El equilibrio de la variante

Levante-Sevilla | Análisis Táctico

La efectividad justifica un cambio que refuerza el medio y desnuda las alas

El equilibrio de la variante
El equilibrio de la variante / Dpto. De Infografía
Jesús Alba

23 de septiembre 2018 - 21:14

Cualquier cambio en la disposición de los futbolistas provoca variaciones en el funcionamiento general del conjunto, algo en el que también influye (y bastante) la naturaleza futbolística de los hombres elegidos en cada puesto. Machín introdujo la variante de jugar con dos delanteros para que Ben Yedder tuviera hueco en el equipo y para ello tuvo que reajustar cosas que puede –no digo que sea una ley, pero puede– reforzar algunos aspectos y debilitar otros.

A la vista de todos estuvo la mejora del tono ofensivo, siempre con los condicionantes que se daban también en el rival, pero quitando los caliches se podían apreciar más cosas, sobre todo analizando hasta el 1-3, que fue cuando hubo de verdad partido.

Defensa

Machín solucionó el entuerto utilizando un triángulo en el centro con Banega como único pivote y dos interiores cortos, aunque luego se vio que en ataque uno tenía más cuerda. El soriano retrasó a sus mediapuntas titulares en el inicio de Liga, Franco Vázquez y Sarabia, para otras funciones más de contención. Ello se tradujo en una mayor consistencia por el centro –el agujero negro detectado desde el inicio de temporada en el sistema–, pero en más vulnerabilidad en las alas, donde los carrileros no tenían las ayudas de estos dos híbridos u hombres para todo: delanteros, extremos e interiores... Encima, en este sistema sin laterales los centrales de los costados no tienen coberturas y tampoco los medio centros la hacen como suele ser un recurso en defensa de cuatro. Así, Aleix Vidal sufrió con Morales y Bardhi, que además se intercambiaban, y desde la zona de Jesús Navas y Carriço llegó el centro de Luna en el 1-1.

El Sevilla (también hay que entender que Banega no es cierre) dejó cuestiones mejorables en defensa en la primera media hora. Y ya al final, cuando Machín volvió al esquema habitual de 3-4-2-1 con Roque Mesa y el Mudo en paralelo, volvió a perder el control por el centro, aunque hay que matizar que el 1-6 era para relajarse.

Ataque

La movilidad de Ben Yedder era la primera piedra. Al no poder proyectarse en exceso los guardianes de Banega, el galo hacía la labor de conexión iniciando muchas jugadas en solitario o en asociación con Sarabia. El partido, además, era lo que pedía con un Levante roto por el centro. Las bandas, con Aleix Vidal muy a contraestilo, no aparecían y los contraataques eran la mejor manera de sacar partido a una efectividad máxima junto con la capacidad de robo en la presión en zonas adelantadas.

Con la vuelta al 3-4-2-1 y el funcionamiento habitual del modelo, las bandas volvieron a aparecer, pero Aleix no lo aprovechó.

Virtudes

Efectividad y un portero.

Talón de Aquiles

Muchos jugadores fuera de su sitio. Aleix Vidal por supuesto, pero dos delanteros jugando de centrocampistas y un organizador ofensivo (Banega) teniendo que guardar la posición delante de la zaga.

Uno por uno

Vaclik Su actuación en el penalti agiganta más su figura.

Carriço El Levante atacó más el costado de Sergi Gómez, pero por su lado llegó el 1-1.

Kjaer Está rápido y se le ve cómodo en ese rol de líbero.

Sergi Gómez Aleix Vidal lo aculó y tuvo algún apuro en la primera media hora.

Jesús Navas Apareció muy poco, si acaso en el sexto gol.

Franco Vázquez Concienciado en su nuevo papel y dándola siempre bien, sin proyectarse.

Banega Tenía que poner orden y lo puso. Vértice del triángulo.

Sarabia Listísimo y certero. Un gol y tres asistencias. Enganche perfecto con Ben Yedder.

Aleix Vidal Jugar fuera de sitio es un atenuante, pero aun así, mal en la toma de decisiones.

Ben Yedder Tiene más movilidad que Andre Silva y el 0-1 define su fútbol: inicia la jugada y la culmina. Tres goles, una asistencia y la falta del 1-2.

Andre Silva Se movió bien descargando a Ben Yedder y no faltó a su cita con el gol.

Promes Activó su banda.

Roque Mesa Se diluyó pronto.

Muriel Casi testimonial.

stats