¿Y ahora... qué?

Sevilla FC

Al Sevilla, pasada la frustración de Londres, le queda volver a ilusionarse con alcanzar un puesto en la Liga que puede ser histórico

Suso, la ausencia que nadie recuerda

Lopetegui, con rostro serio y brazos cruzados, durante un momento del partido ante el West Ham.
Lopetegui, con rostro serio y brazos cruzados, durante un momento del partido ante el West Ham. / Andy Rain / Epa
Jesús Alba

19 de marzo 2022 - 06:13

Es normal que el sevillismo, o parte de él, tras la eliminación del equipo en Londres ante el West Ham y la diferencia que ha tomado el Real Madrid en la cabeza de la clasificación, piense ahora que la temporada para el equipo de Julen Lopetegui se haya quedado en algo anodino. Dos ilusiones que estaban en la mente de todos, la posibilidad de alcanzar la final de la Europa League y ganar el séptimo título en el Sánchez-Pizjuán y el sueño de pelear por el título de Liga se han esfumado en un breve espacio de tiempo.

Pero al Sevilla le queda aún mucho por disputar. Otros retos están pendientes y la obligación del cuerpo técnico que encabeza Julen Lopetegui, así como de la dirección deportiva, es levantar el ánimo de los jugadores y hacerles ver que aún hay mucho que ganar en el tramo final de campeonato que queda por disputar.

Adiós al sueño

La afición había soñado con la posibilidad de luchar por la Liga y disputar la séptima Europa League en Nervión

Historia

La última vez que el Sevilla fue segundo en la Liga hace 64 años, en 1958, y tercero, hace 13, en la 2008-09

El Sevilla tiene el objetivo de clasificarse por tercer año consecutivo para la Champions League por la vía de la clasificación liguera, algo que no ha hecho jamás en su historia y para lo que está inmejorablemente bien colocado.

Evidentemente, el golpe recibido en el London Stadium, donde estuvieron presentes más de mil aficionados sevillistas, es duro y probablemente el equipo necesite un tiempo para asimilarlo, pero el fútbol requiere cambiar rápidamente el chip y la plantilla aún tiene objetivos que cumplir.

En la única competición que le queda de las tres que comenzó –cuatro con el cambio de la Champions por la Europa League tras el tercer puesto en la fase de grupos de la primera competición continental a nivel de clubes–, el Sevilla es segundo en la tabla a cinco puntos del tercero, el Barcelona, aunque con un partido menos que los catalanes, a los que tiene que visitar en su próxima salida tras el parón. También tienen los de Lopetegui su objetivo inicial, es decir el cuarto puesto, a siete puntos por abajo. Es precisamente el Betis el que ocupa la quinta plaza, por lo que el margen, a falta de diez jornadas para acabar el campeonato, es ése: siete puntos.

El Sevilla ha terminado cuarto en las dos últimas campañas ligueras, ambas con Lopetegui en el banquillo, y no es tercero desde la Liga 08-09 con Manolo Jiménez al mando, hace ya más de dos lustros, en concreto trece temporadas.

Para ver al Sevilla segundo en la Liga al final de temporada hay que remontarse a una época mucho más remota, a finales de los años 50, cuando el equipo sevillista sólo fue precedido por el Real Madrid yé-yé en la tabla y los blancos disputaron la Copa de Europa al haberla ganado el equipo capitalino a la vez que la Liga.

Plantilla mermada

La plaga de lesiones, que merece un estudio y la toma de responsabilidades, fue un lastre en momentos clave

Recta final

La plantilla del Sevilla se ha caracterizado por el “nunca se rinde” y debe seguir igual ahora

Siete años antes, en la Liga 50-51, hubo otro precedente, cuando un gol mal anulado al Pato Araújo ante el Atlético de Madrid impidió que los sevillistas entonaran por segunda vez en su historia el alirón.

El Sevilla, aunque aún hay jornadas en las que se va a decidir todo, ha tenido cerca convertir esta temporada en un año histórico, pero las lesiones han sido un hándicap no poco importante que le han hecho retroceder y en muchos momentos dudar de su potencial.

Ahora corre el peligro de ver las diferencias mucho más disminuidas de lo que las ha tenido con sus perseguidores, que no son equipos cualquiera sino algunos de ellos mastodontes en proyectos presupuestarios como el Barcelona o el Atlético de Madrid, pero también cuenta con la ventaja de que no va a tener más distracciones y que podrá centrarse sólo en el campeonato liguero.

Ahora aún queda mucho por dar, el Sevilla está en una situación inmejorable, hace 64 años que no acaba la Liga en el puesto que actualmente ostenta y no hay nadie que tenga un objetivo como ése. Toca seguir y no hay que olvidar que es un equipo que nunca se rinde.

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