La sonrisa azul del número 1 contra la ELA
Sevilla FC | Dorsal de Leyenda a Unzué
Unzué concita la admiración del mundo del fútbol y de numerosas personalidades por su lucha contra la enfermedad al recoger entre emociones el XII Dorsal de Leyenda
La canción que El Arrebato le ha dedicado a Unzué
Unzué ya es Dorsal de Leyenda: "Vivir merece la pena"
Castro, a Unzué: "Nunca un Dorsal de Leyenda fue más merecido"
De Zubizarreta a Guardiola, Iniesta, Stoichkov, Bengoechea o Zamorano, los compañeros se vuelcan con Unzué
Monchi, a Unzué: "Gracias por el ejemplo que nos das día a día"
Unzué, Monchi y Lopetegui firmaron el libro 'Una vida plena', sobre la ELA
Apenas cuando Javier Labandón, rendido al héroe del que coreaba su nombre como un aficionado más desde Gol Norte –ahí está, ése es, es Juan Carlos Unzué– le dedicó una preciosa canción que sirve para todos los luchadores contra la ELA, Unzué entornó algo los ojos para hacer más vulnerable, sólo algo más vulnerable, su límpida, naturalmente valiente y profunda mirada azul. ¿De dónde sacará la fuerza Unzué agarrado a su silla de ruedas? ¿De dónde se alimenta su espíritu para no dejarse vencer por la desesperanza? "Y si suenan tambores de guerra, bailaremos encima del miedo. La vida siempre merece la pena, nada se llevará nuestro sueño. Vuela, vuela, que vuela. Vuela que el ELA no puede", le cantaba El Arrebato. Y Unzué no descomponía su sonrisa eterna.
"Lo que os pediría, lo que desearía es que me recordéis con esta sonrisa que tengo hoy y que espero tener hasta el último día, como consecuencia de sentirme útil". La vocación de servicio. Ahí está la clave. Igual que sirvió al Sevilla durante 257 partidos oficiales. Igual que ofrecía el rostro donde los delanteros metían los tacos, la frase que el guardameta navarro usaba para explicar el secreto de los porteros y que recordó en su discurso José Castro, Unzué está poniendo toda su alma contra la ELA. Y lo está haciendo con esa sonrisa del dorsal número 1 contra la esclerosis lateral amiotrófica.
"Donde el jugador pone el pie, el portero pone la cara", recordó el presidente del Sevilla. Esa era la frase de Unzué. "Y tú has puesto la cara ante la vida, con una sonrisa que a los sevillistas que tanto te queremos nos eriza la piel desde que nos enteramos que sufres ELA desde junio de 2020", le dijo el dirigente nervionense. "Esos compañeros que están en un estado más avanzado que el mío me inspiran a seguir adelante", replicaría después el navarro.
Unzué fichó al Sevilla en su lucha contra la ELA. Y, con el club de Nervión como banderín de enganche y gracias al cariño que le pone a un acto que ya tiene trascendencia nacional e internacional como es el Dorsal de Leyenda, se apuntaron a esta guerra sin cuartel contra las consecuencias de la enfermedad personalidades de toda España y del extranjero. Andrés Iniesta, Iván Zamorano, Pep Guardiola, Pablo Bengoechea, Hristo Stoichkov, Txiki Begiristain, Luis Enrique, Luis de la Fuente, Jon Andoni Goikoetxea, José Mari Bakero, Luis Tevenet, Sergi Busquets, Luis Miguel Ramis, Nolito, Xavi, Bono... Desde Japón, Inglaterra, Bulgaria, Chile, Estados Unidos, Marruecos... Desde distintos lugares del globo y de la geografía española le llegaron a Unzué mensajes calurosísimos en un vídeo editado por el Sevilla que remató el actual portero titular del equipo de Lopetegui, Bono, su émulo de hogaño.
Lopetegui abrió el carrusel de discursos en el atril del atestado antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán. Era el día de los porteros y por allí también andaban Paco Buyo, Superpaco o Rodri, otros guardametas históricos del Sevilla. "Cuando somos pequeños todos tenemos héroes de cómic. Y yo, que soy un poquito mayor que tú, tengo uno. Eres mi héroe, Juan Carlos, por lo que representas, el lema del Sevilla no puede estar mejor representado que en tu persona", le dijo el guipuzcoano.
"El portero a veces es el que marca la idea y el camino. Y tú estas haciendo eso, pero en la vida. Enhorabuena", le dijo Zubizarreta, su ex compañero en el Barça, que precedió a Palop. "La soledad del portero ahora es la multitud que te rodea, los que te rodean y te decimos, gracias, Juan Carlos, por tanto que nos estás dando", le dijo el valenciano. Y Monchi, su paciente suplente durante siete largas temporadas, en las que le copió las botas, las medias, los guantes, hasta el agua con gas y la colonia... "Yo el esfuerzo que hacía era por asimilarme a él. Y ahora quiero parecerme a él, porque nos está dando un ejemplo de comportamiento, de enfocar la vida… Y en estos momentos que estamos viviendo de tantas preocupaciones, de tanta maldad, el ejemplo que nos da día a día nos tiene que servir", le dijo entre bromas y gestos cómplices su eterno suplente.
Entre tanto agasajo, a Unzué no se le borró el brillo de su mirada, como el del que siempre mira al horizonte infinito del mar, sin nubarrones. "Con actos como este dais visibilidad a la ELA, que sepáis cuál es la cruda realidad". Ahí estaba la fuerza de su limpia mirada azul, de su sonrisa eterna...
De las cantaditas al paradón a la escuadra
Unzué empezó con humor su discurso de agradecimiento tras recibir el XII Dorsal de Leyenda. Siempre fue un gran hablador, muy locuaz... "Habéis tenido suerte, porque llevo unos días resfriado y mi voz está un poquito ronca y voy a intentar ser conciso". No lo fue, no podía. "Lo primero que os quiero transmitir es el agradecimiento que siento hacia el Sevilla F.C., a todas las personas que habéis decidido que yo era merecedor de este Dorsal de Leyenda. El club donde he pasado más temporadas, donde me he sentido muy querido desde el primer día hasta el último. Ya no solamente cuando he sido jugador, sino cuando he venido de rival o de visita, la gente de Sevilla siempre me ha mostrado su cariño. Eso es muy reconfortante".
"Que en un momento de dificultad como el que estoy pasando, como otros compañeros de enfermedad, os acordéis de uno no sé cómo agradecerlo. Estoy verdaderamente abrumado por todo lo que habéis dicho". Esta canción final (el tema compuesto por El Arrebato) ya ha sido la sorpresa del día...", reconoció Unzué, que abrió su corazón de par en par.
"Yo, como cualquiera de vosotros, soy un tío normal, y hoy podéis pensar que soy un tío perfecto y que lo he hecho todo bien, y para nada. Nada más lejos de la realidad. Tanto como futbolista, para ser realmente honestos, tendríais que haber recordado también alguna cantadita", dijo entre risas. "Y como persona también me reprocho algunas cosas de las que no estoy feliz", confesó.
Unzué valoró que el Sevilla lo premiase por su actitud ante la ELA. "Sé que en este club ha habido jugadores que tienen unos números futbolísticos más importantes que los míos como para este dorsal. Pero que recordéis que los futbolistas somos personas normales se agradece muchísimo".
Y ahí ya se centró en la ELA. Ahí salió su vocación de servicio. "No me quiero olvidar de los compañeros de mi actual equipo, de mi equipo de la ELA". Una ovación lo interrumpió. "Desde aquí les mando a todos los compañeros de enfermedad, sobre todo a los que están en una situación más complicada que la mía, que la vida merece la pena". Pues les llegó, Juan Carlos. Más que cantadita lo tuyo es un paradón a la escuadra.
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