Mes y medio en casa y una nueva inquietud por los test

La plantilla del Sevilla cumple hoy 43 días de confinamiento. No es la única, puesto que esta condición, paulatinamente, terminó siendo obligatoria para todos los ciudadanos españoles desde el Decreto del Estado de Alarma anunciado por el Gobierno el 14 de marzo. Un día antes, el viernes 13, el club de Nervión se anticipó a la orden gubernamental y, pese a que estaba programado el entrenamiento en la ciudad deportiva, tras la suspensión del Sevilla-Roma que debía jugarse el jueves 12 de marzo, comunicó a sus futbolistas que se quedaran en casa. Y allí siguen mes y medio después, con sus altibajos.

En este periodo, el departamento de fútbol del Sevilla, encabezado por Monchi, y el cuerpo técnico, liderado por Julen Lopetegui, han ido poniendo en manos de los futbolistas todas las herramientas posibles para hacerles más ameno el confinamiento y, en la medida de lo posible, para que no pierdan la forma física. Con un inédito programa físico elaborado por Óscar Caro y Pepe Conde y bajo la supervisión diaria de peso del nutricionista Felipe del Valle. Aunque todos los futbolistas que han estado en contacto con la opinión pública en este tiempo aseguran que, lógicamente, no es lo mismo correr en la cinta, hacer bicicleta estática y realizar ejercicios aeróbicos y anaeróbicos de forma individual que hacerlo de manera colectiva y de forma dirigida hacia la práctica del fútbol.

Ahora, cuando se cumplen seis semanas de confinamiento, los futbolistas han tenido un nuevo pasito atrás que puede afectarles en lo anímico: el aplazamiento de los test que la Liga iba a pasar a los clubes la semana próxima, para la paulatina incorporación de los futbolistas a los entrenamientos en la ciudad deportiva el 4 mayo.

Tras el protocolo que hace dos semanas envió la Liga a los clubes, con una serie de fases de vuelta a los entrenamientos colectivos, los jugadores vieron algo de luz sobre para qué están ejercitándose. La mente es importante en estos casos y para combatir también el desánimo y para encauzar la energía de forma positiva, hace un mes que Julen Lopetegui puso a disposición de los futbolistas a un psicólogo especializado en lo que ahora se llama coachingcoaching. Juan Carlos Álvarez Campillo es el especialista en deportistas de élite que está manteniendo hilo directo con los jugadores para incidir en la motivación y para tranquilizar a los futbolistas, algunos de los cuales, los menos, están llevando solos el confinamiento.

En este último caso está Koundé, quien cifró en tres semanas el periodo de minipretemporada mínimo que tendrían que hacer los futbolistas en grupo antes de retomar la competición. Y en el protocolo de la Liga había cuatro fases con un calendario que empieza a cojear tras el aplazamiento de los test: ya no podrá ser el 4 de mayo la salida de los futbolistas, primero de forma individual, a la ciudad deportiva, y como mínimo la nueva fecha será el lunes 11 de mayo.

La AFE ha presionado para que el Ministerio de Sanidad, a través del CSD, sea quien dé permiso a los clubes de forma específica para la aplicación de los test. Los futbolistas quieren seguridad y tampoco están conformes con la concentración que está prevista a partir de la tercera fase de la vuelta a los entrenamientos, como forma de aislarlos del resto de la sociedad, ya que van a estar entrando y saliendo de sus casas.

Entretanto, la plantilla del Sevilla, además de atender a la prensa para mantener el contacto con la afición, ha negociado la reducción de su sueldo, para que cuadrara el ERTE del Sevilla. Volver a entrenar es un salidero de evasión en este contexto de incertidumbre y confinamiento. Pero, de momento, se aplaza como mínimo una semana esa zanahoria de pisar el césped de la ciudad deportiva, fijado en principio para el 4 de mayo. Sólo habrá test, en teoría, desde el 11 de mayo, y justo antes de entrenar.