Villarreal - Sevilla FC: la ruleta rusa del Sevilla

La previa

El equipo de Lopetegui tiene una peliaguda cita ante el Villarreal de Emery con los matices de que se juega en Valencia y hay algo de más calma interna tras Cornellá y Copenhague

Lopetegui empieza a tomarse con humor su situación extrema

Un halcón Harris despidió a la expedición del Sevilla a Valencia

Isco y Dmitrovic, junto a dos de los fisioterapeutas, se dirigen a la terminal ejecutiva del aeropuerto de San Pablo.
Isco y Dmitrovic, junto a dos de los fisioterapeutas, se dirigen a la terminal ejecutiva del aeropuerto de San Pablo. / José Ángel García

La paradoja continua del Sevilla es tal que hasta contraviene aquella famosa letrilla satírica sobre la potencia de lo crematístico, Poderoso caballero es don Dinero, que nos legara Quevedo. ¿O la justifica plenamente? El campamento base del club de Nervión en la Liga de Campeones, tras su tercer año triunfal, está cerca de dejar un erial de decepción como resultado cuando apenas estamos ante la sexta jornada de Liga. A no ser que pueda ser verdad que el equipo que dirige Julen Lopetegui vaya levantando el vuelo poquito a poco, muy poquito a poco. El polvorín en el que se ha convertido el Sevilla es de mecha lenta. Y lo es porque, como ha quedado dicho, lo paradójico es que a más dinero, menos capacidad de acción o de reacción. O eso parece desde fuera...

Lopetegui, aparentemente, se juega en cada partido la vida, literariamente hablando, claro. Es como si el Sevilla le ofreciera antes de afrontar cada envite futbolístico un revólver con una sola bala en el cargador y diera vueltas al tambor mirando hacia otro lado. Porque de estallar el detonante del proyectil, éste podría alojarse en la sien de toda la cúpula ejecutiva, ese comité de dirección que es el que tiene el verdadero poder en el club muy por encima del consejo de administración. Una ruleta rusa por ahora sin efecto letal. Aunque una derrota deshonrosa podría multiplicar las balas en el revólver. Siempre literariamente hablando, que está el personal con la piel muy sensible y hay que cuidarse de usar tales o cuales metáforas.

El empate en Copenhague reforzó el triunfo en Cornellá, pero fue un paso muy, muy corto en lo ofensivo

Ésta es la situación con la que debe luchar el técnico guipuzcoano, actualmente culpable subsidiario de una mala gestión del club. ¿O es el club el culpable subsidiario por mantener al técnico en junio pese a su horrible año 2022? Hay que acudir de nuevo a una alegoría, en este caso la de si fue antes el huevo o la gallina, porque cabe preguntarse si fue primero el técnico el que propició esta situación con la deriva de su equipo durante todo el año 2022.

La pizarra.
La pizarra. / Infografía / E. F.

Una deriva, también condicionada por las lesiones y los positivos en Covid, que afectó a la comunicación externa del club con sus aficionados y ahí sí que ha habido una oportuna corrección: hay más naturalidad en algunas ruedas de prensa –ayer se rió a carcajadas incluso Lopetegui–, convocatorias en cada partido, sesiones de entrenamiento abiertas a la prensa en los primeros 15 minutos, partes médicos... Menos hermetismo, mucho menos, porque lo que había antes era un ambiente irrespirable de control que, ahora que se ha quitado la válvula de la olla a presión, parece anecdótico ante la que hay montada en el Sevilla de la ruleta rusa. A estas alturas, la culpa está más que repartida y es de todos los que tienen una alta responsabilidad remunerada. Que cada uno cuantifique su culpa...

Y éste es el contexto en el que este equipo tarde y mal reforzado por las circunstancias del mercado y, sobre todo, por la necesidad de enjugar el déficit de los dos periodos anteriores, de cuadrar las cuentas, tiene que jugarse otro partido clave, y con el Villarreal de Unai Emery nada menos, un claro postulante a aprovechar la crisis de identidad radical que sufre todo el Sevilla.

La reunión del consejo de administración del viernes trató el asunto de Lopetegui, sin concluir nada firme

El partido se juega en el Ciudad de Valencia, por las obras del Estadio de la Cerámica. Y eso aporta un matiz importante, porque da cierto aire de neutralidad, aunque los de Emery ya han jugado tres de sus nueve partidos oficiales en el campo del Levante, su eventual hogar. Llega con un día menos de descanso el conjunto amarillo, aunque Emery hará importantes rotaciones y, sin Gerard Moreno ni Trigueros por lesión, sacará un once descansado. Mientras que Lopetegui sigue buscando cómo ir mejorando, poquito a poco, un grupo con carencias por los estados físicos de algunos que llegaron tarde y por el propio perfil de una plantilla cuyo envejecimiento no ha podido refrenar Monchi.

El director deportivo es el mejor valedor de Lopetegui, entre otras cosas porque no tiene claro quién podría arreglar el entuerto con garantías en su lugar, en caso de tener que aceptar la sustitución si los resultados y la imagen vuelven a ser negativos. Y todo esto, con el parné de la Champions. "Que pues doblón o sencillo hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero", decía uno de los versos de la letrilla...

P.S. "El dinero destruye las raíces por doquier, reemplazando los demás móviles por el deseo de ganancia. Vence sin dificultad a cualquier otro móvil porque exige un esfuerzo de atención mucho menor. Nada tan claro y tan simple como una cifra". Simone Weil, 1949, Echar raíces (por cortesía de David Florido del Corral, doctor en Antropología Social).

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