Las Rozas-Sevilla
De golpe, el otoño y la Copa
Desde mi córner
Aunque resta la cita con el Elche en Nervión, el Sevilla cierra esta noche la primera vuelta. Sin duda, el balance a falta de dos partidos es bueno. Podría ser mejor, cuestión de gustos, pero estar en la pomada es lo importante, que ya decía Luis Aragonés que la clave estaba en estar bien colocado en la parrilla de salida a diez citas del final. Por lo tanto, digamos que esa sexta plaza que podía ser cuarta venciendo al Elche es buena.
Parece el de esta noche un partido antipático a priori. El frío que cualquier noche de enero sin necesidad de Filomena alguna hace en Vitoria es para no soltar el abrigo, pero hay otros condicionantes. El principal es que el debut de Abelardo en el banquillo babazorro no pudo ser peor. La manita encajada en la cita copera de Almería ha revuelto el panorama del autollamado Glorioso y eso no se sabe nunca si es bueno o malo de cara al compromiso más inmediato.
El Sevilla, por su parte, viene de una trabajada eliminatoria con el Leganés con necesidad de una prórroga que a estas alturas de curso puede meter mucho plomo en las piernas. Claro que las rotaciones abundaron y eso da pie a pensar de forma optimista en el buen estado del equipo a la hora de autos. Son doce los puntos que el Sevilla le lleva al Alavés y es motivo más que suficiente como para considerarlo favorito, aunque con los reparos lógicos de cualquier cita liguera.
Reaparece Abelardo esta noche en Mendizorroza y eso puede darle un plus de peligrosidad a la cita, pero la solvencia de visitante que muestra el Sevilla de Julen Lopetegui hace que parta con la vitola de favorito. Por supuesto que ésa es condición que siempre hay que poner en cuarentena y Vitoria es habitual territorio hostil para quienes la hollan. Redundar en las aristas que lo rodean es poco operativo. Las cosas son como son y este Sevilla suele responder más veces que pocas.
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