El Valencia 18-19, mejor ejemplo para la remontada del Sevilla hacia la Champions

Jorge Sampaoli no habla de objetivos a largo plazo. No puede. Su discurso se centra en recuperar la confianza del vestuario que ha heredado, de dotar de una estructura al Sevilla, de darle prioridad al juego sobre el resultado... aunque luego acorace al equipo, como en Mallorca, y saque su vertiente más pragmática que oculta bajo su fluido verbo.

Su praxis lo lleva a evitar hablar de objetivos. Y menos aún del fijado inicialmente por el Sevilla en los últimos años, la Champions League. Ahora mismo y recién salido de puesto de descenso en la jornada 9, tras una circunstancia que no se había producido jamás este siglo a estas alturas, el reto es el siguiente partido, el juego... El horizonte queda lejísimos.

Sin embargo hay precedentes para el optimismo y el último lo representa precisamente el rival del Sevilla este martes en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El Valencia también era decimocuarto en la jornada novena, tras haber ganado solamente un partido, haber empatado siete y haber perdido otro.

Era el Valencia de Marcelino, quien tuvo un mal inicio en Mestalla, después de un verano en el que el club che le birló al Sevilla a Batshuayi, delantero cedido por el Chelsea que tendría allí poco predicamente Fue un fiasco, aunque Gameiro, Guedes, Rodrigo, Parejo y compañía realizaron una temporada histórica: Champions y Copa, ganada al Barcelona en Sevilla precisamente, en el Benito Villamarín.

Pues bien, Marcelino empezó igual de mal que en su etapa en el Sevilla, con muchos empates continuados y también críticas. Pero terminó haciendo historia, antes de que por desavenencias con la política de Peter Lim, este lo destituyera al inicio de la siguiente temporada, en una decisión que fue muy polémica, controvertida y debatida en la afición valencianista.

Curiosamente, el Sevilla era en aquella jornada cuarto, y terminaría sexto, después de la convulsión por la destitución de Pablo Machín tras la abruputa eliminación en la Europa League, una competición en la que el Valencia de Marcelino alcanzaría las semifinales.

Anteriormente también hubo casos de equipos que estaban muy atrás en la jornada novena y terminaron en puestos de Champions o de Europa.

Así lo reflejó la cuenta estadística del Sevilla de Fran Maldonado, que recordó los casos del Zaragoza, decimocuarto a estas alturas en la 88-89, en la que terminó quinto; el Valencia de la 99-00, en la que fue tercero al final, o la Real Sociedad que terminó cuarta en la 12-13.