un futbolista distinto a todos, una personalidad arrolladora, un ganador, un talento natural, un portento de la naturaleza con una sexta marcha para dejar atrás a defensas cuando éstos creían que le aguantaban el pulso.
La alegría de Reyes, su eterna sonrisa, se quedaba en aquella finca de Alcalá con linde a la A376, donde se incendió el coche tras sufrir el reventón de un neumático delantero, golpear la mediana y literalmente salir volando tras varios giros en la calzada.
Reyes aún sigue presente en el corazón de todos los sevillistas. Un jugador que cambió la historia del club con una venta al Arsenal en 2003 que sentó las bases del crecimiento descomunal que la entidad experimentaría. Su aura futbolística, igual que la que hacía iluminar cualquier vestuario en el que entrara, se fue cuajando de títulos. Fue el primer futbolista español que levantó una Premier League en aquel equipo de los Invencibles de Arsene Wenger, con los Thierry Henry, Bergkamp, etcétera.
Además de esa Premier, una FA Cup y una Community Shild con el Arsenal, una Liga con el Real Madrid (que además rubricó él con dos goles al Mallorca), una Copa de la Liga con el Benfica, dos Europa League y una Supercopa con el Atlético y las tres Europa League con el Sevilla, ya en su segunda etapa cuando llegó después de que Marcelino pidiera a Giovani dos Santos y la llegada de Simeone al Atlético diera luz verde a que bajara de Despeñaperros.
El sevillismo hoy guarda respeto en un aniversario redondo. Cinco años sin el genio gitano, un jugador hecho de una materia especial que combinaba un físico –heredado de su padre– espectacular, un descaro insultante y una zurda de cine. Qué pena...
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