Venganza a servir en frío

Sevilla/Al Sevilla se le ha presentado una ocasión pintiparada para servir en frío el plato de la venganza. Con poco en juego ya, más allá de la confirmación de esa cuarta plaza que tiene atada salvo hecatombe casi imposible, el equipo de Jorge Sampaoli visitará este domingo un Santiago Bernabéu que será un hervidero de pasión por la enconada lucha por el título entre el Real Madrid y el Barcelona. Y el Sevilla, distendido casi, pues aún tendría la bala de la última cita en casa ante un Osasuna igualmente relajado para sumar ese puntito que le falta, puede erigirse en juez de la Liga y sacarse así la espina clavada del título de la Supercopa de Europa que le birló el Madrid cuando parecía bien asida, empatando en los últimos instantes del tiempo reglamentario y con una prórroga que jugó con uno menos.

Ayer, 9 de mayo, se cumplieron nueve meses de aquel primer mal trago del Sevilla de Sampaoli, la derrota en la prórroga en Trondheim después de haber remontado, con goles de Franco Vázquez y Konoplyanka, de penalti, el inicial tanto de Marco Asensio. El gol en el minuto 93 de Sergio Ramos tiró al baúl de las dolorosas derrotas la posibilidad de un título. La expulsión de Kolodziejczak por doble amarilla nada más empezar la prórroga lo puso imposible y ahora el Sevilla podría tomarse cumplida venganza buscando un triunfo en el Bernabéu, un estadio que se le resiste especialmente. De hecho, es el gran estadio en el que hace más tiempo que no gana de todo el territorio español, incluyendo todas las competiciones, pues hasta el Camp Nou, en el que empató en 2011, con Marcelino, presenció el triunfo nervionense en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey de 2010, aquel título que levantó Antonio Álvarez y que encauzó Manolo Jiménez con aquella victoria.

Nueve meses después, el Real Madrid se ve en la tesitura de defender hoy la holgada renta de 3-0 en la ida de las semifinales de la Champions en el Vicente Calderón, donde no se lo pondrán fácil, seguramente, antes de afrontar la penúltima jornada liguera con el Sevilla y, el miércoles siguiente, el partido aplazado en Vigo con el Celta por el temporal de viento. La Rosaleda, el domingo 21 de mayo que echará el telón a la Liga, cierra el periplo de cuatro partidos en 12 días de los blancos.

El Sevilla, en cambio, estará descansado y destensado, aunque tiene cierta merma de efectivos, sobre todo en las alas. Sarabia perdió ante la Real Sociedad la oportunidad de su esperada reivindicación en el Santiago Bernabéu, al ver la quinta amarilla, circunstancia que lamentó ostensiblemente. El madrileño, que brilló en su etapa juvenil en la cantera blanca, no lució en su casa con el Getafe. Las cinco ocasiones que visitó el Bernabéu fue goleado. Sólo le marcó un gol a su ex equipo en otra goleada en casa (1-5). De hecho, la única vez que ha ganado al Madrid fue el pasado enero, en las filas del Sevilla, con aquella vibrante remontada final (2-1).

Sin Sarabia, Sampaoli pierde a uno de sus jugadores más en forma, el segundo goleador del equipo tras Ben Yedder, tras marcarle el octavo a la Real, y el número uno en la tabla de asistencias de gol, con 10. Y a la baja de Sarabia por cinco amarillas se unirá, casi seguro, la de Mariano, que todavía no se ha recuperado del esguince de rodilla que sufrió ante el Celta y que le ha impedido ser convocado en las dos últimas citas ligueras, Málaga y Real Sociedad. Ayer se ejercitó al margen y parece poco probable que pueda llegar a la cita, aunque aún hay tiempo. Sería fundamental para contrarrestar el poderío enorme que está exhibiendo Marcelo.

La duda en los flancos se incrementa con el estado de Vitolo, que ayer no se ejercitó, y Escudero, con una sobrecarga. Asimismo, Iborra parece haber sufrido una pequeña recaída en su lesión de rodilla y tampoco se ejercitó, aunque está pendiente de evolución.

En realidad, Sampaoli no anda muy sobrado de efectivos y ayer, a falta de cuatro entrenamientos para el partido, apenas pudo dirigir a 16 futbolistas de campo, además de Pozo y Carlos Fernández. Conforme pasen los días se puede ir aclarando el panorama entre los dudosos para intentar volver a ganar en el Santiago Bernabéu, algo que no logra el Sevilla desde diciembre de 2008 (3-4).

Desde aquel triunfo del equipo de Jiménez ni siquiera ha podido empatar en Chamartín, donde ha encajado duras goleadas. Nada extraño, por otro lado, en un campo donde apenas ha ganado ocho veces de 72 visitas ligueras, más aquella otra ocasión histórica, 19 de agosto de 2007, en la que se alzó con la Supercopa de España tras ganar por 3-5. De aquello ha pasado mucho tiempo y va siendo hora de que el Sevilla reverdezca los laureles en la guarida del ogro blanco. Anda distraído y tiene cuatro partidos en semana y media. Parece la ocasión idónea para servir en frío el plato de la venganza, aunque siendo en el gran salón del Bernabéu y con Undiano Mallenco ejerciendo de metre...