Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Cohabitación y deslealtad (Federal)
Lille - Sevilla | Nombres propios
Rakitic y Papu Gómez comparten en el Sevilla el rol de ser los más veteranos y posiblemente de los mejor pagados de la plantilla nervionense. Y ambos también condujeron esta vez a la decepción a todos los seguidores sevillistas con un rato de fútbol de lo más pobre en Lille. Lopetegui recurrió a ellos y ni siquiera fueron capaces, siendo especialistas, de convertir en peligrosa una falta en la frontal del área en los últimos minutos. Su respuesta fue muy pobre en todo momento.
Tanto el suizo como el Papu Gómez aparecieron en el segundo periodo con la obligación indudable de que el equipo diera un paso adelante con ellos en el campo y fue justo lo contrario. El argentino se resbalaba constantemente y el de Pino Montano no hizo nada bien, ni la falta. Están obligados a mucho más por su soldada.
El extremo argentino volvió a desarrollar un claro ejercicio de quiero y no puedo. Peleó lo indecible, intenta ir a todos los balones, pero transmite la sensación de estar ofuscado, sin la confianza que tenía en su primera temporada y así es imposible que algo le pueda salir bien del todo. Rozó el gol en un cabezazo.
Si el lateral no está en condiciones físicas, tal vez sería una decisión valiente dejarlo descansar más tiempo y no forzarlo, porque, pese a su indudable calidad, es ya una evidencia que juega con el freno de mano echado. Encima metió en un lío a Delaney en la ocasión de Renato Sanches. Augustinsson, en pocos minutos, fue más peligroso.
Partidazo del defensa central brasileño en su retorno a Francia. Estuvo impecable tanto en el perfil derecho, donde se alineó inicialmente por los problemas físicos de Koundé, como en el izquierdo, cuando se retiró tocado Rekik. En las dos zonas de la defensa impuso su fortaleza e impidió cualquier llegada del Lille hasta las cercanías de Bono.
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