El Sevilla presentará pérdidas por tercer año consecutivo: 86 millones desde 2020
El consejo prevé presentar un nuevo déficit en el ejercicio 2022-23, en este caso de unos 20 millones
A poco más de dos meses de que, por la Ley de Sociedades de Capital, el Sevilla esté obligado a convocar una nueva Junta General de Accionistas, en esta ocasión Ordinaria, la sociedad que preside José Castro sigue sin aprobar las cuentas y la gestión del ejercicio 21-22 y para la próxima Junta, la del próximo mes de diciembre, el consejo volverá a presentar pérdidas, en este caso de unos 20 millones de euros de déficit que se unirán a los 41,4 de la 20-21 y a los 24,8 de la pasada campaña.
En el punto en el que está la sociedad, sin las cuentas aprobadas en el último ejercicio, la ley dicta que para suplir la voluntad de la Junta es el registrador mercantil, a instancias de los administradores, el encargado de nombrar una empresa auditora que realice un informe fiel y concluyente de la situación financiera de la sociedad a fecha de fin del ejercicio en cuestión.
Y el registrador mercantil, según ha podido saber este periódico, ha recibido la negativa de las principales empresas auditoras consultadas, tales como Deloitte (porque no audita a clubes de fútbol), KPMG, que ya ha tenido relación en el pasado con el Sevilla a través de José María Cruz, o PWC. La complicada disyuntiva accionarial hace que estas auditoras recelen de realizar un informe que saben que va a ser examinado con lupa.
Hay que recordar que en la última Junta tampoco se aprobó el nombramiento de auditores, con gran controversia al advertir José María del Nido Benavente que la empresa auditora propuesta por el consejo para tres ejercicios, Auren, tiene como uno de sus socios a un consejero del Betis, José María Pagola. La alarma ante esta situación era lógica, pues no es normal que un consejero del eterno rival tenga acceso a documentos e información confidenciales como el contrato de un futbolista.
Finalmente será Ernest & Young (también relacionada con Cruz en el pasado) la que ha aceptado auditar las cuentas del Sevilla, que, no obstante, todavía no han sido pasadas al consejo de administración, así como el borrador de presupuesto para la presente campaña. Ni el presupuesto, ni las cuentas ni el informe de gestión. Todo esto a menos de dos meses de que se tenga que convocar la Junta.
Dos entrenadores rescindidos
Una Junta en la que el Sevilla va a seguir engrosando el nivel de deuda. Aunque no están cerradas las cuentas del ejercicio, el avance de las mismas vuelve a referir un déficit que se cifra en torno a los 20 millones de euros, teniendo en cuenta que deben contabilizarse las rescisiones unilaterales de contrato de dos entrenadores, Julen Lopetegui y Jorge Sampaoli, ambos despedidos (uno en octubre y otro en marzo) con dos años de contrato en vigor. Una vez definido el déficit exacto, esta cantidad se unirá a las pérdidas escandalosas de los dos últimos años. Orta ha logrado rebajar la masa salarial en 20 millones este verano, pero fue sobre todo después del 30 de junio y a costa de costosas rescisiones de contrato.
Esos 20 millones –arriba o abajo una vez se cierre el balance–, se añaden a los 41,4 aprobados por la Junta en diciembre de 2021 (achacados en gran parte a los efectos de la pandemia), y a los 24,8 llevados a la última Junta y que no fueron aprobados. Todo suma unas pérdidas de 86,2 millones en tres temporadas en las que no sólo ha habido clasificación para la Champions (el campamento base que proclamaba Castro), sino además dos títulos europeos y ventas de jugadores por encima de los 100 millones de euros (sólo entre Koundé y Diego Carlos sumaron 80).
Con todo, la deuda total reconocida por el club y publicada en su página web según la ley de transparencia era de 220,8 millones a 30 de junio de 2022.
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