Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
En nuestras miserias manda Javier Tebas
Villanovense-Sevilla | La Previa
Ni una mala noche, nefasta, para olvidar... como la que vivió el sevillismo en mayo en el Wanda Metropolitano en la final de la pasada edición es capaz de enterrar la ilusión que esta competición despierta en el sevillismo, la que más alegrías junto con la Europa League le ha dado en la última década, larga ya, de la profusa historia de la entidad.
Vuelve el subcampeón –sí, porque el Sevilla lo es– a la Copa del Rey y los corazones se empiezan a acelerar. Quizá todavía no demasiado, pero sí en cuanto pasen eliminatorias y el cuadro se vaya aclarando. Y si la pasada campaña con Vincenzo Montella este torneo supuso una montaña rusa de emociones, como el paso en general del italiano por el club, en la presente con un técnico coherente y cabal como Pablo Machín las ilusiones se han renovado. Y si nadie esperaba que aquel Sevilla que daba bandazos en la Liga y que había necesitado un cambio de entrenador en diciembre para espabilarlo iba a dar la campanada ante el Atlético de Simeone en su nueva casa, mucho menos era imaginable que la imagen en la final fuera tan deplorable por mucho que el rival fuese el Barcelona.
Ahora, con un panorama en la Liga muchísimo más alentador, pero muchísimo más, el Sevilla inicia su camino copero con la visita al Villanovense, un rival de inferior entidad, por supuesto, pero que merece el mismo respeto que cualquiera, puesto que no es la primera vez que se ve en esta competición una sorpresa desagradable por exceso de confianza del equipo de superior presupuesto y, por tanto, calidad futbolística.
Requiere estas eliminatorias mantener la mente fría para que todos los factores que se hacen necesarios en ella confluyan sin que choquen entre sí. Respeto para los profesionales que han tenido menos minutos en otros partidos más exigentes, la entrada de jugadores jóvenes, un cambio de portero... Todo tiene que convivir con un adecuado nivel de competitividad que impida a un rival cargado de hambre y de ilusiones crear problemas, ocasiones... dudas en definitiva.
El Villanovense no pasa tampoco por sus mejores días en Segunda División B, pero bien hará el equipo de Pablo Machín en intentar imponer el máximo respeto desde el principio porque estas noches se vuelven muy fácilmente especiales para el equipo que juega en casa, para el que convierte en una fiesta la visita de un equipo de Primera División de la entidad del Sevilla.
Machín ha dejado en casa hasta a siete de sus titulares fijos en la Liga. Tres por obligación, ya que tanto Kjaer como Andre Silva y Mercado tienen problemas físicos de más o menos magnitud, y otros cuatro necesitan descanso. Son los casos del meta Vaclik, el defensa Carriço y los centrocampistas Banega y Franco Vázquez. Sí viajarán otros insustituibles para el soriano como Sergi Gómez, Sarabia, Jesús Navas o Ben Yedder, aunque se prevé que para el banquillo. En el carril izquierdo es posible que repita Guilherme Arana, ya que la entrada de Escudero tras su lesión en el once puede ser para que ocupe un hueco en la línea más castigada del equipo, la de los tres centrales. Ahí también es más que probable que se produzca la reaparición de Amadou, como dejó entrever Machín en su comparecencia, y el regreso al equipo de Gnagnon, desaparecido del equipo desde la última derrota en Europa, en Rusia ante el Krasnodar.
Parece claro que la pareja Promes-Muriel, que tan buen rendimiento tuvo ante el Akhisarspor, será la que busque dejar el pleito sentenciado cuanto antes, mientras que en el medio la cita debe servir a Roque Mesa para reivindicarse de cara a compromisos de mayor fuste a los que no falta Banega.
Será, está claro, también la oportunidad para Juan Soriano, un portero que está ante su debut y que es una apuesta del club tras la marcha de Sergio Rico, mientras que Borja Lasso es otro que debería aprovechar la ocasión de mostrarse tras no haber contado para nada para Machín ni siquiera en las eliminatorias previas de la Europa League en las que sí tuvieron presencia otros jóvenes como Pejiño y Berrocal como jugadores del filial.
Ninguno de los dos estarán hoy en el partido ante el equipo serón, para el que Machín sí ha convocado al meta colombiano Lucho García, al centrocampista Pepe Mena y al lateral izquierdo Javi Vázquez, que, como curiosidad, es hijo de Ramón, ex mítico delantero y actual miembro de la secretaría técnica.
Acostumbrado a jugar finales, el Sevilla inicia –Ruta de la Plata arriba– el ilusionante camino de la Copa. Villanueva de la Serena es la primera y necesaria etapa, igual que en la pasada edición fue Cartagena, estaciones necesarias para llegar a la meta y para que el gusanillo de los títulos empiece a recorrer los estómagos de los sevillistas.
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