La previa: El reto del hexacampeón
West Ham - Sevilla
El Sevilla, arropado por un millar de hinchas, visita el majestuoso Estadio de Londres con el objetivo de frustrar el deseo de remontada del brioso West Ham
Más de 1.000 sevillistas animarán en el Estadio de Londres
Lopetegui: "El equipo está con la ilusión de hacer un gran partido"
Un 1-0 ya no vale lo que valía hace un año. Como en un reflejo del deterioro de la civilización, ese triunfo por la mínima con la portería a cero ya no es un Potosí en una eliminatoria, aunque, para ser francos, hay que reconocer que es de las pocas cosas en las que el fútbol ha dado un paso significativamente positivo y justo. Lo del valor doble a domicilio, cuyo espíritu original era evitar el cerrojazo del visitante en pro del espectáculo, había perdido ya sentido en un fútbol más globalizado. Se vuelve, por tanto, a la pureza del vis a vis sin condicionantes y ahí es donde el Sevilla debe concienciarse de lo que lo espera en el majestuoso Estadio de Londres, que mantiene la visibilidad de un coliseo olímpico pese al acercamiento de las gradas para convertirlo en el hogar del West Ham.
Habrá un ambiente excepcional por parte de la hinchada hammer, que ya fue exhortada por David Moyes a crear una atmósfera, un ambiente, similar al que sorprendió a los ingleses en el Ramón Sánchez-Pizjuán. "Les daremos razones para que hagan el mismo ruido", amenazó el técnico escocés, que se quedó admirado ante el empuje y el aliento del sevillismo en pro de aquel escueto 1-0. Es decir, al equipo de Julen Lopetegui lo espera una galerna británica en Londres.
Sin poder librarse de la calima que inunda el cielo europeo, el Sevilla fue recibido con una ligera lluvia en la capital del Reino Unido. Bajo esa llovizna se ejercitó ayer en el Estadio de Londres el grupo de 24 futbolistas que se llevó a Londres Lopetegui. Entre éstos están dos de los que han abandonado la enfermería, Fernando y Montiel. Es muy esperado sobre todo el concurso del mediocampista brasileño, del que a estas alturas ya no hace falta recordar el peso específico que tiene en el equipo, como piedra angular de su estructura defensiva. Máxime si falta uno de los ángulos de ese trío arquitectónico que conforman el núcleo duro del Sevilla en la era Lopetegui, el mismo que levantó la sexta UEFA Europa League el 21 de agosto de 2020 en Colonia.
Allí consiguió el Sevilla el hexacampeonato que exhibe en Europa, una tarjeta de visita con la que se ha presentado en la capital inglesa del fútbol, donde es respetadísimo precisamente por cómo logró ese marchamo de grande continental. En Inglaterra saben cómo se las gasta este mismo equipo, no ya el que ganó la quinta Europa League al Liverpool o el que apeó de los octavos de final de la Champions al Manchester United en Old Trafford. Precisamente los Diablos rojos fueron su penúltima víctima en el último entorchado europeo de los sevillistas. Y defender ese blasón es el gran reto de los hombres de Lopetegui en la noche londinense.
Enfrente estará un West Ham que, aun sin su futbolista más influyente en la parcela ofensiva esta temporada, Jarrod Bowen, demostró en Nervión hace una semana que tiene argumentos sobrados para creer en sus posibilidades. El paradón de Bono a Vlasic con 0-0 fue una buena muestra de su poder a balón parado, una de sus bazas más peligrosas y que a buen seguro usará en su afán por remontar la eliminatoria, como recordó el técnico guipuzcoano en la previa.
Pero no será su única arma. En Sevilla, gracias a la posición de mediapunta de Munir, logró cortocircuitar a su cerebro, Declan Rice. Y hoy gana una pieza, si finalmente ve Lopetegui apto a Fernando, para cimentar el tabique en la medular sevillista. En la defensa, faltará en cambio otro de los pilares del equipo, Acuña, que cede su sitio a Augustinsson, algo redimido del empate en Vallecas después de verse cómo lo pisó claramente Bebé. Y arriba no estará Ocampos para sacudir la presión.
Sigue estando mermado el Sevilla, pero cuenta con el oficio inglés de Martial, con la determinación de Tecatito Corona, con variantes ofensivas como para meterle el miedo al West Ham... Es lo que debe hacer de inicio. Confiar sólo en su proverbial solidez puede ser el primer paso para certificar que un 1-0 ya no es lo que era... Por eso el hexacampeón debe elevar bien alto su blasón europeo.
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