Sensaciones positivas en el adiós a la Champions y ante el derbi
Sevilla FC
El Sevilla jugó su partido sexagésimo en la máxima competición continental y En-Nesyri cerró su debut en esta con seis goles
La contracrónica: Nueva luz para los apóstatas
Dejando a un lado el descuadre presupuestario que era factible por el alto riesgo de prever ingresos por llegar a cuartos de final, el adiós de la Champions deja números y sensaciones positivas que debe reciclar el Sevilla, ya de cara al derbi y a lo que queda de Liga.
El primero de las trece finales de las que habló José Castro al expresar su orgullo tras el empate en Dortmund es este domingo ante el Betis en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Y si el eterno rival tenía magníficas sensaciones con su remontada sobre el Alavés, que significó su cuarto triunfo consecutivo, la forma en que compitió el Sevilla en el Westfalenstadion reanima a un equipo que, tras los dos golpetazos ante el Barcelona y la inacción en Elche, parecía hundido física y anímicamente.
Pero no, en Renania el Sevilla demostró que está vivo, que tiene energía. La vuelta de la banda izquierda formada por Acuña y Ocampos, la inesperada alineación como titular de Óscar y su buen papel, los dos goles de En-Nesyri y la valentía con la que cogió el balón para tirar el penalti sin el especialista Ocampos..., la forma en que entró al campo Papu y sobre todo el cambio de actitud y de hacer el fútbol.
El Sevilla fue valiente de salida en su presión alta, en su combinación ofensiva con verticalidad y estuvo a punto de forzar la prórroga gracias a su coraje, a su perseverancia, pese a los golpes que recibió: la discutible gestión del partido de Çakir, que no quiso mirar los posibles penaltis de Dahoud por manos y otro a Munir en la jugada final; levantarse pese a los goles de Haaland; y luchar hasta el final aun a sabiendas de la dificultad de remontar con un 5-2 en contra: el 2-3 de la ida y el 2-0 que mandaba en el marcador antes del empate con doblete de En-Nesyri.
Números redondos en el adiós
El club, en su web oficial, destaca además otros números en una perspectiva más amplia. El de Westfalenstadion fue el partido sexagésimo del Sevilla en lamáximoa competición oficial, entre la Copa de Europa, en la que jugó seis partidos alcanzando los cuartos de final en la temporada 57-58, y 54 en la actual Liga de Campeones, desde su primera participación en 2006-07.
En esos 60 partidos en el torneo de clubes más importante del fútbol mundial el Sevilla acumula 28 triunfos, 14 empates y 18 derrotas. Unos números muy apreciables que se resumen en que tiene un 70% de imbatibilidad.
El máximo número de partidos en una edición de la Champions fue en la de la 17-18, cuando jugó 12 partidos, ya que empezó en la previa del torneo con el Basaksehir y terminó en cuartos de final ante el Bayern Múnich.
Además de engordar positivamente las cifras totales de su participación, el partido de Dortmund sirivó para que En-Nesyri se reencontrara con el gol después de cinco partidos sin ver portería: los correspondientes a la ida de octavos con el Borussia, los tres de Liga ante Osasuna, Barcelona y Elche, y la vuelta copera en el Camp Nou.
El delantero marroquí, después de varios partidos de sequía y un bajón en su aportación al juego ofensivo, tiró de arrestos para marcar dos goles que hacen que en su primera participación en la Liga de Campeones alcance una estimable cifra de 6 goles. En total suma ya 19, con los 13 de Liga. Un dato para la esperanza de aquí a lo que queda de temporada, ya centrada en la Liga y en la lucha por el cuarto puesto.
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