El vídeo de la celebración privada del Sevilla y la renovación de Mendilibar

El asunto de la renovación de José Luis Mendilibar tiene en ascuas al sevillismo... Después del logro de la séptima UEFA Europa League, la lógica sólo tiene un camino, que es el de la continuidad del técnico que le ha dado la vuelta completamente a un equipo que estaba en ruinas, al filo del abismo de la Segunda División, y que se ha proclamado campeón eliminando a gigantes del futbol continental.

Pero las palabras de Monchi o de José Castro tras el partido no ayudaron a calmar esas ansias del sevillismo, que quizá esperaba una renovación automática. Y eso quizá ha sembrado una incertidumbre gratuita. A tenor de las palabras de ambos.

"Ahora a disfrutar en Sevilla todos y ofrecerle la afición el título y el lunes hablemos. Todos sabemos lo que queremos y la decisión que tomemos será la mejor", dijo el director general deportivo del Sevilla. Y el presidente, aseguró: "Estábamos en la dirección de ganar esta copa y ya la hemos ganado. Y a partir del lunes que acabe el partido con la Real Sociedad diremos aquello que llevamos trabajando. Hoy es fiesta. Nosotros estamos muy contentos con Mendilibar".

En este contexto, el vídeo que está circulando en las redes sociales sobre la celebración privada del equipo y sus allegados en una discoteca de Budapest en la alta madrugada tras el triunfo es muy significativo. Todos cantan a Mendilibar, todos lo señalan, el mismísimo Monchi el primero, con el soniquete de Yellow Submarine, de los Beatles, y la frase de comunión de "Mendilibar me lleva a Budapest".

En este contexto, los tuiteros se preguntan: ¿queda claro ya que Mendilibar renovará con el Sevilla? Hay que recordar que el técnico firmó por tres meses. Y que todo quedó a expensas del rendimiento que sacara ala plantilla. Éste ha sido excelente y queda la duda de si Monchi y el comité de dirección lo tenían sólo como un apagafuegos y ahora se han encontrado con un pedazo de entrenador y deben cambiar los planes iniciales... He ahí la duda, que inquieta hasta al propio Mendilibar.