Un liderato sin precedentes
El Sevilla FC, líder de la Liga
Es la primera vez que el Sevilla es primero en solitario tras el primer tercio de la Liga y el vestuario ya empieza a verlo como un objetivo por el que vaciarse cada partido
Un delantero que las mete y un portero que las para, premisa cumplida de Machín, que sigue siendo cauto con la situación en la tabla
Un delantero que las meta y un portero que las pare. La frase, que usó Pablo Machín al llegar, es casi un apotegma convertido en piedra angular sobre la que cimentar un equipo. El Sevilla los tiene, el que las para y el que las mete. Y el partido ante el Valladolid fue el mejor ejemplo. Entre el gol de Andre Silva, gracias a otro líder en asistencias como es Sarabia, y las paradas de Vaclik el Sevilla asió con garra el liderato en solitario. Es la jornada 13, es decir, poco más de un tercio de la Liga desde que el campeonato lo juegan 20 equipos y hay 38 fechas. Y los propios jugadores empiezan a tomarse en serio eso de verse arriba en la clasificación.
"Hay que estar atentos porque ésta puede ser una Liga diferente y creo que esto es un premio a la constancia y a ganar partidos como éste o el del Espanyol", advirtió Sergi Gómez, un hombre que se crió en una cultura, la del Barcelona, en la que hablar de liderato no era algo excepcional. En el Sevilla sí lo es. De hecho, el actual liderato en solitario a estas alturas no tiene precedentes. Jamás el equipo nervionense ha sido primero en la clasificación en la jornada 13. Lo ha sido antes, e incluso después en algunas ocasiones. Pero ya ha repetido dos veces Pablo Machín el liderato esta temporada. Es más, es la tercera vez que se encuentra primero, tras la primera jornada, por el goal average (1-4 en Vallecas) y la jornada octava, tras ganar al Celta, también con sufrimiento (2-1) y empatar posteriormente el Barcelona en Mestalla.
Haberse visto dos veces ya líderes, por sendos pinchazos del Barça, empieza a hacer creer a los futbolistas del Sevilla que están ante una temporada propicia para pelear de verdad por el campeonato liguero, aunque aún es prontísimo y hablar de esto, sólo insinuarlo, resulte quimérico, utópico. La frase de Sergi Gómez es significativa y deja entrever el sentimiento que expresaron con su alegría desbordada los futbolistas después del triunfo sobre el Valladolid. El equipo se había vaciado en el campo, agarró con toda su fuerza los tres puntos, le demostró al rival que no estaba dispuesto a soltar tan preciado tesoro. Y ésa es la idea que está calando en el vestuario sevillista. Así acudirá a Mendizorroza, donde defenderá por segunda vez el liderato en solitario.
La otra vez fue después del segundo parón, en el Camp Nou, y el equipo salió muy poco enchufado y, aunque luego peleó la remontada, ya era tarde.
El Sevilla está en una situación inédita. A lo largo de la historia hay pocos precedentes de haber sumado más puntos a estas alturas. aunque algunas de ellas son muy recientes y tampoco es cuestión de tirar las campanas al vuelo: el año pasado, sin ir más lejos, el Sevilla de Berizzo apenas sumaba un punto menos, 25, que el actual, y era quinto. Lo que cambia es el contexto, los grandes están fallando y hay muchísima más igualdad en la Liga. Sólo hay que mirar la clasificación.
Actualmente, el equipo de Pablo Machín lidera la Liga con 26 puntos, gracias a ocho triunfos, dos empates y tres derrotas (25-14 en el balance goleador). Hace dos temporadas, el Sevilla de Sampaoli era tercero con 27 puntos, merced a un empate más (8-3-2). Y hay tres precedentes más en el presente siglo de sumar 26 puntos o más en la jornada 13. Lo logró el Sevilla de Juande en la histórica 06-07, entonces era tercero, con nueve victorias, un empate y tres derrotas. Y el de Jiménez, de la 09-10, era cuarto, con 27 puntos (8-3-2) y un gran balance goleador (24-11). Acabaría siendo destituido antes de la primavera... No así Emery, quien completó la temporada con más puntos hasta ahora, los famosos 76 de la campaña 14-15, e iba a estas alturas con los mismos puntos que Machín, 26 (8-2-3), y un similar balance de goles (24-17), aunque sólo le sirvió finalmente para ser quinto, además de ganar la Liga Europa al Dnipro.
En el Sevilla son remisos a mirar estadísticas y a engreírse por el liderato. Eso sí, empieza a ser permeable el vestuario, no así el cauto Machín, a la realidad de que esta temporada es distinta. Hay quien mira a aquel Valencia que ganó la Liga con 75 puntos en 2002 o a aquel Deportivo que lo logró con 69 en 2000. Hoy día parece quimérico y sólo es un referente, pero servirá para que el Sevilla se deje el alma en Mendizorroza, aunque primero está Lieja...
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